
Por Andrés Timoteo
NI EL POLVO LES VIERON
Los que conocen el Valle de Uxpanapa saben que es una región semiselvática hermosa, con una vasta riqueza de fauna, flora y minerales, pero también con una pobreza espantosa de sus pobladores chinantecos, nahuas, zapotecos, zoques, popolucas, mixes, mazatecos y cuicatecos.
Están en la miseria.
No les ha llegado ni la Revolución Mexicana ni la falsa "cuarta transformación".
Y, ¿por qué tantas etnias en un solo lugar? Desde los años setenta del siglo pasado ahí fueron reubicadas miles de familias desplazadas por la construcción de la presa Cerro de Oro sobre el río Santo Domingo en el municipio oaxaqueño de Tuxtepec, afluente del río Papaloapan.
A pesar de sus circunstancias, los lugareños no se dejan y han peleado por sus derechos durante décadas.
Se recuerda, por ejemplo, la lucha histórica de los hermanos Juan y Marcos Zamora impulsores de la creación del municipio que fue decretado en enero de 1997 así como en contra de los cacicazgos locales de los ladinos -mestizos abusivos-.
Por denunciar a estos últimos, ambos dirigentes de la Coordinadora Regional Chinanteca, Mazateca y Cuicateca (Corechimac) fueron encarcelados durante el chirinato, aunque los liberó Miguel Alemán al llegar a la gubernatura. Fue una de las cosas buenas que hizo el motejado "Cachorro de la Revolución".
Don Juan Zamora murió de cáncer en el 2017.
Bueno, esa resistencia histórica de los uxpanapeños explica su coraje por la muerte del pescador José Luis Chipahua atropellado el lunes por el convoy de la candidata morenista a la alcaldía, Elsa María Moreno Cobos y el dirigente de su partido en el estado, Esteban Ramírez Zepeta.
El mero uso de los vehículos por ambos personajes basta para mover a la indignación.
Ramírez Zepeta acudió en su 'camionetota' con valor 2.4 millones de pesos a un sitio donde los lugareños a veces no tienen ni qué comer.
¿No es eso un insulto a los necesitados?
A parte las unidades iban a toda velocidad sobre caminos de terracería y tras embestir al labriego ni siquiera lo auxiliaron sino que lo abandonaron y huyeron.
Ni por mínima empatía Ramírez y Cobos descendieron a ver lo que habían hecho. Ni el polvo les vieron en su huida.
Y luego intentaron alterar tanto la escena del crimen como la narrativa del mismo asegurando que el conductor sí se detuvo y esperó a las autoridades junto al cadáver. Falso, los comuneros lo desmienten.
También en un comunicado trataron de engañar a la opinión pública diciendo que brindan apoyo y asesoría jurídica a los deudos. Falso igualmente.
Isaí Chipahua, hermano del fallecido, lo desmintió, según lo publicado por NOTIVER. Además denunció que la fiscalía regional se negó a recibirles la denuncia por "instrucciones de arriba".
Se entiende que la fiscal general Verónica Hernández está reacia a investigar a los morenistas a pesar de la víctima muerta.
Su actuación solo reconfirma el sesgo partidista de la procuración de justicia a cargo de la tuxtleca.
EL MIEDO EN 'CAMIONETOTAS'
En el colmo del descaro, Ramírez Zepeta se atrevió pedir "empatía" y "no hacer leña del árbol caído" por ese crimen, aunque se entiende que la súplica no era por el fallecido sino por él e iba dirigida a la fiscal y a la gobernante Rocío Nahle.
Una petición ociosa porque de todos modos el nahlismo no lo llamará a cuentas mate a quién mate.
Sí, detuvieron al chofer dos días después y fue debido a la presión del escándalo, pero será un culpable utilitario a fin de cerrar el caso y dar impunidad a los responsables ulteriores que son sus jefes.
Para sacudirse al muerto, los guindas violaron todo, desde la ley hasta las cantaletas de "no mentir y no traicionar al pueblo" y "por el bien de todos, primero los pobres".
Y Ramírez se pitorrea a gusto de la cartilla moral que dictó el consejo de Morena en la que se prohíbe pasear en vehículos 'fifís' y hacer ostentación de la riqueza.
El choapense no solo se trepa en sus 'camiontetotas' de lujo sino que además mata gente pobre con ellas.
Por eso los uxpanapeños encararon furiosos al edil en funciones Alonso Jaimes durante el velorio exigiéndole que no se desentienda y gestione justicia.
Le fue bien porque los usos y costumbres del lugar marcan el linchamiento como desquite.
Esto último fue el motivo por el cual que Ramírez Zepeta salió en estampida tras arrollar al campesino.
Él es vecino del lugar -Las Choapas colinda con Uxpanapa- y sabe de la Fuente Ovejuna que le esperaba y la prioridad fue salvarlo a él, no al atropellado.
Vaya, el miedo no anda en burro sino en camionetas de lujo y a alta velocidad.
NADIE SE LE ESCAPA
Al crimen en Uxpanapa se suma el asesinato del excandidato morenista al ayuntamiento de Oluta, Marte Bárbaro Hernández Canuto perpetrado el martes 6 de mayo.
¡Doble mal fario: se llamaba Marte y lo mataron un martes! Ups.
Este empresario local financió a Morena desde el 2018 y le habían prometido la alcaldía oluteca en el 2021 pero le jugaron chueco.
Allá cuentan que Ramírez Zepeta solo "le bajó una lana" y lo dejó perder frente al emecista Mauricio Alarcón quien luego se pasó a Morena.
Cuando se trata de dinero, al famoso "Larra" no se le escapa nadie.
*Envoyé depuis Paris, France.