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TEXTO IRREVERENTE | ABURRIDOOO… - Estuvo peor que el sermón de las Siete Palabras en un Viernes Santo. Aburrido es la palabra que define al segundo debate entre los candidatos a la gubernatura realizado por el OPLE ayer domingo...

Estuvo peor que el sermón de las Siete Palabras en un Viernes Santo. Aburrido es la palabra que define al segundo debate entre los candidatos a la gubernatura realizado por el OPLE ayer domingo. No cayó sangre sobre arena, nadie terminó...

Por Andrés Timoteo

ABURRIDOOO…
Estuvo peor que el sermón de las Siete Palabras en un Viernes Santo.

Aburrido es la palabra que define al segundo debate entre los candidatos a la gubernatura realizado por el OPLE ayer domingo.

No cayó sangre sobre arena, nadie terminó derribado, ninguno salió noqueado y, por ende, no hubo ganador.

Ni por ‘default’ hay victoria asignada, así haya tantas gacetillas, ‘bots’ en las redes sociales y encuestas pagadas en el postdebate.

Empero, esto no significa que no hubiera puntos del contenido a resaltar porque delinean los ánimos entre los participantes a dos semanas de llegar a las urnas.

La candidata más “atacada” -si a eso se le puede llamar ataque- fue la zacatecana Rocío Nahle quien, por cierto, no aclaró -otra vez- el escándalo de su riqueza súbita. Nuevamente calló y otorgó.

Eso sí, utilizó algunos temas para erigirse como prototipo de víctima: la violencia contra la mujeres, el “clasismo” y “racismo” que ella misma citó y compaginó en ese tópico, y hasta la migración.

Se declaró -según su intencionalidad-: la migrante que sufre soy yo.

Dijo que hay 700 mil personas que viven en Veracruz, pero que no nacieron aquí y las ejemplificó en su propia persona acusando al peroteño José Yunes de discriminarla y violentarla.

Lo que hacen conmigo se lo hacen a los otros, parece su insignia mesiánica, pero al revés.

Y ahí sí que metió en un predicamento al priista quien momentos antes había prometido dar alojamiento para los que migran por trabajo a Veracruz.

Pero, ¿cómo darle a la zacatecana lugar en un albergue laboral si ya tiene muchas casotas de lujo? Vaya problema para el peroteño.

Ni modo, lo dejó callado. Risas.

Por cierto, Nahle prometió gobernar para esos 700 mil que viven en la entidad pero que no son de ahí, ¿y a los jarochos que se los coma el gato? Otro brete.

Ya en la semana había mandado a publicar en una gacetilla disfrazada de artículo de opinión que ella no necesitaba del voto jarocho, que con el sufragio de los ‘fuereños’ le era suficiente para ganar. ¿Cómo la ven?
Eso sí, disparó hasta tres veces la llamada ‘bomba sucia’ contra su rival al acusarlo que “es un adultero y mil cosas más”.

Es decir, machacó en un tema privado, personal, en un escenario donde se debe medir la vida pública.

Yunes Zorrilla hizo bien en no responder con un golpe a la vida privada de la zacatecana y eso que en su entorno familiar hay varios asuntillos poco decorosos.
Pero al usar ese obús de los asuntos personales, así como atacar a un tercero, el “Clan Yunes”, tras el que dice que el peroteño se esconde porque “es un cobarde”, Nahle proyectó cierta desesperación por no tener un misil de destrucción masiva exclusivo contra su competidor.
Otra cosa a resaltar es que Nahle salió a defender en varias ocasiones al gobierno de Cuitláhuac García y hasta mostró una gráfica asegurando que la violencia y los homicidios habían descendido en la entidad.

Y todavía peor: ¡defendió a la fiscala Verónica Hernández!

¿Por qué meterse en tal berenjenal?

Lo hizo por instrucción de palacio nacional.

Defender al gobierno morenista-cuitlahuista a pesar de los pesares para apostarle al ‘voto duro’ de la marca, del partido.

Por eso Nahle se dio ese ‘balazo en el pie’, no hay otra explicación.

LA MODA Y LOS MODOS

El peroteño Yunes la puyó haciéndola enojar, pero no al extremo ni con nada nuevo.

Tampoco dio primicia boxística y ni siquiera se atrevió a prometer la cárcel para Cuitláhuac García. No extraña, ya había dicho la filósofa Tava Ortega que “los tiene tibios”.

También desaprovechó otras oportunidades valiosas.

Por ejemplo, cuando hablaban de educación y el magisterio no le recriminó usar a los profesores como acarreados a sus mítines y al presupuesto de la SEV para costear su campaña.

En el tema de la violencia contra las mujeres no le recriminó abiertamente haber clonado a un colectivo feminista para autodefenserse de las acusaciones de corrupción.

Si acaso dijo vagamente que genera indignación el uso de la causa feminista para beneficio de una sola persona, pero no le puso nombre ni lugar ni asunto específico.

Claro, hay que subrayar que a excepción de los asuntos personales, el peroteño sí dio respuesta puntual a cada punzada que le hizo la morenista como cuando deslizó que el único clan mafioso era el de ella y su familia por hacerse millonarios con cargos públicos.

También al decir que la propuesta de “poner de moda a Veracruz” era propio de los desarraigados del estado ya que cuando algo se pone de moda significa que habrá un momento en que no lo esté.

O cuando se burló livianamente de su intención -que en realidad es una ocurrencia – de habilitar ‘camionetitas’ para repartir medicinas.

Y le soltó otros pequeños acicatazos: burlón, le espetó que tras el debate “serán otros los preocupados por las encuestas” y “la candidata de Zacatecas aceptó ligarse al gobierno de Cuitláhuac” luego de que se erigió defensora del cuitlahuismo, pero en lo general Yunes no abatió a Nahle.

La dejó ir viva.

En cuanto a los modos, si bien estos son anecdóticos sirven para la lectura de profundidad.

Nahle sonreía complacida viendo al emecista Hipólito Deschamps despotricar contra el peroteño y los Yunes azules.

¿Captaron su mueca de satisfacción como diciendo: dale, eso acordamos?

Ah y quedó pendiente la declinación de Deschamps por la zacatecana, pero todavía le quedan algunos días para hacerla.

*Envoyé depuis Paris, France.