Paz Ramírez/NOTIVER
Foto Hugo Garrido
Natalia González Villarreal, en su calidad de candidata del PRI a la alcaldía de Alvarado, aceptó en menos de media hora la invitación. No se lo pensó mucho y navega con la bandera de las causas de las mujeres.
¿Ya en la recta final?
Pues sí, ya me habían dicho que las campañas son toda una experiencia de vida. Y sí, lo estoy comprobando. O sea, la oportunidad de acercarte a la gente, que claro, yo como reportera tuve 11 años, entonces ya sabes que uno se mete a todas partes. Pero que la gente te reciba con tanta ilusión, que den una esperanza de que sí les puedas cambiar su situación de vida. Y yo no sé si porque soy mujer, a diferencia del resto de los competidores, pues me han recibido muy bien las señoras mayores, las líderes, las mamás. Y hay gente muy linda, que me abrazan, hasta me dan la bendición. Ay, yo te lo juro que eso, eso yo me lo llevo en el corazón.
¿Te imaginaste que iba a ser así?
Yo pensé que iba a ser más, pues no sé, pleito, conflicto. Pero esta parte humana de la cercanía, o sea, la gente que me abraza, que me da la bendición. Yo digo, a ver, independientemente del resultado, yo ya gané. Yo ya gané. Y luego, bueno, yo, mi formación como comunicadora, pero además tengo mi maestría en comunicación política. O sea, yo estudié y me especialicé en marketing político, entonces también la experiencia de yo hacer mi propia campaña, la parte creativa de mi campaña, mi eslogan, de mis fotos, de todo. Y es curioso, porque sí soy candidata, pero pues no puedo quitarme la parte de periodista, de comunicóloga. Estoy checando mis fotos, estoy checando lo que quiero comunicar, las frases, los spots, todo.
Me siento muy realizada haciendo algo donde puedo poner en práctica mis conocimientos teóricos, académicos, por un lado, y por el otro, esa parte de ir con la gente. Estuve en el Conchal. Me fui a meter al último lugar del Conchal y me encontré una pequeña cooperativa de productores y es muy triste, porque me dicen que ya no hay nada ahí. Se tienen que ir a Mandinga.
Y me decían que era una cooperativa como de 30, y ahorita nada más hay como 6. Yo me acuerdo, cuando era niña que iba a comer ahí, había 30 restaurantes, ahorita hay un restaurante. Bueno, así que los costos del progreso. Los costos del ahora, uno no es enemigo del progreso. Claro, en absoluto. Pero sí tiene que ser sustentable, ¿no? Entonces, ahí se requiere un programa de rescate, pues para que tampoco pierdan sus fuentes de empleo, todas estas personas.
Otras prioridades de las personas: es el agua, o sea, sí está afectando el agua en la colonia “La Libertad”, por ejemplo. Y todo lo que me decían, no tenemos agua, por favor, que nos traigan pipas. Me decían a mí, que si yo les llevaba una pipa, y yo, yo qué más quisiera. Llevarles pipas.
¿Cuál ha sido tu experiencia en cada etapa, de tu hija: el kínder, la primaria, la secundaria, y ahorita la universidad, me imagino?
Pues, mira, ya que me das la oportunidad de hablar del tema, sí para mí es muy importante decirte esto. Yo quiero hacer un acto de reivindicación a las madres que maternan solas. Yo nunca pensé que lo iba a vivir. Créeme, que es de las cosas más difíciles que hay, porque tienes que proveerles en lo que necesitan, económicamente, en sus estudios, ¿no? Y también, bueno, proveerles en lo emocional.
¿El paso de la adolescencia, la juventud, las decisiones de vida, y eso es una carga muy pesada?
O sea, no es que me moleste, pero digo, yo lo hago con todo mi corazón.
No la veías venir, entonces tuviste que agarrar el toro por los cuernos, como dicen
O sea, maternar en soledad, en individual, y tener toda la responsabilidad de lo que sale bien, de lo que sale mal, porque además se nos señala como sociedad a las mujeres. Si a mi hija le pasa algo, si mi hija, no sé, toma una mala decisión, la mamá es completamente responsable. ¿Y el padre ausente? ¿El padre ausente? O sea, tengo sobre mis hombros toda la responsabilidad de que ella estudie, sea una buena hija, que tome buenas decisiones, y aparte, cubrirle sus necesidades materiales. Está estudiando en México y aunque tiene una beca, que no me cuesta un peso, vivir en México es muy complicado.
sí ha representado para mí un reto que no visualicé. Yo nunca me vi como una mamá, ahora se nos denomina, mamás autónomas. Lo que antes eran mamás luchonas, bueno, yo que en los últimos años me he dedicado a hacer un trabajo de visibilización de la violencia contra las mujeres.
Yo no juzgo la decisión. Si una mujer decide casarse, quedarse en una relación que puede ser abusiva, por mantener el estilo de vida de sus hijos o por garantizar los estudios de sus hijos, que hay muchas mujeres que están haciendo eso. Y una vez que ya sus hijos ya se van, se separan.
Hay otras que tomamos decisiones distintas, mucho con ingenuidad, con desinformación. Ahora yo, en esta tarea que hago de divulgación, siempre advierto: Si van a tomar una decisión de separarse, prepárense económicamente, legalmente, red de apoyo, porque si la relación fue difícil, luego se le denomina ahora violencia post-separación, viene el castigo económico, la campaña de difamación, el chantaje, la violencia vicaria.
En tu caso, con tu hija también, ¿cómo llevarlo? Ha sido muy difícil escalar juntas. Ha sido muy difícil. Hay mamás viviendo estos procesos, perdemos funcionalidad, no podemos ser mamás 100% funcionales porque estamos resolviendo pagar la hipoteca, el juicio porque ya te demandaron y luego la campaña y que te están acosando en redes sociales y que es muy estresante, muy estresante.
Tú eres multitask en muchos sentidos.
Y ahora tienes que hacerlo para resolver. Y además, atravesando procesos, ¿no? Emocionales, psicológicamente. Ya no puedes ser 100% funcional para tus hijos. Y también eso los hijos lo resienten. Entonces, también hay un dolor muy grande de decir, pues, es que no puedo ser la mamá entera que quisiera ser. Por eso, también insistimos mucho que la violencia contra las madres es necesariamente violencia hacia los hijos. Porque se le causa un daño a la madre que ya no está 100% funcional. Entonces, hay un descuido no voluntario, involuntario, pero hay un descuido a los hijos. Imagínate una mamá que está deprimida, que está enferma, que está en cama llorando, que no se puede levantar.
¿Y trasladas el tema en este momento a campaña?
A todas esas mujeres que evidentemente están en todos los municipios y, pues, Alvarado tampoco es la excepción. Este es un fenómeno, sabemos que en Alvarado, como en todos lados, sí hay mucha violencia doméstica, no hay cultura de la denuncia, por eso hay una cifra negra, pues, de violencia familiar, pero hay muchísimas mujeres viviéndolo. Ahora no tienen opciones para salir de esto, no ven un camino, está mal visto.
Solo así que por los usos y costumbres, que tener marido es lo que te dignifica. Yo tengo muy claro que hay que trabajar con las mujeres, hay que empoderarlas.
¿Cuál es la población en Alvarado?
Mira, el último censo en Alvarado es del 2000, los datos que hay ahorita de Alvarado son del 2000, una población como de 57 mil, 58 mil personas. Yo creo que ahorita debe ser, no sé, tal vez 80 mil o más. Y bueno, como en todas partes, el 51% de la población son mujeres.
¿Por qué te animas a hacer política ahora? Mira, tiene justamente que ver con todo lo que te estaba yo platicando. Estoy muy de cerca trabajando con mujeres que están viviendo mucha violencia. No nada más mujeres, también hombres. O sea, también hombres. He de decirte que yo le he dado asesoría y orientación y mentoría a hombres también víctimas. Y bueno, y esto por extensión, recae sobre los hijos. Entonces, tenemos generaciones y esto se repite, y es entonces, yo tengo muy claro que ayudando a las mujeres, empoderándolas, dándoles las herramientas...
No se reconoce fácilmente. Todo empieza de que ni siquiera reconocemos. Pensamos que la violencia son golpes. Y la mayoría de la violencia no son golpes. Que te ignoren, o el control económico, o que te digan. Fíjate cómo se da la violencia, ¿no? Que te digan, yo te hago el súper. Yo voy y hago el... No te preocupes, yo voy y hago el súper, está bien. Y después me empecé a dar cuenta de que era un tema de control económico.
Fuiste cayendo de a poco,
En que tú estabas en una situación que a lo mejor la veías en la vecina, o en la compañera, en la amiga, y tú estabas en... Pero fíjate cómo no se da uno cuenta de las dinámicas del abuso. O sea, porque además se disfrazan de buenas intenciones. No, no, no, yo hago el súper, yo hago el súper... Yo tengo ya cinco años dedicándome a la difusión de esto.
Entonces, es educar, ¿no?
Con mujeres educadas, preparadas, empoderadas, se van a tomar mejores decisiones de vida en pareja. Y al tomar mejores decisiones de vida en pareja, ya no vamos a tener generaciones de niños con padres abandónicos o con mujeres deprimidas con cuadros de ansiedad o por abuso. Claro, esto es algo que se va a ir construyendo poco a poco.
Sí, oye, y en cuanto a la campaña, eres la única mujer
¿Por qué me animo? Porque yo estaba del lado de las activistas, ¿y qué pasa? Nos topamos con pared, nos topamos con que muy poco acceso a la justicia. A mí se me abre la oportunidad de una posición del otro lado, ya del gobierno, que es donde está el presupuesto público, los programas, ¿y la posibilidad de dar una ayuda real, por ejemplo, un refugio para mujeres? Y eso yo lo traigo como consigna, que en Alvarado ninguna mujer tenga que permanecer en una situación de abuso porque no tenga a dónde ir con sus hijos, ¿sí? Tengo clarísimo el tema de los refugios, por... Es tu bandera en campaña. Es una de mis banderas, ¿no? La capacitación a las madres de familia. Y también otra bandera que traigo es a los jóvenes.
Darles las posibilidades. Hay un tema entre los jóvenes en Alvarado, sobre todo en la cabecera. No tienen ilusiones. A mí lo más triste en la vida es no tener esperanza ni ilusión. ¿De qué va a hacer con su vida? O sea, ¿qué expectativa tienen? Digo, todos los trabajos son muy dignos, todos. Pero que sueñen más allá, ¿no? Entonces, yo también traigo como propuesta trabajar en áreas como una alberca olímpica. En Alvarado, en la cabecera, no hay una alberca pública. Apoyar generaciones de niños que sueñen con ir a unas olimpiadas, artes marciales, taekwondo. Motivarlos por esa parte, por la parte de los deportes. Y una pista de atletismo. Y sacaremos el presupuesto para llevar instructores, maestros de natación, de atletismo, de artes marciales. Y a lo mejor alrededor tenemos una delegación de jóvenes que estén en competencias nacionales o internacionales. Traigo también la idea de las artes, crear una donde aprendan música, donde aprendan canto. Y entonces, si ellos tienen la vocación de las artes, que además Alvarado, pues tiene músicos, trovadores y todo. También para esa parte. Y también hacer una escuela de robótica para los que tengan inclinaciones para las ciencias. Entonces, que digan, caray, pues sí puedo yo.
¿Qué vio el PRI en ti para invitarte de candidata?
Bueno, creo que en mi caso vieron mi perfil de la sociedad civil, mujer, académica, porque también está toda mi carrera académica como maestra, 15 años en las aulas, y ahora mi activismo con agenda de las mujeres, entonces yo estoy muy agradecida…
¿Les dijiste sí inmediato o te lo pensaste?
Lo pensé media hora. Muy agradecida con el partido que volteó a verme. Estamos del lado de la sociedad civil, donde nos topamos con pared, ir a tocar puertas a las instituciones, háganos caso, tenemos estas necesidades, albergues, justicia pronta y entonces digo ¡wow! Tengo la oportunidad de brincar del otro lado, y ahora sí que es “cancán por mí y por todos mis amigos.” Es que yo así lo veo, yo y conmigo vienen todas mis hermanas, entonces es cancán por mí y por todas. Yo con esa visión lo estoy viendo. No tengo yo intereses políticos de carrera, ni económicos. Es vivir la experiencia y ver si puedo servir y ayudar a quienes yo sé que lo necesitan.
Y además ser ejemplo para muchas personas. Porque decir sí se puede. Sí se puede salir del hoyo. O sea, de verdad, yo sí hace cinco años estaba en el hoyo. Es más, ahorita yo digo, ¡ay, guau! O sea, es impresionante hoy mantenerse con esa esperanza, yo hace cinco años estaba en el hoyo. Y ahorita soy candidata de un partido a la alcaldía. O sea, yo misma digo, ¡ay, no lo puedo creer! No lo puedo creer. Entonces, también es un poco llevar este mensaje, que sí se puede y que la vida continúa. Y que sí podemos salir del hoyo y volver a recuperarnos y volver a hacer acopio de sí, sí, sí. Y reconstruirnos.
Entonces hay muchas, muchas razones por las que acepté la candidatura. Es difícil. Es cansado. Sí. Obviamente.
¡Tu hija te da ánimo!
Mi hija es la que más me echa porras. Y la que más me presume en sus redes sociales. Con mucho orgullo… ¿Ella qué está estudiando? Ella está estudiando en el CEA, en Televisa. Ahí aplican como cinco mil o seis mil. Y quedó ella. En la primera quedó y sin palancas y sin nada. Y pues allá está cumpliendo ese sueño con un dolor para mí, porque pues es mi única hija. Y pues yo no tengo hermanos. Mis papás ya murieron. Yo me quedé solita. Pero pues uno lo que quiere es que los hijos vuelen.