
Por Andrés Timoteo
UN DUELO DESIGUAL
El tabasqueño Adán Augusto López y la zacatecana Rocío Nahle no se quieren desde hace tiempo.
Incluso, trascendió que el primero le pidió al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, con quien se habla de 'hermano', que no postulara a la secretaria de Energía por la gubernatura de Veracruz.
Le presentó como opción al diputado minanteco Sergio Gutiérrez Luna y le expuso todos los negativos que tenía Nahle, pero López Obrador no quiso romper el acuerdo que ya tenía con la zacatecana la cual llevaba años siendo su recaudadora de recursos con personajes del priismo -duartismo-fidelismo-.
Es decir, Nahle ya había pagado su candidatura.
Ese envite lo ganó Nahle, fue candidata y luego gobernadora.
Pero López Hernández le ganó otra jugada a la zacatecana al arropar al exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares y a su hijo, ambos senadores, uno suplente y otro titular, cuyo votó sirvió para aprobar la reforma judicial.
López medió con el expresidente a favor de los Yunes, detuvo los procesos judiciales en su contra y con ello le ató las manos a Nahle ante cualquier intención de vengarse con una persecución judicial. Además acogió al junior Yunes en su burbuja legislativa.
Hace días le acaba de entregar la presidencia de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, una de las más influyentes de la cámara alta. Eso forzosamente se lee como otro golpe a la zacatecana pues empodera a quienes considera sus enemigos.
La reacción de la misma no podría tener más exasperación: "Adán, que siga abrazando lo que quiera, allá él, Morena se lo demandará".
Eso suena a rabieta y amenaza cebada o sea que no prosperará.
Morena no está a disgusto con los Yunes como aliados.
Quizás a nivel estatal los nahlistas expresen su rechazó a ese arropamiento, pero su influencia política es mínima.
Nahle no tiene pujanza en el partido.
La zacatecana presume ser amiga de la presidenta Claudia Sheinbaum y pertenecer a los 'puros' de Morena, pero hasta el momento ninguno de esa corriente política a salido a respaldarla en su repudio a los Yunes.
Nahle será de 'los puros', pero no es de 'los hermanos' de tabasqueño Obrador como sí lo es López Hernández.
De ahí que la percepción es que está sola en su desprecio a los Yunes y parece que se quedará con las ganas de fastidiarlos. Parece, se insiste.
La siguiente pulsada entre López y Nahle serán los comicios municipales.
Ahí se verá si se cumple el otro acuerdo para que los Yunes conserven cotos de poder local, entre ellos los ayuntamientos de la conurbación Veracruz-Boca del Río.
Algunos especulan que en el altiplano se tomó la decisión salomónica de dejarle al nahlismo el puerto y permitir que el yunismo conserve Boca del Río, y eso sería otra humillación para la zacatecana porque entonces su amiga, la diputada local Bertha Ahued Malpica, sería obligada a perder.
La sacrificarán y por supuesto que esa decisión no se la consultaron a Nahle.
¿Será cierto?
Ya se verá en las semanas venideras. Por lo pronto y considerando lo que está sobre la mesa se puede decir que el duelo entre la zacatecana y el tabasqueño es desigual.
Uno le hace travesuras y la otra hace rabietas.
Y va ganando el chontalpeño.
CAMPAÑA DE 'SELFIES'
El expresidente López Obrador visitó más de treinta veces Veracruz ¿Veracruz se benefició con esas visitas?
Para nada, la entidad no recibió mayor inversión pública que otras ni despuntó en desarrollo en los últimos seis años.
Vaya, hubo otros estados menos visitados que registraron un crecimiento superior en lo económico y lo social.
Ahora con Claudia Sheinbaum la historia se repite.
Los 'chairos' brincan de contentos porque la defeña estuvo tres días en la entidad y hablan de logros, pero en términos realistas la gira fue improductiva.
¿Qué hizo?
Entregó tarjetas del Bienestar -algo que ya existe-, supervisó obras del recinto portuario- que ya existe-, anunció la llegada de cruceros internacionales -lo que han prometido los gobernantes desde hace treinta años- y también la recuperación de la industria petroquímica, promesa que también se ha hecho en las últimas tres décadas.
Anticipó la construcción de una universidad "Rosario Castellanos", es lo nuevo pero no deja de ser algo inexistente aún. Promesas también son la reparación de carreteras y hospitales. Todo insustancial.
Hay quienes afirman que la intención de la gira fue político-electoral pues varios aspirantes a competir en las municipales aprovecharon para fotografiarse a su lado aun cuando la competencia formal todavía no empieza y lo que hay es la pugna intestina en Morena.
¿Las 'selfies' definirán las candidaturas? Así quieren hacerlo creer los que posaron en las mismas, pero los 'dedazos' en las giras presidenciales son cosa del pasado.
Los que así lo aseguran no son otros que los opinadores de la 'vieja guardia' que añoran los rituales anquilosados.
Cuántas veces se fotografiaron Manuel Huerta, Patrocinio Cisneros y Zenyazen Escobar al lado de López Obrador en sus giras filtrando que por salir en las fotos eran los favoritos por salir en las fotos y no fueron candidatos a la gubernatura.
Ahí está la efectividad de la campaña de 'selfies'.