El Real Madrid empató 1-1 en el Derbi contra el Atlético en un choque correspondiente a la Fecha 23 de LaLiga, con lo que sigue líder al mantener la ventaja de un punto entre ambos, y el Barcelona podría recortar la distancia si le gana al Sevilla.
El argentino Julián Álvarez adelantó a los colchoneros de penal a lo panenka al 35’, pero el francés Kylian Mbappé puso las tablas en el marcador tras un error defensivo de los rojiblancos a los 50 minutos de juego.
La tensión y la intensidad de ambos equipos primaron en la primera parte, a la altura del derbi.
A los cuatro minutos, los visitantes avisaron con una contra rapidísima, pero el brasileño Samu Lino no acertó en su pase al francés Antoine Griezmann y éste no pudo controlar el esférico para encarar solo la portería.
Diez minutos más tarde, Lino finalizó con un remate desde el balcón del área, pero la pelota se marchó demasiado cruzada.
Desde ese instante, el conjunto blanco empezó a dominar la posesión y crear ocasiones de peligro con más insistencia. En el 20, Vinicius lanzó un zurdazo al palo corto desde la frontal tras una pérdida de Pablo Barrios.
Cuando mejor estaban los pupilos de Carlo Ancelotti, un pisotón del francés Aurelién Tchouameni sobre Lino fue castigado con un penal después de que el árbitro revisara la jugada tras ser llamado por el VAR, lo que provocó una airada protesta de los aficionados locales, molestos por la actuación del colegiado el pasado sábado en la derrota ante el Espanyol, que llevó a la entidad madridista a enviar una dura carta contra el colectivo arbitral.
Con sangre fría, Álvarez anotó a la panenka desde la pena máxima, dejando sin reacción a Courtois, el primer penal en contra para el Real Madrid desde que comenzó la temporada en LaLiga.
Tras la reanudación, la escuadra merengue se lanzó a por el empate, que llegó pronto cuando el brasileño Rodrygo puso un balón al punto de penal para el disparo del inglés Jude Bellingham y el rechace de la zaga lo cazó Mbappé para perforar la red.
Aupado por el aliento de los seguidores, el Real Madrid tomó el mando y su rival se achicó, hasta el punto que el guardameta Jan Oblak tuvo que emplearse varias veces para frenar la ofensiva rival.
Este resultado deja al rojo vivo el futbol español, ya que el Barcelona se encuentra ahora, con un partido menos, a cuatro y tres puntos de los dos cabezas de la clasificación.