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¡SE ENCERRARON LOS CARDENALES Y VOTAN!

Tras la primera votación de los 133 cardenales que están en cónclave, salió humo negro de la chimenea colocada en la Capilla Sixtina del Vaticano, lo que significa que no hubo consenso para la elección de un nuevo Papa...

¡SE ENCERRARON LOS CARDENALES Y VOTAN!

Durante los días que dure el cónclave se realizarán cuatro votaciones en total: dos por la mañana y otras dos por la tarde, hasta que un cardenal reúna los 89 votos que se requieren, es decir, a dos tercios del total

ROMA. (Agencias).- Tras la primera votación de los 133 cardenales que están en cónclave, salió humo negro de la chimenea colocada en la Capilla Sixtina del Vaticano, lo que significa que no hubo consenso para la elección de un nuevo Papa.

A las 9:47 horas, las puertas de la Capilla Sixtina fueron cerradas para que los cardenales emitieran su primer voto en secreto, con el fin de elegir al sucesor de Francisco, quien murió el 21 de abril pasado.

Antes del cónclave, hubo una misa conocida como “Pro Eligendo Papa” encabezada por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista.

Durante los días que dure el cónclave se realizarán cuatro votaciones en total: dos por la mañana y otras dos por la tarde, hasta que un cardenal reúna los 89 votos que se requieren, es decir, a dos tercios del total.

En 2012, Francisco fue elegido Papa en la votación número cinco, correspondiente al día dos de cónclave. Logró alrededor de 90 votos.

Benedicto XVI, en el 2005, logró entre 84 y 115 votos y fue electo en la votación número cuatro.

Juan Pablo II fue electo en la votación ocho, día tres de cónclave.

Horas antes, con el grito de “extra omnes” —“todos fuera” en latín— las enormes puertas de la Capilla Sixtina se cerraron y los cardenales comenzaron el ritual secreto y centenario para elegir a un nuevo líder de la Iglesia Católica, dando inicio al cónclave más geográficamente diverso en los 2.000 años de historia de la fe.

Los cardenales, vestidos de rojo, ingresaron de dos en dos a la Capilla Sixtina entonando la meditativa “Letanía de los Santos” mientras una fila de guardias suizos se mantenía en posición de atención.

El himno, y el que le siguió, imploran a los santos y al Espíritu Santo que ayuden a los cardenales a encontrar un sucesor del papa Francisco para liderar la Iglesia Católica, que cuenta con 1.400 millones de fieles.

El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado durante el reinado de Francisco y un fuerte candidato a sucederlo como papa, encabezó el proceso como el cardenal de mayor edad, pero menor de 80 años, elegible para participar en el cónclave.

Hablando en latín, Parolin se situó ante la obra maestra de Miguel Ángel “El Juicio Final” y dirigió a los cardenales en un extenso juramento. Cada uno lo siguió, colocando su mano sobre el Evangelio y prometiendo en latín mantener el máximo secreto.

El dramático ritual fue más colorido de lo que incluso Hollywood podría crear, un despliegue de colores, cánticos, incienso y solemnidad que subrayó la seriedad del momento.

Afuera, en la Plaza de San Pedro, cientos de personas observaban el proceso en pantallas gigantes hasta que la transmisión del Vaticano se cortó.

Procedentes de 70 países, los cardenales se aislaron del mundo exterior, entregaron sus celulares y se bloqueó la cobertura alrededor del Vaticano para evitar que puedan comunicarse hasta que encuentren un nuevo líder para la institución, que cuenta con 1.400 millones de fieles.

Francisco nombró a 108 de los 133 “príncipes de la Iglesia”, eligiendo a muchos religiosos a su imagen y semejanza de países tan lejanos como Mongolia, Suecia y Tonga, que nunca antes habían tenido representación cardenalicia.

Su decisión de superar el límite habitual de 120 cardenales electores e incluir a más jóvenes del llamado “sur global” —aquellos países a menudo marginados y con menos poder económico— ha inyectado un grado inusual de incertidumbre en un proceso que siempre está rodeado de misterio y suspenso, con señales de humo que indicarán al mundo si se ha elegido un papa o no.

Muchos no se conocían hasta la semana pasada y lamentaron no haber tenido más tiempo para hacerlo, lo que plantea dudas acerca de cuánto tiempo podría tardar un religioso en asegurar la mayoría de dos tercios, u 89 votos, necesarios para convertirse en el 267mo pontífice.

“Esperar y ver, un poco de paciencia, esperar y ver”, expresó el cardenal Mario Zenari, embajador del Vaticano en Siria.

Una misa final y después “Todos fuera”

En las primeras horas del día, el decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re, presidió una misa matutina en la basílica de San Pedro, donde instó a los votantes a dejar de lado los intereses personales y encontrar un papa que valore la unidad.

El mundo de hoy necesita un líder que pueda despertar conciencias, expresó.

“Oremos para que Dios conceda a la Iglesia un papa que sepa cómo despertar mejor las conciencias de todos y las energías morales y espirituales en la sociedad actual”, dijo Re.

Les recordó que la majestuosidad de los frescos de la capilla, y en particular los de Miguel Ángel, busca recordar a los cardenales la gran responsabilidad que tienen por delante.

En su normativa para el cónclave, san Juan Pablo II escribió que, en la Capilla Sixtina,

“todo es propicio para una conciencia de la presencia de Dios”.

Después de que los cardenales presten sus juramentos, el maestro de ceremonias litúrgicas papales, el arzobispo Diego Ravelli, pronunció la frase en latín “extra omnes”, y quienes no tienen derecho a voto se retiraron antes de que las puertas de la capilla se cerraran.

Un cardenal anciano se quedó para ofrecer una meditación, pero después de que terminó, él también tuvo que salir.

Aunque los cardenales expresaron esta semana que esperaban un cónclave corto, es probable que haya varias rondas de votación.

Durante el último siglo, se han necesitado entre tres y 14 votaciones para encontrar papa.

Juan Pablo I —quien gobernó la Iglesia durante 33 días en 1978— fue elegido a la cuarta.

Para dar con sucesor, san Juan Pablo II, se necesitaron ocho rondas.

Francisco salió en la quinta en 2013.