Por Andrés Timoteo
QUINCENA DE MENSAJES
En los primeros quince días del nuevo gobierno estatal hay acumulados varios hechos violentos en la entidad que deben leerse como mensajes a las nuevas autoridades: una masacre en Hueyapan de Ocampo -que la han querido negar-, un político asesinado -el diputado federal por Zongolica, Benito Aguas-.
También un robo con violencia en las carreteras -el tractocamión que transportaba equipo musical de un cantante-, la advertencia internacional por la violencia que domina la entidad -emitida por el gobierno de Francia para evitar visitar Veracruz- y ahora el asesinato de dos policías.
Sucedió el viernes en el sur de Veracruz, sobre la carretera Sayula de Alemán-La Tinaja, a la altura del poblado Rancho Nuevo, donde un grupo de policías municipales de San Juan Evangelista fue emboscado por delincuentes y dos agentes perecieron en el atentado.
No fue un enfrentamiento o "topón", como se le llama en el argot gansteril, sino un ataque directo y dirigido.
Lo que ha trascendido es que los ataques usaron las cadenas de clavos llamadas 'poncha-llantas' y también granadas contra la patrulla.
Iban tras los policías como parte de un supuesto desquite porque les obstruían y combatían sus actividades delictivas, especialmente el 'cobro de piso' a todos en esa región, es lo que ha divulgado la autoridad.
¿Se lo creen? Obviamente no. Los policías municipales no combaten delitos federales y además es sabido que están sometidos al crimen organizado ya sea por voluntad propia, obligados o dispuestos por las autoridades municipales.
Más bien el ataque con esos dos policías muertos es un mensaje para la administración de la riograndeña Nahle.
¿Lo han notado que ha callado al respecto?.
Ella y también su secretario de Seguridad Pública, Alfonso Reyes. Bueno, si este señor fue de pocas palabras en su primer encuentro con la prensa, ahora de plano de quedó mudo.
No es casual que Nahle hay acusado recibo en solo de tres de esos cinco casos de violencia acontecidos en las dos primeras semanas de su gestión: del robo al equipo del cantante -el cual inicialmente negó su aparato de prensa-, de la alerta por inseguridad emitida por Francia y del homicidio del legislador Aguas Atlahua.
Y se ha mantenido silente sobre la masacre de Hueyapan de Ocampo y ahora sobre el asesinato de los dos policías de San Juan Evangelista.
¿Por qué?
Que el lector saque sus conclusiones, aunque los hechos ahí están y es evidente el mensaje del crimen organizado donde hay personajes del pasado, por supuesto, y algunos hasta ligados con el partido y el régimen guindas, como ya se dijo.
EL 'JA-JA' POLICÍACO
Sin duda, la primera quincena del nahlato no ha sido fácil por el pulso contra la gobernante. Vaya, no pasaron ni veinticuatro horas de que la señora dio la orden para que la policía estatal, de tránsito y vialidad dejaran de decomisar vehículos automotores a fin de terminar con los abusos contra la ciudadanía, para que los aludidos se pitorrearan de ella.
Se burlan concretamente de la disposición para frenar las extorsiones de las empresas de grúas que trasladan los vehículos incautados de manera abusiva por los agentes.
Ambos, grueros y policías, llevan años extorsionando a los conductores a los cuales les cobran cantidades exorbitantes de dinero a cambio de liberar las unidades.
Claro, no es que el secretario Reyes haya desobedecido a su jefa, pero sí sus subalternos que le siguen respondiendo a los que se fueron.
La historia es que el 5 de diciembre, la zacatecana dirigió un oficio a la dependencia para prohibir que todo agente de tránsito, vialidad y policíaco continuaran abusando de los conductores y usaran el servicio de grúas para incautar vehículos.
La medida fue tomada por algunos como un 'manotazo sobre la mesa' y los propagandistas del régimen la difundieron como "el se acabó la corrupción".
Risas.
Sin embargo, al día siguiente, el 6, los agricultores José Andrés Ferto Colorado y Gerardo Colorado Jiménez, productores de papá en Ayahualulco, fueron atracados por policías de la SSPE cerca de Coatepec.
Los detuvieron a golpes y con disparos al suelo, les robaron 2 mil 500 pesos que traían y además les exigieron mil 600 para liberarlos y también les incautaron su camión con la mercancía incluida.
A la unidad la llevaron a un corralón usando una grúa -de esas que anunció Nahle que ya no operarían- y les exigieron 75 mil pesos para devolverla. Este abuso fue denunciado directamente por las víctimas y quedó registrado por la prensa.
COMO MANDIBULÍN
Pero el defeño Reyes Garcés no ha dicho nada de la travesura que sus chicos le hicieron a la zacatecana Nahle y con la cual le estropearon el flamante 'manotazo sobre la mesa'.
El funcionario sigue mudo.
Además solo hay que preguntarles a los automovilistas de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río si es verdad eso de que ya se acabaron las extorsiones y las grúas abusivas. Sí cómo no.
¿Cuál es a lectura de todo esto?
Que este señor ni la señora han logrado imponer su autoridad, los subalternos no los obedecen y hay un desgarriate en la cadena de mando.
Están como Mandibulín, nadie los respeta. Más risas.
*Envoyé depuis Paris, France.
