
Por Andrés Timoteo
EL DORMIDERO
¿Qué tendrá el municipio de Emiliano Zapata que muchos quieren su alcaldía?
Despreciado y minimizado durante años, ahora esta municipalidad tiene diez aspirantes guindas para dirigirla.
Cierto, su cercanía a la capital del estado y la vastedad de recursos naturales -tierras fértiles, manantiales y, lo más codiciado, espacio de plusvalía para que crezca la conurbación con Jalapa-, lo hacen atractivo.
Más que su presupuesto anual, son los potenciales negocios que se pueden hacer con estos recursos y, por supuesto, al amparo del poder.
Este municipio adquirió notoriedad en el sexenio reciente cuando se le apodó como "El Dormidero" y no se habla de los capos del crimen que comúnmente colocan a sus familias en cierto lugares -allí duermen ellos mismos- que gozan de una "paz narca" sino de los políticos.
Lo apodaron así porque al exgobernante Cuitláhuac García paraba muy seguido por ahí donde hacía fiestas interminables y en cuya alcaldía colocó a uno de sus favoritos, Erick Ruiz Hernández.
Emiliano Zapata era, pues, el "dormidero" de García Jiménez y por eso resaltó con cierta influencia política -desde la alcoba, dicen los maledicentes-.
Con este contexto, ahora hay una decena de precandidatos morenistas para las municipales, aunque algunos afirman que la postulación ya está decidida desde ahora para uno que ni siquiera es nativo de allí.
Es Víctor Manuel Peña Olavarrieta sedicente sobrino de José Luis Peña, el esposo de la gobernante Rocío Nahle.
Al parecer los Peña-Nahle le tienen el ojo puesto al municipio por los negocios que representa y la riqueza que les generaría. Entonces, Emiliano Zapata pasaría de ser "El Dormidero" al "El Familiero".
Cierto, a pesar de que los agoreros ya definen la candidatura municipal para el pariente de los Peña-Nahle hay otros aspirantes que buscan competir con la familia en el poder y, si acaso, arrebatarles tal postulación.
Por ejemplo, el grupo del exmandatario Cuitláhuac García impulsa, por medio del actual alcalde Ruiz Hernández, a Alma Ruiz Maldonado quien fue la presidenta del DIF municipal.
Aunque se apelliden igual, no son parientes, según lo afirman, pero ella sí es la alfil del munícipe para cubrirle las espaldas si llega a ser su sucesora, algo que se ve difícil porque la administración actual resultó un fiasco y una 'robadera' que tiene enojados a los zapatenses.
EL TESORITO
Inicialmente Ruiz Maldonado no era la candidata del alcalde sino su tesorero Jesús Ángel Molina Robles con quien tiene una pública cercanía al grado que en el cotilleo lo apodan "El Tesorito" -risas- y es quien realiza los negocios -robos- para el edil.
Vaya, los lugareños están indignados porque el municipio no ha tenido una sola obra pública importante mientras que "El Tesorito" pasó en tres años de manejar un automóvil Chevy del año 2015 a tener tres camionetas de lujo con valor de un millón de pesos cada una y ser propietario de locales comerciales en Plaza Ánimas, Plaza del Juguete y Plaza La Cima en Jalapa.
Además le adjudican una mansión en la comunidad El Chico -dicen que en realidad es propiedad del alcalde Ruiz- y que ha adquirido en los últimos dos años al menos doce predios rústicos con alto potencial inmobiliario.
Ruiz y Molina acumularon todo eso a sabiendas de que tenían la protección oficial dada su cercanía con García Jiménez a pesar de los rumores sobre que el segundo era parte de la discordia en "El Dormidero".
Un culebrón financiero-romántico.
EL COBRADOR
Por su lado, el local diputado Diego Castañeda en alianza con el delegado del Bienestar, Juan Gómez, promueven al exdirigente priista Renato Alarcón quien no es precandidato formal de Morena pero lo intentan incrustar a través de la alianza con el PVEM, al cual está afiliado.
Se dice que Alarcón le inyectó diez millones de pesos a la campaña de Nahle a través del propio Castañeda y ahora exige que le paguen esa deuda con el ayuntamiento zapatense.
El tipo alega que se lo deben y en efectivo. Risas de nuevo.
Pero sus aspiraciones son parcas porque cobrarles 'a lo chino' a los Peña-Nahle es echárselos de enemigos dado que el cónyuge Peña tiene fama de mala-paga e intolerante con los cobradores, además de que no le dejarán el negociazo que representa el municipio.
Entonces, el gris Alarcón se quedará como las tanderas de la colonia: esperando el pago.
Hay otros aspirantes a la candidatura zapatense que son más de lo mismo. Unos que siempre han buscado la alcaldía por uno u otro partido y no dan golpe como Daniel Baizabal, ¡ya siéntense señor!
Y otros como el neomorenista Gabriel Guzmán quien paga sendas gacetillas en la prensa jalapeña para promocionarse y tratar de tumbarle la nominación al sobrino del sexenio, Víctor Peña.
En cambio, los morenistas de cepa, fundadores de partido y líderes comunales que se inscribieron el proceso interno y de entre quienes debería salir el candidato están siendo ninguneados.
Ni siquiera serán consultados entre la militancia pues no tienen los dos requisitos que les interesa a los que mandan en Morena y en el gobierno estatal: dinero para comprar la candidatura o mañas para facilitar los negocios.
*Envoyé depuis Paris, France.