* Arremetió contra los Gobiernos europeos por manejo de migración y lo que describió como censura de libertad de expresión
MÚNICH. (Agencias).- El Vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, arremetió ayer contra los Gobiernos europeos por su manejo de la migración y lo que describió como su censura de la libertad de expresión.
En la Conferencia de Seguridad de Múnich, Vance dijo a los líderes europeos que su mayor amenaza a la seguridad no son las agresiones militares de Rusia o China o la interferencia electoral desde Moscú.
Apuntó a lo que él llamó "el enemigo interno": su represión de los valores democráticos, de la libertad de expresión y la marginación de partidos considerados extremistas.
El discurso sorprendió y silenció a cientos de asistentes a la Conferencia, un foro donde políticos de alto nivel, diplomáticos y analistas se habían reunido esperando escuchar los planes de la Administración Trump para poner fin a la guerra en Ucrania y la defensa de Europa contra una creciente amenaza rusa en el futuro.
"Ningún votante en este continente acudió a las urnas para abrir las compuertas a millones de inmigrantes no verificados", declaró Vance.
El Canciller alemán, Olaf Scholz, le respondió en redes sociales: "Rechazo expresamente lo que dijo el Vicepresidente estadounidense Vance. Desde la experiencia del nacionalsocialismo, los partidos democráticos en Alemania tienen un consenso común: el bloqueo a partidos de extrema derecha".
Por su parte, el Ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, dijo que no podía dejar pasar ese discurso sin realizar comentarios y afirmó que, a nueve días de las elecciones en su país, es "inaceptable" trazar un paralelismo entre la región y los Gobiernos autoritarios.
"Si lo entendí correctamente, él compara las condiciones en varias partes de Europa con las de los regímenes autoritarios. Eso no es aceptable, y no es la Europa ni la democracia en la que vivo y en la que actualmente hago campaña", lamentó.
Vance también comentó a los líderes europeos que "si se postulan con miedo a sus propios votantes, no hay nada que Estados Unidos pueda hacer por ustedes".
Además, expresó a los presentes que ninguna democracia podría sobrevivir diciéndole a millones de votantes que sus preocupaciones "son inválidas o no merecen ser consideradas".
"La democracia se basa en el sagrado principio de que la voz del pueblo importa. No hay lugar para cortafuegos".