*Manuel Alejandro de 19 años se puso muy mal y ya fuera de si se introdujo a la casa de una vecina que lo acusó de intento de violación
* Fue internado en el anexo Nuevo Amanecer pero el personal lo vendó de los brazos a la cintura, Manuel Alejandro seguía enloquecido, mordió las protecciones de fierro de las ventanas y se “voló” un diente, así pasó el fin de semana, generando terror entre los demás internos
Por FEDERICO GARCIA
Reportero de NOTIVER
En poco menos de un año, un estudiante del CBTIS 113 de Las Choapas se hundió en las drogas y murió mientras estaba en el anexo “Nuevo Amanecer”, donde cuentan gritaba que se sentía el diablo.
Manuel Alejandro M.A., de 19 años, creció en su vivienda de la colonia El Arbolito, en Las Choapas, actualmente cursaba el sexto semestre en el CBTIS 113 de Las Choapas.
Hace menos de un año, Manuel Alejandro ingresó al oscuro mundo de la drogadicción ingiriendo un carrujo con marihuana, droga que le suministró su propio padre el jornalero Roberto M.S.
Cuentan unas personas cercanas a la familia que, hace ocho días, Manuel Alejandro “quemó” y consumió una bola de droga, junto con su padre, lo que lo puso muy mal y ya medio loco se introdujo a la casa de una vecina en calle 5 de septiembre, poco después lo detuvo la policía preventiva.
Por ese hecho lo acusaron de intento de violación y allanamiento de morada, la policía lo arrestó y, cuando estaba en la audiencia en el juzgado, el chico no podía ser controlado, estaba agresivo, alterado, se mordió los brazos e incluso se golpeó la cabeza contra los barrotes de la celda.
Al momento que el estudiante quedó en libertad, sus hermanos lo internaron en el anexo Nuevo Amanecer, pagaron los dos mil 500 pesos por ingreso y los 400 semanales, regresarían al mes siguiente para cumplir con la primera visita.
Ya en el centro filantrópico Nuevo Amanecer, Manuel Alejandro ingresó al área de Dormitorio Hombres 2, iba lesionado porque él mismo se infringió las lesiones, según contó el encargado Juan “N” y corroborado por los familiares.
El viernes, a las 22:00 horas, el interno Manuel Alejandro golpeó a otro de los internos y le “reventó” la boca, andaba extremadamente agresivo y decía a cada momento que era el diablo, que le gustaba la sangre y mordía los dedos de sus manos y sus antebrazos.
El personal del anexo le vendó los brazos y la cintura, Manuel Alejandro seguía enloquecido, mordió las protecciones de fierro de las ventanas y se “voló” un diente, así pasó el fin de semana, generando terror entre quienes estaban en el anexo.
Al inicio de la semana, el lunes, Manuel Alejandro anduvo cantando y, al filo de las 20:00 horas, quedó como trabado, lo cargaron para sacarlo al patio y el médico constató que ya no contaba con signos vitales, había muerto.
Consta en la Carpeta de Investigación LCH/DXXI/F1/176/2025 que, por el consumo de droga, un estudiante del CBTIS 113, con un futuro prometedor, perdió la vida en poco menos de un año en un municipio del sur de Veracruz.
