AMANECIENDO EN JUEVES SANTO
* En el Valle de Orizaba
Por Rodrigo Barranco Déctor/NOTIVER
Justo en el Jueves Santo, el último día que Jesús sé reunió con sus 12 apóstoles sucedió un milagro en la región de las Altas Montañas del estado de Veracruz, que es azotada por varios incendios forestales que han devastado más de 2 mil hectáreas.
Ayer, a primeras horas de la mañana, la lluvia apareció de repente en el Valle de Orizaba humedeciendo los cerros que la rodean, en donde voluntarios y autoridades luchan desde el domingo por apagar el fuego que consume la vegetación.
Desde el miércoles, pobladores reportaban que había neblina densa, por lo que muchos ciudadanos de la ciudad de Orizaba salieron a rezar a las iglesias para pedir por sus vecinos de Ixtaczoquitlán, Ciudad Mendoza, Nogales, Acultzingo, Maltrata y Huiloapan de Cuauhtémoc.
Como un milagro del Jueves Santo fue tomada la lluvia que cayó a primeras horas y que humedeció toda la región que hace frontera con el estado de Puebla.
Y es que, esto permitió que tanto los voluntarios y las autoridades tuvieran una labor más fácil para apagar los siniestros que todavía estaban vivos por la tarde, aunque casi controlados en su totalidad.
Incluso, cerca de las 17:00 horas de ayer, en Nogales, los rescatistas y pobladores echaron porras y aplausos al último helicóptero de la Secretaría de Marina-Armada de México que voló para arrojar agua, debido a que en ese sector no era necesario gracias a la lluvia.
En las próximas horas estiman que siga el clima con ese fresco, por lo que el gobierno del estado podría levantar la alerta por la contingencia este fin de semana.
Sin embargo, falta trabajo para reforestar de manera inmediata las áreas afectadas puesto que, el daño al medio ambiente podría ser de grandes proporciones.