® Notiver La Noticia En El Momento Que Sucede. Todos los Derechos Reservados

"SOY UNA LITIGANTE MUY FEROZ" - INGRID TAPIA ---LA ENTREVISTA---

La bautizaron como Ingrid de Los Ángeles Tapia Gutiérrez. Socialmente la conocen como Ingrid Tapia y, para efectos de su aspiración a ser ministra de la Suprema Corte de Justicia, es la número 30.

"SOY UNA LITIGANTE MUY FEROZ" - INGRID TAPIA ---LA ENTREVISTA---

Paz Ramírez Delgadillo/NOTIVER

La bautizaron como Ingrid de Los Ángeles Tapia Gutiérrez. Socialmente la conocen como Ingrid Tapia y, para efectos de su aspiración a ser ministra de la Suprema Corte de Justicia, es la número 30. Ha llevado casos de gobernadores, igual que de actrices en la política como a Irma Serrano… tardó en saber que a quien tenía que defender era a sí misma.


Hola, ¿cómo hay que hablarle, de tú o de usted?

Háblame de tú, por favor, me sentiría muy honrada. Pregúntame lo que quieras sin filtros.


Queremos conocer a la persona, a Ingrid Tapia.

Socialmente he usado más de 35 años el nombre de Ingrid Tapia, desde niña pues, porque mis padres me bautizaron como Ingrid de Los Ángeles Tapia Gutiérrez, que no cabe en ninguna solicitud, en ninguna tarjeta de crédito, en ningún lado.

Yo soy de la Ciudad de México, nací el trece de diciembre de 1967 en un barrio bravo de la Ciudad de México que se conoce como la colonia Del Valle, de clase media... media... media. Soy la hija de en medio de tres hermanos, ya solo vive un hermano más que vive en Nueva York. Presido un hogar monomarental, tengo tres hijos ya son adultos todos, de 23, 25 y 32 años, y aparte me hago cargo de tres chavales de 85 años de edad: mi papá, mi mamá y mi tía, que me hacen el favor de vivir bajo mi resguardo porque eso pidieron, estar bajo mi cuidado. Me siento muy agradecida por ello.


Y en todas estas etapas, como hija, como madre, profesionista, al día de hoy, ¿se han cumplido metas?

Yo soy el abogado que siempre soñé ser, que quise ser, ¿sabes? Desde joven decidí que quería ser un abogado rico y famoso, prestigioso. Soy lo que soy y en ese sentido sí me siento muy plena. Nunca he sido empleado ni público ni privado, yo abrí un despacho con mi hermano que murió a los 39 años en un accidente, un abogado muy brillante también. Soy una litigante muy feroz, he llevado más de dos mil juicios y he perdido 18 en 35 años.


¿Algún juicio que la haya marcado?

Bueno, mi primer juicio que perdí, ya tenía yo 47 años. Me fui al hospital siete días, porque a los 47 años no conocía la sensación de perder, siempre era ganar, ganar, ganar.

Acompaño mi trabajo de litigante con el de dar clases, fui profesor decano de Derecho Romano en el ITAM, Derecho Civil. Doy clases de maestría de Derecho Constitucional y eventualmente soy profesor invitado de la escuela de gobierno del IPADE.


¿Y qué hora se vive, se disfruta?

He tenido una vida muy intensa y lo que me diferencia del resto de los candidatos que hay en la boleta de ministros de la Suprema Corte: 25 años de mi vida he sido una activista muy frontal, muy intensa para modificar las leyes en México. Ya sabes que el feminismo se hace en colectiva, obvio nunca lo he hecho sola, pero hemos modificado 59 leyes federales, siete códigos civiles y 21 constituciones políticas.

Y siempre obedeció mi activismo a que yo me casé con la persona equivocada cuando tenía 19 años; y el padre de mis hijos me aplicaba todo tipo de violencia, física, sexual, económica, patrimonial. El desenlace de mi muy desafortunado matrimonio es que agredió brutalmente a mi hijo mayor, que es portador de una condición neurodivergente.

Ya era yo abogada, hace 25 años, ya llevaba casos, ya daba clases en el ITAM, tenía clientes gobernadores, y nunca sirvió justicia ni a mis hijos ni a mí. Entonces descubrí hace 25 años que no era Juan, Pedro, Jesús o Ricardo, había una violencia sistémica, porque había leyes y jurisprudencia discriminatoria contra las mujeres que dañaba los derechos de las niñas y de los niños. Consecuencia o infortunio, me tocó a mí.

Dediqué esta actividad junto con la de litigio y mi vida de docente. Esa característica mía es la más relevante en relación con los demás candidatos. Prometen que van a cambiar… hasta los que ya están en el cargo te vienen a prometer que van a cambiar.


¡Pero no se cambia ni al marido..!

¡No! Exacto. Esas promesas en favor de las mujeres son solo promesas, la única que lo ha hecho soy yo…


Y a raíz de esa experiencia personal, ¿cómo han sido sus relaciones?

Mira, salvo mi vida privada y en esa etapa, la verdad que el resto de mi vida ha sido fantástica, ¿sabes? Tengo una familia espléndida, gozo de muy buena reputación, entre mis colegas incluso, los que no coinciden conmigo me respetan.


¿Hay cariño?

Sí, mucho, con mis hermanas de las colectivas, -del caso 992-, de la tres de tres contra la violencia, el padrón de deudores alimentarios, todas nos amamos, nos queremos honradamente, porque cuando te hermanas con alguien para luchar por un propósito, es como un lazo similar al de la familia.

He tenido una vida muy difícil, con mucho trabajo, trabajo 17 horas al día, ¡pero muy buena vida he tenido!


¿A qué hora se come, se duerme, qué vitaminas se toma?

Yo duermo tres o cuatro horas al día, lo que más trabajo me cuesta es levantarme, me duermo ya muy agotada, entonces necesito ayuda que me zangoloteen para que me despierten.

Me encantan los huevos con chile, tibios en cualquier forma. Una tía me dice: “Ay hija, ¿para qué trabajas tanto si te gustan los frijoles?” Soy sencilla para comer y en general en la vida soy muy fácil, tomo mucho café y Coca-Cola.


¿Y para despabilar, se lee un libro, ve una película, algo?

No, yo fumo, soy de buen comer, me tomo a veces hasta litro y medio de café, tomo Coca-Cola, he tenido buena vida, solo difícil. Yo prefiero una vida difícil pero buena, a una vida fácil pero mala.


¿Pensó alguna vez que se iba a ver inmersa en una elección de tómbola y de “yo me apunto” para acceder a los cargos del poder de Justicia en México?

No. Por supuesto. Yo participo en este proceso, porque yo nunca desee ser ministro, siempre fui litigante. Es porque advierto que está en grave peligro la función judicial.

Históricamente es desaconsejable la elección popular de los jueces. A lo largo de este proceso nos estamos enterando que se están postulando personas que tienen vínculos con el crimen organizado. Esta reforma tiene errores de diseño y normatividad muy graves, y la consecuencia es justamente que no hubo un proceso de selección de los candidatos, porque entre otras cosas, los comités encargados de la selección, los tres poderes de la unión, no tuvieron tiempo de investigar en forma exhaustiva.

Tiene errores de diseño y una ejecución precipitada, lo que es muy grave; tú, yo y 90 millones de mexicanos tenemos que elegir en muy pocos días, en una lista de tres mil personas, a quienes queremos de jueces, magistrados y ministros, de quienes no tenemos la menor idea de quiénes son.


Y a ustedes, para efecto de ubicación, los convierten en un número. Usted es la treintena de la boleta para ministros.

Yo soy Ingrid Tapia, la ’30’, pero fíjate que de la lista de 64 candidatos a ministros, hay cincuenta que yo no conozco, y llevo 35 años en el ejercicio profesional. Yo nunca he defendido ni narcos, ni malandros, ni factureros. Pero si tú me preguntas diez nombres de penalistas relevantes, te los recito, hay un reconocimiento de pares.

En un juez, su vida privada es relevante, su vida sexual, patrimonial, porque en el acto de juzgar el juez proyecta tres cosas: proyecta sus sesgos cognitivos, prejuicios, e interioriza las conductas que tiene y las normaliza. La ética es lo más relevante de un juez; las que vamos de la sociedad civil participamos con una gran desventaja con aquellos que están en el poder judicial haciendo campaña en el puesto, en horario de oficina y con recursos del Estado.

Yo, Ingrid Tapia, compito en desventaja contra las tres mujeres del régimen, pero no importa, mi deber es salir a defender la función judicial. Cuando a la democracia le aqueja algún síntoma de flaqueza, por eso es mi deber participar.


¿Entonces hay que ir a votar?

Esta idea muy tonta de no ir a votar porque es convalidar la elección o por apatía, es una ‘absurdidad’. Primero hay que explicar: no estamos eligiendo la Reforma, esta elección nos pide que elijamos hombres y a mujeres que queremos tener de juzgadores cuando lleguemos a un tribunal, y es muy desaconsejable no ir a votar, porque el 81.2 por ciento de los mexicanos vamos a llegar a un tribunal, tarde o temprano, por la sucesión de tus papás, por un inquilino que no paga la renta, porque tu patrón te despidió sin indemnizarte, por tu divorcio, por la custodia de tus hijos y muchos temas más.

Entonces, es mala idea pensar que a ti no te va a pasar, y que esta elección no te impacta. Al contrario, esta, como ninguna otra, te impacta a ti, y no a la colectividad. La justicia juzga tu caso, y cuando tú llegues, no quieres encontrar un victimario que resuelva, o un corrupto.


¿Despabilar? ¿Que la gente espabile y salga a votar por los jueces, ministros y magistrados?

Sí, que es en protección de tu persona que debes salir a votar, identificar a los candidatos de bien. En comunidades pequeñas sí es posible porque las personas se conocen, pero en una ciudad grande como el puerto de Veracruz, en centros urbanos con más de medio millón de habitantes, es prácticamente imposible.

La gente no se anima porque dicen “eso ya está arreglado”. Yo creo que es al revés, hay que desarreglárselo y salir a votar, es crucial, nos jugamos nuestros derechos, propiedad, vida, familia, libertades.


Y usted, que es la número 30 en la boleta de ministros, ¿cuántos votos necesita?

Tenemos un estimativo que más o menos se van a requerir un millón 463 mil votos para ocupar una silla, es lo que normalmente obtiene un senador en Veracruz, Jalisco, Nuevo León, Estado de México o CDMX, estados densamente poblados.


¿Y con qué bandera va Ingrid Tapia a convencer al ciudadano de a pie, que quiere saber qué hacer, de qué lo va a defender?

A la edad de uno, no hay una promesa, hay una realidad, es lo que te comentaba del activismo. Yo soy una persona que 27 años he enseñado derecho, que 35 años he litigado con mucho éxito, pero sobre todo que durante 25 años ha realizado activismo en beneficio de las mujeres, niños y grupos de alta vulnerabilidad, personas afectadas por una discapacidad, ¿sabes?

Yo no vengo a prometer que “ora’si, me voy a dedicar”, lo que yo quiero es desplazar los criterios que aún están vigentes, emitidos por las anteriores Cortes, beneficiando a las mujeres y los niños, hacer justicia al 70 por ciento de esta población para evolucionar como país.

Los últimos diez años los he dedicado a impulsar las leyes de la defensa vicaria, porque el saldo de las infortunadas tesis emitidas son el poder judicial son 88 mil niños muertos entre 2009 y 2019 en manos de sus padrastros y de sus padres, y esto tiene que parar y el modo más rápido es abandonado desde dentro de la Corte estos criterios que facilitan la conducta de agresor.

Vivimos en un Estado que ha sido pródigo con los agresores y mezquino con las víctimas, y creo que puedo aportar en el pleno de la Suprema Corte, establecer una visión que apoye a las víctimas, porque mi hoja de vida acredita que tengo una aptitud real, genuina, para conmoverme y entender a mi prójimo lo importante que es ayudar a 30.2 millones de niños que crecen en un hogar con una madre sola, sin recibir alimentos de su progenitor.

Por eso es muy doloroso que los cretinos de esta elección, la que avienta un expediente, el que vende chicharrones, las que se desnudan, el cretino que se llama el candidato del amor porque se promociona en Tinder, es ofensivo porque lo que queda claro es que estos candidatos no entienden del dolor inmenso que aqueja a millones de mexicanos y del sufrimiento humano en las desapariciones, en los feminicidios, en la ausencia de las pensiones alimenticias, en el despojo.

Entonces ir a votar también es un acto de amor, de solidaridad, con todos esos que no han recibido justicia.


Hay pasión por el tema, por su profesión. ¿Cómo enfrenta la posibilidad de perder o ganar?

Si no gano, soy un abogado muy realizado, muy pleno en mi despacho. Bendito Dios, no tengo ninguna afectación si pierdo. Será muy preocupante ver personas que no defiendan su función de la Corte como el único dique garante de los derechos.

Yo soy demócrata liberal, ¿sabes?, de “¡viva la libertad!” Soy conservadora, porque soy el único candidato pro vida y pro familia abiertamente, de toda la gama de los 64 postulados. Esta convicción es porque entendemos que todos los derechos fundamentales son anteriores a cualquier Estado, gobierno y cualquier ley.


¿Hay una fe que la impulse a seguir adelante en esta defensa, cree en Dios? ¿Una filósofa de vida?

Mira, yo soy liberal demócrata, defiendo la vida desde hace treinta años por un efecto que se conoce como Frankenstein, está desarrollado en la teoría económica y en la teoría de la filosofía jurídica. A mí me gusta del análisis económico del Derecho, los seres humanos, para garantizar nuestra seguridad y tener oportunidad de buscar la felicidad, cualquier cosa que entiendas por eso, creamos el Estado, y encargamos el control de este Estado a un grupo minúsculo, elegimos, los gobiernos son las criaturas y el pueblo somos los creadores.

De tal manera que no reconozco potestad de ningún Estado, de ningún gobierno, para disponer de mis derechos, no les reconozco, son las criaturas hechas de pedazos, que se ponen contra su creación, y yo desprecio cualquier forma de exterminio humano, esa es mi postura política, ideológica, la que abrazo, no me importa si es por tu color de piel, estado gestacional, por tu etnia, o incluso si eres delincuente, yo respeto la vida humana.

Me parece que el Estado no puede disponer de ella, por eso soy pro-familia. Creo que la familia es una realidad anterior y posterior a cualquier norma. La familia es tangible, objetiva.


¿La vida le sienta bien tal cual la lleva, es usted relajada, apasionada…?

Sí, la verdad que sí, vivo en mis convicciones, como Ortega y Gasset; pienso que ningún precio es alto por vivir en arreglo a tu verdad... ninguno, como dicen en mi pueblo: “Onde’tope!”

"SOY UNA LITIGANTE MUY FEROZ"