Paz Ramírez/NOTIVER
Fotos Hugo Garrido
Nació en cuna priista, su abuelo, don Antonio Exsome, y su madre, Kety, ambos referentes del PRI de antaño. Ella misma fue de ese partido muchos años. De rojo intenso cambia a naranja. Belem, que guardó un poco el “Palmeros” para ser Exsome en esta campaña, es candidata a la alcaldía de Veracruz por el partido Movimiento Ciudadano. Va en tenis fosfo-fosfo, sin plataforma. Se ríe cuando dice que mide 1.50. Fue mamá grande. Tampoco le molesta que le digan que parece abuela de su hija de un año. Le han dicho más geriátrica. Tuvo un parto de alto riesgo y hoy disfruta a su pequeña Isabel, disfruta ser candidata con todo lo que representa.
—De rojo intenso te pintas de naranja ahora como candidata a la alcaldía de Movimiento Ciudadano.
Fíjate que la palabra que dices, “intenso”, sí, tienes toda la razón. Vengo de un rojo hasta violento, mucho golpeteo, mucho tema interno, malos tratos. Yo, cansada de eso, dije: “¡Ya! Adiós.” Agradecida con el partido, sí, pero tengo que empezar a hacer mi propia historia.
—Vienes de una familia de priistas de hueso colorado: tu abuelo, don Antonio Exsome, tu madre, Kety...
No hay manera de desligarse, y no me quiero desligar. Es mi abuelo y es mi madre. No me alejo de ellos, tan no me alejo que guardo un poco el “Palmeros” para ser Exsome. Al contrario, estoy muy orgullosa de mi familia veracruzana. Pero sí, había muchas comparaciones en abundancia y hoy en día ya no hay la etapa de gastar, salir a la calle y entregar dinero, ya no está ni bien visto. Pero muchas personas pretendían que así se siguiera... ¿pero aparte de dónde? No hay manera de seguir con ese ritmo.
—¿Se logró desligar del PRI completamente? De hecho, tu madre ahora mismo estará diciéndote: “A ver, Belem, ven acá”. Kety era una mujer priista hasta el último de sus días.
Sí, pero te puedo decir una cosa: me han dicho en redes, “si tu madre y tu abuelo vivieran, se volverían a morir”. A ver, si mi madre y mi abuelo vivieran, no me hubieran tratado como me han tratado. No se hubieran atrevido ni siquiera a decir y hacer todo lo que hicieron. ¿Tú crees que el Partido Estatal, cuando fue Marlon presidente, se hubiera atrevido a impugnarme teniendo una madre y un abuelo? No se hubieran atrevido.
—Cerraste por fuera la puerta del edificio del PRI, donde incluso había un busto de tu abuelo.
Y que ahí siga. La última vez dijeron que yo me lo robé, que saqueé el partido, que yo me lo robé, que lo vandálico... A ver, yo me salí un jueves, le mandé un audio al delegado y le dijimos: “Se te va a hacer la entrega-recepción.” Y no llegó nunca, nunca dio la cara. Y casualmente el sábado de esa semana vandalizan el partido. Eso que se los crea a ver quién.
—¿Estás disfrutando tu campaña?
Estoy disfrutando maravillosamente.
—¿Cuántas horas caminas?
De dos horas hasta casi cuatro horas y media. Aparte, es muy divertido. Y sí me dicen: “¡Ay, la imaginaba yo más alta!” Sí, me lo dicen muchísimo.
—¿Y cuánto mides?
Uno cincuenta. Aparte, me dicen que me veo muy joven, favor que me hacen.
—¿Llegaste a Movimiento Ciudadano para quedarte? ¿Te gusta?
Sí, llegué a Movimiento Ciudadano para quedarme. Me gusta mucho, me gusta mucho cómo se mueve el partido, me gustan los cuadros que hay en el partido, tanto de hombres como de mujeres. A ver, las diputadas federales me escriben: “Oye, Belén, buenísimo esto.” Hubo una diputada, Laura Ballesteros, que me hizo la propuesta de las lagunas: “Oye, mira, en Veracruz hay lagunas.” Me pone: “Oye, buenísima tu propuesta de parquímetros.” A ver, yo nunca había estado en un partido donde te han arropado de esa manera, donde no te ven como competencia, donde te dicen: “Adelante, vamos, voy a caminar contigo.” A ver, Patricia Mercado, por ejemplo, también me escribe, comparte mis publicaciones... Es una experiencia que te queda como eso. Estoy fascinada.
—Convertida en una fosfo-fosfo, tú toda de naranja...
Tengo dos, o sea, tengo dos: la fosfo-fosfo arregladita, que es en las mañanas, que voy a los medios o voy a desayunos, o voy a reuniones con sectores en la mañana; y en las tardes, a caminarle. Mi caminata a veces inicia a las 4 o a las 5, y tengo caminata y reuniones vecinales.
—¿Y a qué horas empieza el día?
Empiezo a las 5 de la mañana con mi gorda, pero en mi cachucha de candidata empiezo a las 9 de la mañana. Muy diferente al 18. En el 18 empezaba yo a las 6 de la mañana a ser candidata. Pero en esta campaña, que aparte nos han abierto las puertas tan bonito, yo empiezo a las 9 de la mañana, hasta terminar el día.
—Tu filosofía de vida, tu filosofía política...
Mejorar Veracruz. Mejorar donde vivimos. No agarrar y decir: “Vamos a cambiar”, vamos a mejorar. Veracruz es precioso. Veracruz tiene lugares maravillosos, tiene sus mercados divinos, simplemente hay que mejorarlos.
—¿Y el día a día, tú qué comes?
En mi día a día soy muy tragona. Y aparte soy muy cafetera, demasiado café. Tomo mucha agua. Y soy muy tragona, entonces me dicen: “Oye, vamos”, sí, sí, volovanes, picadas, la coca. Y si me dicen: “Oye, vamos a comer unos tacos de cochinita”, yo me como mis tacos de cochinita. Si me dicen: “Vamos a comer las picadas”, yo me como las picadas. O sea, yo no guardo dieta...
—¿Ejercicio sí?
Camino solamente con la gorda. O sea, camino muchísimo con Martí. Siempre he sido delgada, pero camino mucho con Isabel.
—¿La consientes demasiado? Fuiste una hija consentida, una hija de mamá...
Sí, fui una hija de mamá, de mamá. Por supuesto, porque, a ver, mis hermanos ya estaban grandes, ya habían hecho sus familias cada uno, entonces éramos mi mamá y yo. Así como yo fui muy apegada a mi mamá, así quiero que Isabel sea conmigo.
—¿Te da un poco de nostalgia la parte en la que Kety no la pudo conocer?
Desde el cielo nos cuida, por supuesto, me da mucha nostalgia. Siento muy feo que mi mamá no tenga esa foto con Isabel. Que Isabel no diga: “Ay, mi abuela.” Pero bueno, yo sé que el milagrito tuvo que ver mi mamá, por supuesto. Y ahora, pues desde el cielo echándome porras. Si mi mamá viviera, no me hubiera dejado ponerle Isabel, por ejemplo, porque mi mamá me hubiera dicho: “Ay, le van a decir Chabela, ay, no sé qué.” O sea, mi mamá a todo le ponía un pero. Si mi mamá viviera, muy probablemente le hubiera puesto Catalina.
—¿Catalina?
Sí, claro. Y mi mamá se hubiera enojado porque le hubiera puesto Catalina como ella, pero también le hubiera encantado.
Isabel ahora es mi razón de vivir hoy en día. Mi fascinación, a ver, mi razón de dejar de fumar, de dejar de tomar. Hoy en día ya no fumo, ya no fumo por Isabel. Claro, porque le quiero durar mucho tiempo. Hay una frase que los papás dicen mucho, de que “yo moriría por mis hijos”. A ver, no hay que morir por los hijos, hay que vivir por los hijos.
Exacto. Estar bien, estar. Estar bien, no fumar, estar sano, cuidarse, ir al médico. Me da terror, terror que me llegue a pasar algo porque soy una mamá grande, ¿no? O sea, dirían en el seguro: mamá geriátrica. En el Facebook me pusieron: “Preciosa tu nieta.”
—¿Te ofende?
No. No, no, no. A ver, mi mamá fue abuela a mi edad. O sea, mi mamá fue abuela a los 43 años. Tengo 45. O sea, en el seguro, porque iba yo al seguro, porque los medicamentos que me ponían no están en cualquier lado. Entonces, cuando iba yo al seguro embarazada, me trataban aparte maravilloso, porque mi embarazo era de alto riesgo. Entonces, y si me pasaba algo, pues ya te podrás imaginar. Entonces me decían: producto valioso, mamá añosa. ¡Oh, guau! Mamá añosa. Y hubo otras donde me ponían embarazo geriátrico.
—Vives por ella...
Mis hermanas y mis sobrinas, que ya son grandes, le dicen, por ejemplo, Isabel Kardashian. Le doy todo, sí. Ella tiene su carrito naranja, ella los escoge. Pues por eso estamos en esta etapa. Tiene mucha ropa. Tiene niñera. Sí, está bien. Claro, si hay manera, pues adelante, ¿no? Pero aparte, en el plan de educación, en el plan de valores, en el plan de todo eso va de la mano. No hay manual, pero sí lo estoy haciendo muy similar a cómo me educaron a mí. Yo fui una niña con mucho cariño, educada con mucho cariño. Mi mamá era muy cariñosa conmigo. Para mi mamá era yo “Belencita” o “Muñequita”. Yo le pongo audios a Isabel de mi mamá, que escuche su voz y, pues claro, tengo audios de que: “Oye, Muñequita, esto o lo otro.” Mi hija me salió guapachosa, le gusta la cumbia y la baila. Salió bailarina...
—¿La campaña te quita tiempo para ella?
Es espantoso no poder dormir yo a mi gorda. Espantosísimo. O sea, sí es un tema que me duele mucho. Pero bueno, lo estamos haciendo por el bien de ella, porque sí quiero mejorar Veracruz y estoy realmente convencida de que Veracruz puede mejorar, que Veracruz puede ser una mejor ciudad para todos y todas. Y como lo decía yo ayer a unos señores, dije: “Yo quiero que si vaya yo caminando por la calle me puedan gritar: ‘ella cuando fue presidenta me hizo esta calle, ella cuando fue presidenta…’”
Yo sí quiero que mi hija esté muy orgullosa de decir: “Ah, mi mamá fue presidenta, mi mamá hizo esto.”
