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¡JUSTICIA PARA RAFITA! - *Pide Tía de Niño Muerto en Accidente en Albatros

Iliana Mariscal pide justicia desde la cama de un hospital. Con tres costillas rotas platica con dificultad el calvario que viven desde el pasado 7 de mayo de este 2024...

¡JUSTICIA PARA RAFITA! - *Pide Tía de Niño Muerto en Accidente en Albatros

Por Rodrigo Barranco Déctor/NOTIVER

Veracruz, Ver. Iliana Mariscal pide justicia desde la cama de un hospital. Con tres costillas rotas platica con dificultad el calvario que viven desde el pasado 7 de mayo de este 2024, cuando una persona la prensó junto a su sobrino de dos años en un puesto de tacos del Fraccionamiento Albatros al poniente de la ciudad de Veracruz.

La afectada exige que el dueño de la unidad o la empresa aseguradora se hagan responsables de los gastos médicos, de los funerarios y que le otorguen una indemnización debido a que los médicos le dijeron que después de su recuperación no podrá regresar a trabajar como cocinera, oficio que ejercía para ganarse la vida como madre soltera.

¡EMBISTIÓ UN PUESTO DE TACOS, EN DONDE CENABA EL MENOR CON SU TÍA...!
Anoche, en la taquería “El Güero” del fraccionamiento Albatros del municipio de Veracruz, una familia vivió una pesadilla que terminó en tragedia…

Con dificultad, en llamada telefónica, relató que ese día en la noche tenía cinco minutos de haber llegado a Los Tacos El Güero para cenar junto a su cuñada (madre del pequeño) y su hija.

En lo que esperaban el pedido, Iliana estaba parada cargando al bebé cuando una camioneta propiedad de Sonido Ayabo, de modelo reciente circulaba por la avenida principal y sin frenar se subió a la banqueta hasta ingresar a la taquería.

La trompa del vehículo prensó a la mujer contra la pared y una motocicleta que era del taquero.

Ella apenas y alcanzó a abrazar al niño de nombre Rafita, para protegerlo.

A pesar de que, en ese momento, las cosas no pasaron a mayores, los vecinos salieron para pedir al sujeto que echara reversa de inmediato, para que no lesionara a la tía y a su sobrino.

Sin embargo, contrario a eso, aceleró más comprimiendo con más fuerza los cuerpos de la señora y el bebé.

El conductor no dejó de seguir empujando el acelerador hasta que otro cliente de la taquería lo bajó a empujones para subirse y echar atrás la unidad para liberar a las víctimas.

El responsable al que identifican como Darío “N” iba a huir, pero en ese momento, el taquero logró retenerlo ayudado de otros colonos que habían salido a ayudar.

Ileana contó que llamaron a la Cruz Roja Mexicana, pero como no llegaba un señor que es taxista los trasladó al Hospital Star Médica del fraccionamiento Nuevo Veracruz, en donde los recibieron gracias a que la camioneta estaba asegurada y está comprometida a pagar los gastos.

El día 8 de mayo, relata que el pequeño Rafita iba a ser dado de baja porque según no presentaba mayores golpes más que el susto, pero otros médicos del turno matutino notaron algo raro y le mandaron a hacer estudios extras.

Al analizarlo descubrieron que tenía una hemorragia interna y necesitaba una transfusión inmediata, además, ingresó de inmediato al quirófano, pero no soportó la cirugía y murió.

Una vez que el accidente dejó ya la pérdida de una vida, la aseguradora, así como el presunto responsable cambiaron su actitud y ahora, Ileana teme que no quieran pagar los gastos.

Y es que Darío “N” fue visto en Albatros ese mismo 8 de mayo, caminando como sin nada, pero cuando corrió la noticia de la muerte del pequeño, la casa en donde vive con su familia quedó vacía y ningún vecino sabe de ellos.

Por su parte, la empresa de seguros ha condicionado el pago de gastos funerarios y médicos a que el padre del menor muerto firme un perdón para su cliente.

Es por eso por lo que, Iliana Mariscal exigió justicia, no sólo por la muerte de su sobrino, también para ella que quedará con secuelas y que la aseguranza ya le advirtió que no pueden darle ningún tipo de indemnización.

“¿Qué voy a hacer? Soy madre soltera, vivo de trabajar como cocinera y los doctores me dijeron que ya no puede laborar en ese trabajo por las secuelas que tengo. No hay dinero que nos regrese a Rafita, pero queremos justicia, para él y para mí, que requiero de ayuda de por vida”.

La afectada dijo que el dueño de la camioneta, un empresario de nombre Adolfo, no les ha dado la cara, pese a que conoce al padre del menor finado.