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¡EXIGEN JUSTICIA! - ÚLTIMO ADIÓS A PABLO

Este sábado familiares, amigos y prácticamente todo el pueblo de Fortín, dieron el último adiós al joven estudiante y boxeador, Pablo Ortigoza Martínez, el cual muere a manos de la Policía municipal en una revisión de rutina...

¡EXIGEN JUSTICIA! - ÚLTIMO ADIÓS A PABLO

*“Pablo no fue el primero en morir a causa del abuso del poder policial, pero sí podría ser el último”

Por Manuel Hernández
Reportero de NOTIVER

Este sábado familiares, amigos y prácticamente todo el pueblo de Fortín, dieron el último adiós al joven estudiante y boxeador, Pablo Ortigoza Martínez, el cual muere a manos de la Policía municipal en una revisión de rutina.

Las versiones del crimen señalan que elementos de la Policía municipal intervinieron al estudiante y le dispararon en la cabeza, la Fiscalía ya investiga el caso.

Dos hipótesis, que Pablo trató de huir de la revisión y otra, que discutió con los policías y le dispararon, de cualquier manera hubo un exceso de fuerza y un asesinato, caso similar al de otro joven, Brandon Arellano en Lerdo de Tejada, lo mismo que pasaba con Cuitláhuac García está pasando con Rocío Nahle. La misma tijera.

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El estudiante universitario, Pablo Ortigoza, de 19 años, murió asesinado de un disparo en la cabeza durante una revisión en calles de la ciudad de Fortín de las Flores, en la zona conurbada con Córdoba…

Durante los funerales de este sábado familiares y amigos expusieron que Pablo Ortega Martínez era un joven universitario y boxeador de 19 años que salió en la madrugada del jueves a comprar a la tienda, ya tenía incluso puesta su pijama. 

Era un amigo, un hijo, un hermano, un joven deportista con sueños aspiraciones y metas a futuro por cumplir y por culpa de una mala administración municipal que tiene el alcalde Gerardo Rosales Victoria, con civiles vestidos de policías y armados, ahora un buen joven está muerto.

Aseguran que Pablo no era un maleante ni un mal muchacho, tampoco andaba en malos pasos, no era delincuente ni mucho menos intentó hacerle algo a los policías que atentaron contra él, de otra forma no tendría el apoyo de tanta gente que ahora exige justicia. 

Los dolientes exhortan a la ciudadanía veracruzana a que todos levanten la voz, dijeron, y es que Pablo no fue el primero en  morir a causa del abuso del poder policial, pero sí podría ser el último.