*Actúa como un sustituto del Estado y ofrece empleo, seguridad y justicia, de acuerdo con un análisis realizado por el propio gobierno federal
CIUDAD DE MEXICO.-En un análisis de las áreas de seguridad del gobierno federal se advierte que hay “una persistente debilidad institucional en los territorios más violentos” del país, en los que la presencia de las autoridades es “simbólica” o “cooptada”, generando zonas de gobernanza criminal efectiva.
“El crimen organizado actúa como un sustituto del Estado, ofreciendo empleo, seguridad y justicia, particularmente en regiones rurales o fronterizas. Esto erosiona la legitimidad institucional y complica cualquier intento de recuperación del tejido social.
“El crimen organizado en México no es sólo un fenómeno delictivo: es un actor político y económico que desafía la autoridad del Estado. La estrategia de seguridad 2025-2030 acierta en su mirada integral, pero aún no logra articular una respuesta que transforme las condiciones estructurales que permiten la reproducción del crimen. Sin legitimidad institucional, sin justicia local y sin control territorial efectivo, el Estado seguirá administrando la violencia, no resolviéndola”, subraya.
Identifica una reconfiguración en los cárteles, que han demostrado gran adaptabilidad tecnológica y logística, así como cambios significativos en los patrones de narcotráfico.
Indica que organizaciones criminales, como los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, ya no operan únicamente bajo lógicas de violencia armada o control territorial tradicional, sino que evolucionaron a modelos más flexibles que combinan fragmentación con redes especializadas de producción, trasiego y distribución de drogas.
Además, resalta una diversificación criminal que incluye su incursión en mercados como la minería ilegal, trata de personas y extorsión empresarial.
Es importante destacar que según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2024, publicada en septiembre pasado por el Inegi, las pérdidas económicas promedio anuales a consecuencia del delito de extorsión fueron de 5 mil 363 pesos por víctima en 2023, casi el doble que un año antes, cuando el monto ascendía a 2 mil 726 pesos.
2023, con 15.7% del total, y con una tasa de 5 mil 213 hechos por cada 100 mil habitantes.
Mutación
El análisis detalla una compleja mutación del crimen organizado en México que impone retos a las fuerzas de seguridad en el periodo 2025-2030 para contener, disuadir y desarticular a los grupos delictivos que operan en el país.
Considera que la mutación de los cárteles y los cambios en los patrones del narcotráfico ponen en entredicho la capacidad del Estado para desarticular a los cárteles, que están operando bajo nuevos ejes: adaptabilidad, territorio y transnacionalización.
En el documento se considera que la actual estrategia de seguridad “arrastra inconsistencias de ejecución y diagnóstico”, y que el despliegue de las Fuerzas Armadas en los territorios más violentos del país no ha ido acompañado de un “verdadero” fortalecimiento institucional y de las policías municipales y estatales, que continúan desprotegidas y vulnerables a la corrupción o la violencia.
“Además, la lógica de puntos de inflexión —indicadores como aseguramientos o reducción de homicidios— puede ser engañosa”, pues advierte que “la criminalidad se está volviendo menos visible, pero más sistémica, lo que exige métricas de impacto social y económico, no sólo operativas”.
De igual forma, alerta que “la estrategia falla en reconocer el papel de las alianzas locales del narco, como grupos comunitarios, operadores políticos o empresarios que sirven de soporte a los cárteles. Sin una política anticorrupción territorializada y efectiva, cualquier esfuerzo de seguridad será parcial”.
En contraste, destaca que la estrategia de seguridad acierta en reconocer el carácter “multidimensional” del crimen organizado.
“Ha incorporado enfoques que van más allá del uso de la fuerza, apostando por programas de desarrollo regional, prevención social del delito y fortalecimiento de capacidades locales. También ha priorizado la coordinación interinstitucional, especialmente en inteligencia financiera y cooperación internacional”.
Asimismo, subraya un esfuerzo visible del gabinete de seguridad por mejorar la identificación y rastreo de sustancias químicas para la elaboración de drogas sintéticas, y detectar flujos ilícitos desde puertos y aduanas.
Según el reporte del gobierno federal, el aseguramiento de laboratorios clandestinos y precursores químicos no ha logrado que los cárteles, principalmente el de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, detengan la producción de drogas sintéticas, como el fentanilo, por el contrario, indica, han demostrado gran adaptabilidad tecnológica y logística.
No obstante, destaca la disminución en eventos violentos, lo que, asegura, no implica menor criminalidad, sino una sofisticación que evita la visibilidad pública.