*Sheinbaum expresó su inconformidad con la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de desestimar la demanda de México contra fabricantes de armas
CIUDAD DE MEXICO. (Agencias).- La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo manifestó este viernes su inconformidad con la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, que desestimó la demanda civil presentada por México contra fabricantes de armas estadounidenses, a quienes acusa de contribuir al tráfico ilegal de armamento hacia territorio nacional.
“El argumento de la Suprema Corte de EUA es que no encuentran relación entre la fabricación de armas y el paso de armas de EUA a México, cosa que nosotros no estamos de acuerdo”, declaró la mandataria.
Sheinbaum recordó que, en enero de este año, el propio Departamento de Justicia estadounidense reconoció que el 75% de las armas incautadas en México provienen de EUA, lo que contradice, a su juicio, el fallo del tribunal que exime a los fabricantes de responsabilidad.
“El Gobierno mexicano presentó pruebas contundentes, incluyendo un registro detallado de la Fiscalía General de la República (FGR), con el número de serie y actividad delictiva asociada a cada arma asegurada”, explicó la presidenta.
Una segunda demanda sigue en curso en Arizona
Aunque la sentencia representa un revés para México, Sheinbaum subrayó que el litigio no ha terminado.
Aún sigue en pie una segunda demanda, interpuesta en 2022 ante una corte de Tucson, Arizona, esta vez contra cinco distribuidoras de armas.
El proceso se encuentra en la fase de producción de evidencia.
“Vamos a seguir insistiendo con el cuerpo de abogados que asesora esta demanda”, afirmó la mandataria, quien considera que este nuevo caso puede tener mayor viabilidad legal al enfocarse en la venta y distribución directa de armamento.
Los litigios iniciados por México han logrado posicionar el tema del tráfico ilegal de armas en foros multilaterales.
Entre ellos destacan la resolución 2616 del Consejo de Seguridad de la ONU (2021) y la futura opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que analiza la responsabilidad de actores no estatales en contextos de violencia armada.
Por otra parte, la titular del Ejecutivo federal reiteró el compromiso de su administración para combatir la violencia desde su origen: el flujo de armas que alimenta a los grupos delictivos.
