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TEXTO IRREVERENTE - ¿Y EL SOMBRERO?- En un brete terminó la “revelación” que el gobernante en turno, Cuitláhuac García hizo sobre un paquete de 300 millones de pesos...

En un brete terminó la “revelación” que el gobernante en turno, Cuitláhuac García hizo sobre un paquete de 300 millones de pesos que el exfiscal, Jorge Winckler, tenía “escondidos” y que “no le dio tiempo...

Por Andrés Timoteo

¿Y EL SOMBRERO?

En un brete terminó la “revelación” que el gobernante en turno, Cuitláhuac García hizo sobre un paquete de 300 millones de pesos que el exfiscal, Jorge Winckler, tenía “escondidos” y que “no le dio tiempo de llevárselos”.

Ahora nadie en el gabinete estatal quiere decir -ojo, porque sí saben- dónde está ese dinero.

Ciertamente, lo que dijo García Jiménez la semana pasada fue un burdo intento de opacar el escándalo por la ola de sangre que bañaba a Veracruz -la ejecución extrajudicial del joven Brando Arellano en Lerdo de Tejada, los descuartizados de Tuxpan y el asesinato de los hermanos Vázquez Feria en playa Vicente-, pero, como siempre, es malo hasta para la ‘tenebra’.

Ahora no sabe cómo sacudirse el cuestionamiento público.

¿Dónde están esos 300 millones de pesos?

El secretario de Finanzas, José Lima dice que no los tiene registrados la administración estatal y la fiscala Verónica Hernández también ha hecho mutis a pesar de que, se supone, su antecesor Winckler los tenía dentro de los fondos de la Fiscalía.

¿Quién los tiene entonces?

Los deslindes y el desconocimiento fingido dan pie a la sospecha: se fue al caño de la corrupción, se lo embolsaron los funcionarios cuitlahuistas. Si el oaxaqueño Winckler no los pudo sacar de la Fiscalía y solo “los escondió” entonces no se configura un delito patrimonial, si acaso uno por incumplimiento de deber legal porque no los ejerció.

El delito grave aparece cuando Cuitláhuac García informó de su existencia y ahora el botín está extraviado.

Luego del exabrupto del lenguaraz gobernante, la especulación galopa imparable.

Dicen que se fue para el peculio personal de varios del gabinete, que se lo quedó el bajacaliforniano Patrocinio Cisneros -no olviden que sigue siendo el mandamás en la Fiscalía- o que se está usando para financiar la promoción de la zacatecana Rocío Nahle.

Todo eso ha provocado la fallida ‘caja china’ que pretendieron para distraer la opinión pública y que terminó siendo la confesión de un ilícito financiero que, de existir un estado de Derecho, se debería de investigar y castigar a los ladrones que desaparecieron esos 300 millones de pesos.

Por cierto, también se desconoce el paradero de otros 350.9 millones que, por gestión directa del secretario Lima Franco, la Secretaría de Salud invirtió en el Banco Accendo en el 2020.

Este fue cerrado en el 2021. ¿Dónde está ese dinero? Nadie sabe, nadie supo, solo Lima Franco y García Jiménez. Otra mancha más a esos tigrillos que ya parecen panteras negras.

Vaya que en estos dos casos que involucra a los que prometieron no robar, no mentir y no traicionar se amoldan al dicho que cita la maestra Lupita Mar y que, a su vez, lo escuchó del desaparecido empresario Mario Treviño quien lo contaba en sus tertulias del Café de la Parroquia:

todos se dicen muy honestos, pero el sombrero no aparece”.

IGUAL A LA PÍLDORA

Y en el mismo tema de que los cuitlahuistas son pésimos hasta para hacer la añagaza, hay un funcionario que volvió a ‘refritear’ un supuesto programa para combatir la delincuencia y los malos hábitos de la población, principalmente la juvenil.

Lleva tres años con la misma ocurrencia y cada vez que la entidad resuena a nivel nacional e internacional por las masacres, desapariciones, feminicidios y asesinatos de alto impacto, recicla la engañifa que se llama “Verbenas por la Paz”.

Se trata del fidelista Sergio Ulises Montes Guzmán director de “Cultura de la paz y derechos humanos” -sí, así tiene el pomposo título- de la Secretaría de Gobierno. Ergo, gente que ahí dejó incrustada el bajacaliforniano Cisneros Burgos.

Montes acaba de declarar que llevarán esas “Verbenas por la paz” a los sitios donde ha golpeado la delincuencia -Tuxpan, Playa Vicente, Coatzacoalcos, Lerdo de Tejada, Tihuatlán, Poza Rica, etcétera- para combatir las causales de esas conductas delictivas.

¿Y cómo lo hacen? El tipo asegura que con charlas motivacionales así como actividades lúdicas, artísticas, culturales y deportivas.

Y aquí se entienden dos cosas: una, solo a las víctimas que hayan sobrevivido a los asesinatos sicariales, feminicidios, secuestros y desapariciones podrán jugar y escuchar pláticas filosóficas porque a las otras, las que están muertas, ya no.

Lo otro se antoja más complicado pues ¿cómo pondrá a los capos, sicarios, ‘halcones’ y demás delincuentes a hacer ejercicios reflexivos, juegos motivadores y escuchar las pláticas orientadoras? Si lo logra hacerlo deberían postularlo al Premio Nobel de la Paz. Risas.

Pero el hablantín funcionario jura sí funcionan y que Veracruz ha bajado su índice de criminalidad con estas verbenas.

Además les da calidad de panacea pues asegura que hasta previenen los embarazos juveniles, que son tan eficaces como la píldora anticonceptiva. Más risas.

La verdad es que dichas “Verbenas por la Paz” son una ocurrencia como las 500 vaquillas que iban a pacificar el estado, según prometió García Jiménez en abril del 2019.

Ocurrencias burdas que además las 'refritean' cada vez que están en apuros por los maretazos de sangre

*Envoyé depuis Paris, France.