Por Andrés Timoteo
TRATO O TRUCO
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) adelantó su ‘calaverita’ a los pozarricenses con Adelina Rodríguez quien será su alcaldesa a partir de enero.
Es decir, les anticipó el Halloween sin trato y con truco al consumar el primer gran fraude electoral a favor de la ahijada del matrimonio Peña Nahle.
¿Palo para Movimiento Ciudadano? Por supuesto, le robaron la elección municipal en la mesa, pero eso ya lo sabían.
El fallo de la Sala Superior del TEPJF no les debe sorprender.
Lo interesante vendrá ahora porque Rodríguez es un cadáver político y no se habla de chunga ‘halloweenesca’ sino de la realidad.
Los pozarricenses no votaron por ella pero al menos no la despreciaban.
Sin embargo, tras sus desplantes, frivolidad e indolencia ante la tragedia por las inundaciones en dicho municipio se ganó el odio popular.
Será interesante la resistencia ciudadana ante su imposición.
¿La dejarán rendir protesta?, ¿tomarán el palacio municipal?, ¿podrá gobernar con el pueblo en contra?
Ya ha pasado, recuerden que en el 2001 los pobladores de Coyutla tuvieron bloqueado el palacio municipal durante meses cuando fue impuesto Basilio Picazo en su primer periodo como alcalde.
El tipo era repudiado por la gente, tuvo que despachar en su domicilio particular y a salto de mata.
El partido naranja ahora tiene una veta de enojo popular que aprovechar y dirigir.
Y el partido guinda tiene un problema enfrente para poder sentar a Adelina en la silla edilicia y mantenerla allí.
Tal vez el gobierno estatal tenga que echar mano de la policía y la Guardia Nacional para lograrlo a costa de reprimir al pueblo inconforme.
Este brete no se acaba con el fallo del tribunal electoral.
A CONTENTILLO
A pesar de que los maestros no quieren a la secretaria de Educación, Claudia Tello, y en la última ocasión corearon “¡Fuera Tello!”, la gobernante en turno, Rocío Nahle, la respaldó con una frase anodina:
“ella me ayuda muchísimo”.
La señora ha de pensar que la eficacia y resultados se dan por decreto. Y no.
Además, lo importante no es que la ayude a ella sino a los maestros, a los estudiantes y a Veracruz, algo que Tello no hace.
Esa misma frase la acaba de ocupar para justificar que no removerá a Guadalupe Osorno de la Secretaría de Protección Civil pese a su negligencia criminal que ya arrojó 36 muertos en la zona norte.
“A mi me ayuda mucho”, dijo.
La ayudará a ella, pero no a los veracruzanos.
Tal alegato confirma que su gabinete es “a contentillo” -ahí sí- de la zacatecana y no para el servicio de Veracruz.
Nahle ensaya la misma cantaleta usada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador cuando lo cuestionaban sobre la corrupción o ineficacia de sus funcionarios.
Decía que “le ayudaban mucho”, aunque fueran pillos o torpes.
El mantener a Osorno sólo puede entenderse como un capricho y un acto de solidaridad entre foráneas: de una no veracruzana -zacatecana- a otra no veracruzana -tlaxcalteca-, ambas haciendo de las suyas en tierra ajena.
EN LA DES-VENTURA
La refriega entre policías y delincuentes en la comunidad Potrero Nuevo del municipio de Atoyac era cosa cantada.
Ahí manda el crimen organizado bajo la complacencia del alcalde morenista Carlos Ventura de la Paz.
Vaya paradoja: el municipio está en la desVentura y lo menos que tiene es Paz desde que llegó el que lleva esas dos palabras en el apellido.
Los secuestros, extorsiones, ‘ejecuciones’ sicariales y desaparición forzada de gente es lo que priva allí, aunque tampoco no es algo nuevo.
La racha de violencia comenzó en el cuatrienio del fidelista Agustín Mollinedo (2014-2017).
¿Recuerdan la ola de jóvenes “levantados” por las policías estatal y municipal para entregarlos a los carteles?
Pues desde allá viene.
Pero todo empeoró desde el 2022 con la llegada del primer edil guinda -Ventura de Paz llegó por el desaparecido partido Podemos pero inmediatamente brincó a Morena- y en Atoyac todos saben que el crimen organizado tenía uno de sus búnkeres en la comandancia municipal.
El comandante de la policía, Levy Argujillo, que se logró fugar -no está entre los once uniformados detenidos- era quien coordinaba el ‘cobro de piso’ a comerciantes, constructores, mecánicos, cañeros, maestros y transportistas.
Días antes del enfrentamiento circularon narcomensajes en los que señalan al edil y al jefe policíaco de “trabajar para Alfredo ‘El Castero”, otro de los capos del crimen organizado que opera en la zona.
De ahí que los policías municipales se negaron a apoyar a los estatales para no atacar a los suyos y les dieron el “pitazo” de que la policía ministerial iba por ellos.
Entre los fallecidos por el operativo policíaco del lunes está uno de los cabecillas del cartel regional, José Eduardo Rodríguez, alias “El Mata-novias”.
Dicho apodo es porque el tipo asesinó a varias parejas sentimentales, era un feminicida serial.
¿Y adivinen a qué grupo político del morenismo pertenece el alcalde atoyaquense?
Al del exsecretario de Educación y actual diputado federal por Córdoba, Zenyazen Escobar.
¡Otra vez la burra al trigo: este señor aparece en todos los casos turbios que se ventilan!
Envoyé depuis Paris, France.
