Por Andrés Timoteo
TODOS ESTÁN ADENTRO
Hoy se cumplen catorce años que nos arrebataron al periodista Miguel Ángel López Velasco, Milo Vela, asu esposa, la señora Agustina Solana Melo, y Misa, el hijo menor de ambos.
¡Ya catorce años!
Son los mismos años en que ha prevalecido la impunidad en aquel triple homicidio que devastó al gremio reporteril de Veracruz y estremeció al de todo el país.
Ya casi década y media sin justicia, sin saber quiénes los mataron, el por qué y, por supuesto, sin nadie en prisión, ni los autores ni sus cómplices.
En NOTIVER exigimos justicia, lo dijimos en su momento y lo reiteramos a la distancia.
Los que nos los quitaron siguen impunes y eso tampoco lo olvidamos.
Tres gobernadores han pasado -del PRI, PAN y Morena- y una cuarta está en funciones, y ninguno tuvo ni tiene la voluntad de investigar con seriedad el caso y permitir la justicia.
Y son cuatro los procuradores-fiscales que también han desfilado en la palestra y todos se volvieron cómplices por inercia e inacción.
El expediente sigue acumulando polvo y satisfaciendo a los malhechores que perpetraron el crimen.
Son muchos los del gobierno y de la delincuencia que han conspirado para que el caso no se esclarezca.
Ahora sí, aludiendo al libro escrito por Milo Vela en los años noventa, producto de su periodismo de investigación, "Todos están adentro".
Todos los que han pasado por los cargos de poder público y factual son, en cierta medida, responsables de la descarada impunidad que lleva 14 años.
Y las consecuencias por la muerte de Milo Vela y su familia se siguen pagando.
El ataque contra él y su familia marcó el inicio de los asesinatos seriales contra reporteros veracruzanos que sumaron 19 en el sexenio duartista, cinco en el yunista y ocho en el cuitlahuista.
En el nahlismo ya van dos.
¡35 colegas asesinados del 2011 a la fecha!
En el 2022, la sentencia del Tribunal de los Pueblos de La Haya lo dejó claro: ese crimen no solo inauguró una ola de terror para el gremio sino una mostró la falta de protección del Estado hacia los periodistas.
Fue un caso emblemático porque fallaron los mecanismos de cuidado y porque demostró cómo actúan los engranajes de la impunidad en México.
Ergo, todos están adentro y todos fallaron.
Por cierto, mucho de lo que ahora pasa en Veracruz y México se explica con lo sucedido en el pasado y el libro "Todos están adentro" ayuda a ese entendimiento.
El texto de Milo Vela se ancla en lo que documentó en su momento sobre el enfrentamiento en el Llano de la Víbora en 1991 entre militares y policías federales por la disputa de una avioneta cargada con droga que aterrizó en una pista clandestina de Tlalixcoyan.
Desde entonces, la gente del gobierno estaba involucrada en el tráfico de estupefacientes procedentes de Colombia, ya luego los comenzaron a producir en el país, pero las raíces del infierno que ahora se padece se extienden hasta aquellos años, los noventa y antes.
Vaya que el libro merece una reedición, ¿alguien por ahí lo tiene? ¡Qué pase copia!
Así pues, el extrañado Milo Vela nos dejó pistas en su libro, por supuesto que las daba en su columna Va de Nuez y su muerte misma fue una de ellas.
Periodista hasta sus últimas consecuencias y hasta el último momento.
Saludos a él, a Misa y a doña Agus allá arriba.
Acá no los olvidamos.
YA VAN TRES
Siguiendo con el tema del gremio vulnerable, otro alcalde morenista Miguel Ángel Uribe de Cazones de Herrera tiene amenazado al periodista Andrés Pérez Mendiola desde hace semanas.
Lo detesta por reportar sus tropelías y abusos desde siempre, pero la publicación que lo colmó de furia fue la del despido de empleados municipales como desquite porque Morena perdió en ese municipio.
El tipo llegó a la alcaldía de rebote, por una tragedia y una maquinación política.
En el 2021, dos días antes de los comicios, asesinaron a Remigio Tovar, candidato de Movimiento Ciudadano y luego el gobierno cuitlahuista encarceló a su suplente Omar Ramírez.
Muerto el alcalde electo y preso el suplente, Uribe Toral asumió la alcaldía.
Y apenas tenía 15 días en la misma cuando brincó a Morena.
Por eso y su mal gobierno, los cazoneños lo castigaron haciendo perder al abanderado guinda Joaquín Gutiérrez, apodado "El Quincho", a cuya disposición puso la tesorería, el personal y los bienes del ayuntamiento.
Aún con todo eso, lo venció el emecista Humberto Olvera.
Enloquecido, el edil la emprendió contra los empleados municipales a los que está despidiendo bajo la acusación de "no apoyar al cien por ciento a nuestro candidato".
Eso le preguntó y publicó el periodista Pérez Mendiola lo que le valió la amenaza de muerte.
Y no es el único reportero que ha documentado las represalias contra los burócratas, todos los medios informativos de la zona norte han dado cuenta de lo mismo.
Con Uribe ya son tres los ediles guindas que amenazan a reporteros.
El de Pánuco, Oscar Guzmán se lanzó contra Miguel Ángel Castillo Anaya que está desparecido desde el 13 de abril y Gustavo Alfonso Torres, "El Mazoco", de Isla amagó a Josué Alejandre Gaytán quien apareció 'suicidado' el 13 de febrero.
Y nadie los llama a cuentas ni les pone un alto.
*Envoyé depuis Paris, France.
