Por Andrés Timoteo
LOS PULGOSOS
El cuitlahuista Esteban Ramírez Zepeta anda como canino callejero al que le cargan todas las pulgas de la derrota de Morena, su partido.
Vaya, hasta en su tierra natal, Las Choapas, lo vencieron miserablemente.
Su compadre "El Pachocha" o sea Oscar Reyes Guzmán, originario de su misma ranchería, Cerro del Nanchital, fue arrasado por el emecista Jesús Uribe Esquivel con senda paliza de dos a uno: casi 19 mil votos contra 8 mil de Reyes.
A este candidato le llegaron carretadas de dinero de la dirigencia estatal y la delegación de la Secretaría del Bienestar pero ni así pudo con el anaranjado.
La derrota en su propio terruño fue la cereza del pastel que se tuvo que merendar Ramírez Zepeta.
Pero el motejado "Larra" no es el único infestado con los ácaros del fracaso en donde tiene enterrado el ombligo.
Los otros dirigentes partidistas andan igual de pulgosos, ninguno logró que sus candidatos triunfaran en sus pueblos.
El panista Federico Salomón no pudo hacer ganar a Javier Sulvaran quien apenas recibió 695 votos, el 10 por ciento de los 6 mil 924 que obtuvo el petista José Manuel Muñoz.
¿Cómo querían que los sayuleños votaran por él si es hijo del director de Turismo en el ayuntamiento que encabeza la morenista Lorena Sánchez?
Su candidatura fue tomada como una burla y una comparsa del oficialismo.
No solo MC y PT juegan el esquirolaje en las elecciones. ¡Qué guardadito se lo tenía el mustio Salomón!
Adolfo Ramírez Arana, dirigente del PRI, hace honor a su apodo "El Fofo" pues es tan insustancial que tampoco ganó en su tierra, Paso de Ovejas.
El golpe fue doble porque perdió su partido y una de sus incondicionales, Ingrid Yarely Huerta, quien fue su tesorera en el comité directivo del tricolor.
Huerta recibió una tunda de diez a uno por el emecista Uriel Peralta.
Al Partido del Trabajo le fue bien en la elección ya que funcionó romper su alianza con Morena y postular candidatos propios con los que ganó en 28 municipios.
Sin embargo, perdió Alto Lucero donde Vicente Aguilar Aguilar, el dirigente estatal, tiene su feudo familiar.
Su hijo, Vicente Aguilar Castillo, apodado "Chentín" quien es alcalde con licencia y diputado local quiso imponer a su esposa Romina Arroyo, conocida como "La Romy", en la candidatura de Morena pero no pudo.
TELENOVELEROS
Por eso su progenitor procuró abortar una alianza con el morenismo, pero cuando todo estaba puesto para que "La Romy" fuera postulada de última hora se entrometió el tío Constantino Aguilar quien hace tiempo fue dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias de la CNC y le arrebató la designación.
"El Chentín" hizo berrinche y abandonó la bancada petista en el congreso local y además convenció a otra diputada, Dulce Hernández Tepole, de hacer lo mismo a fin de que desapareciera la bancada del PT como castigo al padre.
Ahora el hijo y la nuera han de estar carcajeándose del padre-suegro y del tío porque Constantino fue derrotado por el candidato de Morena-PVEM, Roque Castillo Castillo, quien apabulló a los Aguilar que solo tuvieron 288 votos, el 4 por ciento de los más de 7 mil que juntó el guinda.
Y el asunto no termina ahí pues el alcalde electo Roque Castillo es tío lejano del "Chentín" Aguilar Castillo y no se quiere con los Aguilar viejos.
Seguramente arropará al sobrino berrinchudo y harán un frente común contra los petistas derrotados. ¿A poco no es un culebrón como las telenovelas turcas?
Vicente Aguilar viejo debería invitar a Ramírez Zepeta, Ramírez Arana -vaya, se apellidan igual, ¿no serán parientes?- y a Salomón a irse de farra y ahogar en alcohol sus penas electorales.
LA PEOR DE TODAS
El jalapeño Luis Carbonell puede estar feliz porque Movimiento Ciudadano dio la sorpresa en 41 alcaldías y se colocó como la segunda fuerza política de Veracruz, aunque no pudo ganar en su tierra, la capital del estado.
Allí el 'candi-taco' Román Moreno fue derrotado por la guinda Daniela Griego que le sacó 14 mil votos de ventaja.
Los naranjas ya se veían recuperando el ayuntamiento jalapeño que gobernaron hace casi tres décadas.
En las elecciones municipales de 1997, Rafael Hernández Villalpando ganó a la alcaldía abanderado por Convergencia por la Democracia -el nombre original de MC- y el PRD.
Desde entonces el partido naranja no ha dado golpe en esa plaza. Y Carbonell ya está en el club de los derrotados en su propia parcela.
El dirigente del PVEM, Edgar Herrera, pareciera salvarse de las pulgas que cargan sus colegas, pero no tanto.
Él se dice jalapeño aunque su familia es de Nopaltepec, y si bien ganó Griego Ceballos, candidata que co-abanderó su partido, ella le responderá al guinda, no al verde.
Además, es la edil electa con la peor estadística de votación en la historia del municipio.
La afluencia en las casillas no llegó ni al 30 por ciento y los 40 mil votos que obtuvo es la cifra más baja de todos los que han ganado la silla municipal.
Eso le allega cierto tufo de ilegitimidad.
Y para completar, la señora Griego ni siquiera es jalapeña sino minanteca, pero ¡qué importa!
Si Jalapa ya tuvo un alcalde xochimilca y otro hidalguense bien puede soportar una 'cachirula' más.
Envoyé depuis Paris, France.
