* Tyler Chase vivía en una vivienda de transición en Portland cuando las autoridades identificaron erróneamente un cadáver como suyo y lo incineraron
NUEVA YORK.- El primer indicio que recibió Tyler Chase de que podría estar muerto ocurrió en una tienda de conveniencia. Él tenía vales para comida, pero su tarjeta de beneficios no fue aprobada.
La siguiente señal fue cuando contactó a oficiales estatales de Oregon, quienes le dijeron que existía un certificado de defunción a su nombre.
Luego, semanas después, ocurrió el suceso más perturbador: Una urna con cenizas le fue enviada a su familia y se encontraba en el armario de su prima.
En realidad, él se encontraba completamente vivo.
La vida de Chase transcurrió entre el uso de drogas, el no tener en dónde vivir, sin tener contacto con su familia y una burocracia que documentó su muerte sin sus huellas dactilares y sin la presencia de su familia inmediata cuando el cuerpo que se creía era el de él fue cremado.
Él empezó a usar metanfetaminas cuando era adolescente y después de la muerte de su madre en el 2020, pasó por un oscuro período de una seria adicción y delitos.
Luego, en enero del 2023, fue arrestado acusado de varios cargos, incluyendo robo domiciliario y posesión de drogas.
“Mi vida era un desastre”, dijo Chase de 22 años, en una reciente entrevista telefónica.
Eventualmente, fue liberado a un centro de transición ubicado en Portland, Oregon, con la condición de que completaría su programa de recuperación de la adicción.
A principios de octubre, cuando se enteró del certificado de defunción, Chase había estado sobrio desde hacía siete meses y estaba buscando trabajo.
“Obviamente, uno no puede solicitar trabajo si está muerto”.
Varias semanas después del incidente en la tienda de conveniencia, se dio cuenta de todo lo que sucedió — revelando el error que dejó a una familia sin saber sobre su muerte y a otra lamentando la pérdida de Chase.
A mediados de diciembre, un oficial del Buró de Policía de Portland acudió al centro de transición en donde estaba Chase, preguntándose por qué buscaba documentos de un hombre de quien los oficiales dijeron que estaba muerto.
Chase recordó haber visto su foto en las manos de un oficial que tenía una mirada de incredulidad en su rostro y dijo: “Nunca en mis 20 años de servicio había lidiado con algo como esto”.
La tarde siguiente, el principal investigador de la Oficina del Médico Forense del Condado Multnomah visitó a Chase para explicarle su error.
Meses antes, otro residente del centro de recuperación fue encontrado muerto por una sobredosis de fentanilo, tenía en su poder la billetera de Chase, que presumiblemente le robó, dijo el forense.
Chase recordó haber perdido su cartera y describió al otro residente como un hombre de más edad que él, más bajo de estatura, más delgado y pelirrojo.
Chase dijo que trató de persuadirlo para que se quedara en el programa pero él se fue.
El error en la identidad ocurrió debido a que el hombre muerto llevaba la billetera de Chase y una licencia temporal para conducir, según confirmó el forense en un comunicado que envió a KGW8, una filial de NBC en Portland, en el mes de enero.
Chase, quien había estado entrando y saliendo de tratamientos durante años, perdió contacto con su familia, incluyendo su padre.
Cuando les dijeron las autoridades que había muerto por una sobredosis, no tuvieron razones para dudarlo.
La última familiar con la que él tuvo contacto fue su prima Latasha Rosales de 35 años.
Cuando el forense dijo que la familia inmediata de Chase rechazó ver el cuerpo antes de la cremación, su padre, Toby Chase, dijo que nunca le preguntaron nada y tampoco al resto de la familia, dijo Rosales.
“Lamentamos profundamente ese error en la identificación”, señaló la oficina del forense en un comunicado.
La oficina reveló que ordenó una “revisión completa” de los procedimientos y que en el futuro requerirá que los cuerpos encontrados con una identificación también sean identificados por las huellas dactilares en el momento de la investigación de la muerte.
J. Keith Pinckard, presidente de la Asociación Nacional de Médicos Forenses, dijo en un correo electrónico que errores en la identificación de los muertos eran “muy raras” y que él ha visto sólo uno o dos casos en su carrera.
Rosales dijo que su familia se encontraba consternada pero no impactada, cuando les notificaron sobre la muerte de Chase.
La última vez que vio a Chase fue después de la muerte de su madre en el 2020 y luego perdió contacto gradualmente.
La familia logró recaudar más de 1 mil dólares para cremar el cuerpo y Rosales recibió la urna con las cenizas en el mes de octubre.
Pocas noches antes de Navidad, Rosales recibió una llamada de un número privado, informándole que Chase estaba vivo.
“Pensé que me estaban haciendo una broma”, dijo. “Pero cuando me pasaron el teléfono y hablé con él sentí que estaba teniendo una experiencia extrasensorial”.
Al día siguiente, cuando los primos se reunieron en persona, Chase no estaba muerto ni enfermo, sino alto, fuerte y más saludable que nunca antes.
“Sentí que debí haber hecho más por él después de la muerte de su mamá. Pero ahora, puedo estar con él cuando me necesite y hacer las cosas que no hice antes”.
Días después, Chase, quien fue contratado por una organización que ayuda a las personas sin hogar en Portland, pasó la Navidad con Rosales y sus hijos.
La alegría de estar reunidos, dijo Rosales, se opacó por la confusión y enojo con las autoridades por su error.
El fentanilo y metanfetaminas ha registrado un número récord de muertes entre personas sin hogar en el Condado Multnomah en el 2022, de acuerdo a un reporte que fue dado a conocer en diciembre.
“Recibí las cenizas del hijo de alguien y ellos ni siquiera saben que su ser querido está muerto. Eso es lo que me entristece de esta situación”, dijo Rosales.
