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¡CRECEN PROTESTAS Y PERSECUSIÓN EN EU!

Desde el 6 de junio, Estados Unidos vive una de las más amplias movilizaciones en defensa de los derechos migrantes desde las marchas de 2006, cuando se promovió ‘un día sin inmigrantes’ y que marcó esta lucha de los inmigrantes...

¡CRECEN PROTESTAS Y PERSECUSIÓN EN EU!
Agentes de la policía de Aduanas y Protección Fronteriza de EU montan guardia frente al Edificio Federal mientras continúan las protestas en respuesta a las operaciones federales de inmigración en Los Ángeles, California, el 10 de junio de 2025. Foto: AFP

*En Los Ángeles, epicentro de la movilización, las organizaciones de inmigrantes y sindicatos ya han convocado a una megamarcha para el 14 de junio

MIAMI. (Agencias).-Desde el 6 de junio, Estados Unidos vive una de las más amplias movilizaciones en defensa de los derechos migrantes desde las marchas de 2006, cuando se promovió ‘un día sin inmigrantes’ y que marcó esta lucha de los inmigrantes en Estados Unidos.

Lo que comenzó como una serie de redadas en vecindarios de Los Ángeles, sin órdenes judiciales, derivó en una ola de protestas que se ha extendido a más de 35 ciudades en 19 estados de la Unión Americana; generando no sólo una reacción comunitaria, sino un enfrentamiento entre el poder federal y gobiernos locales, entre ICE y la ciudadanía, entre el miedo institucional y la resistencia civil.

Además de las decenas de enfrentamientos y las más de 370 detenciones en promedio en diversas ciudades del condado de Los Angeles, en San Francisco, las jornadas han sido una radiografía de los acontecimientos.

Miles de personas tomaron las calles en Mission, frente al juzgado federal y las estaciones de BART (Bay Area Rapid Transit) que son parte del sistema de tren metropolitano que conecta ciudades clave del área de la Bahía de San Francisco, incluyendo San Francisco, Oakland, Berkeley, Richmond, Daly City y el Aeropuerto Internacional de San Francisco (SFO), entre otras; no sólo para condenar los arrestos, sino para exigir también la liberación de David Huerta, figura emblemática del sindicalismo migrante en California.

“Estamos aquí para exigir la liberación de David Huerta, porque defender derechos laborales no es un crimen”, dijo Olga Miranda, presidenta del sindicato (SEIU Local 87); “esta ciudad se construyó con manos migrantes, nuestra identidad es ser santuario, y eso no lo vamos a negociar”.

El alcalde Daniel Lurie lo expresó con dureza y claridad, “estas tácticas… buscan infundir miedo… hacen que la gente tenga miedo de ir a trabajar o de enviar a sus hijos a la escuela”.

La policía reporta 158 detenidos, incluyendo seis menores.

“La mitad de los arrestados viven en San Francisco, la otra mitad son de otras ciudades”, precisó el jefe interino del SFPD, Paul Yep.

Desde el asfalto, Justine Levan, estudiante hija de inmigrantes vietnamitas, alzó la voz, “mis padres llegaron sin papeles, con miedo, pero ahora yo estudio en Berkeley. ¿Eso es motivo de persecución?”.

Reem Assil, fundadora del restaurante Reem’s California, hizo una reflexión y un llamado. “nos sentimos precarios, con miedo, pero unidos; mientras más cuidemos unos de otros, más seremos comunidad”.

En Nueva York, donde suman alrededor de 86 detenidos, los rostros eran otros, pero el mensaje idéntico.

Foley Square se volvió territorio de una ciudad que no se resigna. La concejala Shahana Hanif declaró públicamente que “Nueva York seguirá siendo una ciudad santuario.

No vamos a permitir que las tácticas de intimidación de ICE silencien nuestras comunidades”.

El defensor público Jumaane Williams exigió una investigación independiente sobre la cooperación entre el NYPD y agentes federales.

“Lo que estamos viendo es una militarización sin precedentes del espacio público bajo la excusa del orden”, dijo.

La comisionada Jessica Tisch confirmó más de ochenta arrestos esa noche, aunque activistas como Alina Rodríguez, enfermera dominicana del Bronx, acusó que se trata de detenciones arbitrarias y preguntó a los agentes de ICE, “si me sacan a mí, ¿quién cuida a sus abuelas en los hospitales?”.

En Houston, frente al tribunal migratorio en South Gessner, la protesta fue masiva también. Aura Espinosa, portavoz de FIEL, una de las organizaciones proinmigrantes presentes, sostuvo que “nuestras calles se han llenado de terror y no podemos quedar en silencio”.

Su hermano César añadió que “estamos hablando de personas que limpian hospitales, cocinan en restaurantes, cuidan niños; su labor es esencial. No se puede castigar al trabajador digno y honesto que paga impuestos”.

Un residente de Mission Bend relató que su vecino, un hombre de la tercera edad que cuidaba a su nieta, fue arrestado sin explicación, “es un hombre bueno, trabajador, lo sacaron como si fuera un criminal”.

En Austin, la marcha del lunes 9 de junio desde el Capitolio al edificio federal Jake Pickle terminó con 14 arrestos tras la intervención de la policía estatal con gases lacrimógenos.

Una manifestante gritaba, “si todo eso ha pasado en Los Ángeles, ¿qué pasará aquí? Estamos firmes. Quien tenga miedo, sepa que no están solos”. Greg Abbott, por su parte, declaró públicamente que “protestar en paz es legal, pero si cruzan la línea, serán arrestados”.