
Por Edgar Ochoa/ NOTIVER
Yamamoto implacable y Dodgers gana
Dodgers se sacudió tras la caída en el Juego 1 y en el Juego 2 de la Serie Mundial 2025 dominó con claridad al Toronto Blue Jays con marcador de 5-1.
El protagonista absoluto fue Yoshinobu Yamamoto, quien lanzó juego completo, permitió solo cuatro imparables, ponchó ocho y retiró a los últimos veinte bateadores que enfrentó.
Con ese dominio, se convirtió en el primer lanzador que completa un partido de Serie Mundial desde 2015.
Ofensivamente los Dodgers se impusieron en el momento justo: un jonrón de Will Smith rompió el empate en la séptima entrada y de inmediato Max Muncy añadió otro para liquidar la resistencia de Toronto.
Aunado a eso, la persistente presencia de la ofensiva permitió fabricar las carreras que necesitaban sin depender de milagros.
Para los Blue Jays fue un golpe de realidad: después de un arranque fulminante en el Juego 1, se toparon con un huracán en el montículo que les cerró cada vía de escape.
Yamamoto no permitió que el poderoso lineup canadiense encendiera chispa alguna y la ventaja se fue estirando mientras la presión crecía.
Este triunfo revitaliza a los Dodgers: nivelan la serie 1-1, recuperan terreno y muestran por qué tienen la rotación más temida del momento.
La defensa, los batazos oportunos y esa joya monticular dan un claro mensaje: en esta Serie Mundial no basta con arrancar fuerte, hay que sostenerse.
Y es que cuando un abridor se comporta como Yamamoto lo hizo, se convierte casi en una ventaja numérica para su equipo.
Cada lanzamiento suyo fue una cuenta urgente para Toronto, cada bateo de Los Angeles fue un empujón en la moral.
La suma de ambos factores hizo que el marcador de 5-1 sea apenas un reflejo del dominio.
Ahora el ambiente cambia para los Blue Jays: tendrán que reinventarse, evitar que un segundo descalabro les ponga en desventaja y encontrar el camino para frenar esa maquinaria llamada Dodgers.
Mientras tanto, los Dodgers, con la confianza a tope, regresan al terreno conscientes de que hoy, esa rotación les da alas y ese bullpen puede cerrar sin sobresaltos.
En resumen, fue un partido de ajedrez en el que Los Angeles movió mejor las piezas:
Yamamoto en la lomita, la ofensiva en el momento clave, y el rival buscando respuestas tras verse frenado.
La Serie Mundial ahora toma otro rumbo.