Por Edgar Ochoa/ NOTIVER
Judge se convierte en el 4to jugador en alcanzar
cuatro veces esa cifra
El béisbol de las Grandes Ligas volvió a ser testigo de la grandeza de Aaron Judge, jardinero estelar de los Yankees de Nueva York, quien la noche del miércoles en el Yankee Stadium disparó su cuadrangular número 50 de la temporada frente a los Medias Blancas de Chicago.
Con este batazo, Judge entró a un grupo sumamente selecto, al convertirse en apenas el cuarto jugador en toda la historia en sumar cuatro temporadas distintas con al menos 50 vuelacercas, una cifra reservada solo para los más grandes cañoneros.
Su poder, consistencia y disciplina lo colocan ya como un referente de época, digno heredero de la tradición jonronera del Bronx.
Judge no sólo aporta batazos de largometraje, sino que también sostiene el liderazgo de un equipo que busca regresar a la Serie Mundial.
Con su físico imponente y su swing letal, el número 99 de los Yankees sigue escribiendo capítulos memorables.
La hazaña de este año reafirma su lugar entre los ídolos de la franquicia, sumando su nombre junto a históricos como Babe Ruth y Mickey Mantle.
Alcanzar 50 cuadrangulares en una temporada no es sencillo, hacerlo cuatro veces es una muestra de constancia y dominio en una era en la que el pitcheo ha elevado su calidad.
Judge sigue demostrando que no solo es una estrella, sino un fenómeno que se acerca a la categoría de leyenda viva.
Diego Roldán brilla con Algodoneros
El béisbol mexicano también tiene nuevas historias que contar y una de ellas es la de Diego Roldán, joven lanzador veracruzano que comienza a abrirse camino en el profesionalismo con los Algodoneros de Guasave.
Roldán, pitcher derecho, fue firmado y desarrollado bajo la tutela de Arturo Amador, y tiene como raíces formativas a la Liga Beto Ávila de Veracruz, semillero de peloteros de calidad.
Su talento lo llevó a integrar la Selección Nacional en categorías menores y hoy su presente lo coloca en la mira del béisbol de alto nivel.
Durante la pretemporada, el serpentinero tuvo la oportunidad de enfrentar a rivales de jerarquía y mostró temple en el montículo.
En su primera aparición contra la Selección de Tucson, superó los nervios iniciales: otorgó una base por bolas, pero luego indujo una rola para doble play y cerró con ponche.
En su segunda salida, enfrentó a los Tomateros de Culiacán y volvió a demostrar control y capacidad de adaptación, retirando en tres hombres tres outs.
Sus actuaciones han generado confianza en el cuerpo técnico y entusiasmo en el jarocho.
Para un muchacho egresado del béisbol veracruzano, llegar a estos escenarios es una recompensa al esfuerzo y disciplina, pero también un reto mayor: consolidarse.
Roldán es parte de una nueva camada de brazos mexicanos que buscan dejar huella en la Liga Mexicana del Pacífico.
El camino apenas comienza, pero todo indica que el futuro le sonríe.
