Todos los caminos llevan a Bilbao.
Este lunes arribaron a la capital de Vizcaya los contingentes del Tottenham y el Manchester United para la Final de la Europa League que se disputará mañana, la esperanza para ambos equipos de levantar un trofeo en la campaña 2024-2025.
Lo mismo el arquero de los Spurs, Guglielmo Vicario, que su atacante, el brasileño Richarlisson, o del lado de los Red Devils, Harry Maguire o Bruno Fernandes.
Cada equipo en su respectivo hotel de concentración desató la emoción entre los aficionados que también ya llegaron al País Vasco para la cita.
Al Estadio de San Mamés pueden ingresar hasta 50 mil espectadores.
En Bilbao esperan a 70 mil ingleses que ya han acaparado las rutas aéreas y terrestres, así como el hospedaje, para no perderse el partido. No todos podrán entrar.
Ante ello, la UEFA ya mandó la alerta para que los aficionados se abstengan de comprar boletos en sitios no autorizados ante la alta probabilidad de entradas que no correspondan a la identidad del comprador original, ya que el sistema no permite que sean transferidas.
Además los precios se han disparado en la reventa, al pasar de los 65 a los 450 euros para un boleto de categoría básica.