DEJARON UN MENSAJE ACUSANDOLO DE VIOLAR A UNA MENOR
*Detectives de la PM tienen conocimiento que asesinos privan de la libertad a personas en la zona de Tezonapa y Omealca y después aparecen muertos
Por FEDERICO GARCIA
Reportero de NOTIVER
Policías de la FGE investigan a criminales que, en la zona de Tezonapa y Omealca, estarían tomando la justicia por propia mano al asesinar a personas que supuestamente cometieron abusos sexuales y/o violaciones, el último de los casos ocurrió con el campesino Raúl Pacheco Rosas.
A las 03:00 horas, fue localizado un cadáver decapitado a orillas del camino Omealca-Tezonapa, a la altura de la desviación a Cruz Tetela en el municipio de Omealca.
El oficial Ordóñez constató que sobre la carretera se encontraba un cadáver desmembrado, la víctima vestía short azul y pedazos de cartulina color verde fosforescente con un mensaje amenazante.
La cartulina indicaba:
“Esto me pasó por violar a una menor de edad. Atte. Ya se la saben”,
indicio que fue asegurado por el perito criminalista como parte de la investigación del homicidio.
Un campesino identificó a la víctima, por los pies que presentaban cicatrices de quemadura de cuando era pequeño, como Raúl Pacheco Rosas, de 32 años, de Tezonapa.
La última vez que lo vieron con vida fue el día 13 de septiembre, como a las 15:00 horas, cuando salió de su vivienda a bordo de una motocicleta rumbo al centro de Tezonapa.
Y casi un día después apareció muerto, decapitado y descuartizado, con una cartulina donde lo acusaban de haber abusado de una menor, su familia afirma que desconocía de esos hechos.
Es más, indican que Raúl no tenía problemas con nadie, lo único que si le ocurrió fue que hace como un año estuvo detenido en la cárcel municipal de Tezonapa acusado por lesiones.
La fiscalía de Córdoba inició la Carpeta de Investigación 1543/2025 por delito de homicidio doloso calificado en contra de quien resulte responsable.
Detectives de la PM tienen conocimiento de varios casos donde criminales privan de la libertad a personas en la zona de Tezonapa y Omealca y, después, aparecen muertos y descuartizados, con cartulinas y leyendas donde señalan a las víctimas de abusos sexuales en agravio de menores.