® Notiver La Noticia En El Momento Que Sucede. Todos los Derechos Reservados

VIVIENDO CON SENTIDO | SALTO CUÁNTICO - El salto cuántico no es un evento repentino ni un fenómeno físico esotérico que ocurre desde afuera. Es una elección interna. Es ese instante silencioso en el que decides, de una vez...

El salto cuántico no es un evento repentino ni un fenómeno físico esotérico que ocurre desde afuera. Es una elección interna. Es ese instante silencioso en el que decides, de una vez por todas, no seguir traicionándote. Dejar de quedarte...

VIVIENDO CON SENTIDO | SALTO CUÁNTICO - El salto cuántico no es un evento repentino ni un fenómeno físico esotérico que ocurre desde afuera. Es una elección interna. Es ese instante silencioso en el que decides, de una vez...

DAVID MANUEL MARTÍNEZ PÉREZ

PSICOTERAPEUTA CLÍNICO Certificado en Hellinger Sciencia

SALTO CUÁNTICO

“PERCIBIENDO EL OTRO LADO DE LA REALIDAD”

El salto cuántico no es un evento repentino ni un fenómeno físico esotérico que ocurre desde afuera.

Es una elección interna.

Es ese instante silencioso en el que decides, de una vez por todas, no seguir traicionándote.

Dejar de quedarte en lo que te apaga.

Dejar de negociar con tu propia verdad para encajar en moldes que ya no representan tu esencia.

Hay muchas formas de traicionarse: postergar lo que sabes que es importante para ti, ceder ante la culpa, callar cuando tu alma grita, sostener relaciones que drenan tu energía o seguir caminos que ya no vibran con tu propósito.

Cada vez que lo haces, te alejas un poco más de tu centro.

Dejas partes de ti regadas por lugares y momentos que ya no existen.

Pero llega un día en que algo se quiebra, y al mismo tiempo, algo se ordena dentro de ti.

Una certeza silenciosa, pero firme.

El día en que dices basta, no desde el enojo ni desde el miedo, sino desde una profunda reverencia por ti mismo.

Y entonces eliges diferente.

Ya no por impulso, sino por integridad.

El salto cuántico empieza ahí: cuando dejas de girar en círculos y comienzas a moverte en espiral.

Cuando no necesitas que todo esté resuelto para empezar a serte fiel.

Cuando comprendes que habitarte con dignidad es más valioso que ser comprendido por todos.

Porque el verdadero cambio sucede cuando ya no puedes seguir ignorando tu verdad.

Y cuando te haces cargo de ella, el universo responde.

Las puertas se alinean, los caminos se despejan, las señales aparecen.

No porque todo afuera cambie, sino porque tú ya no eres el mismo.

Y es justo ahí, en esa decisión íntima, donde la realidad comienza a reconfigurarse.

No como un milagro caído del cielo, sino como el resultado inevitable de tu regreso a casa.

El verdadero salto no es hacia otro lugar.

Es hacia ti.

“Cuanto más perfecto uno luzca por fuera, más demonios tendrá por dentro”

——————————————

NO ME VOLVÍ DISTANTE, APRENDÍ A CUIDAR
MI ENERGÍA.

Comprendí que no puedo estar disponible para todo ni para todos sin pagar un precio interno.

Mi presencia, mi atención y mi tiempo dejaron de ser moneda de cambio para complacer, sostener o justificar lo que ya no resuena con quien soy hoy.

Con el tiempo entendí que no todo lo que pide acceso a mi vida lo merece.

Que muchas veces el ruido externo opaca mi claridad interna.

Que dar sin límites no siempre es generosidad, a veces es una forma inconsciente de olvidarme de mí.

Y que quedarse en lugares por costumbre, por pena o por miedo al vacío, es una forma sutil de autoabandono.

Aprender a conservar mi energía no fue una elección egoísta, fue un acto de responsabilidad con mi propia existencia.

Empecé a ver que cada pensamiento, cada palabra, cada espacio compartido, influye en mi equilibrio.

Y elegí priorizar lo que me construye, lo que me refleja desde la verdad, lo que me devuelve a mí mismo sin exigencias ni disfraces.

No es indiferencia, es conciencia.

No es frialdad, es amor propio.

Elijo vínculos que no duelan para sostenerse, palabras que no desgasten para comunicarse, presencias que no demanden para sentirse cerca.

Porque aprendí que estar para los demás no tiene sentido si primero no estoy para mí.

Y en esa elección callada, serena y profunda, recuperé fuerza.

Dejé de explicarme.

Dejé de justificar mi distancia.

Dejé de negociar mi paz por pertenecer.

Hoy entiendo que proteger mi energía es también proteger mi camino.

Porque no vine a complacer.

Vine a habitarme con respeto y veracidad, eso, incomoda a los demás, pero siempre me libera de la complacencia y de la aceptación.

“Cuando ya no supe a quién recurrir, me encontré conmigo mismo y ahí empezó el verdadero entendimiento”

———————————-———

PERDER NO SIEMPRE
SIGNIFICA RETROCEDER

A veces, es la vida cambiando de rumbo sin pedir permiso.

Pero aceptar no es fácil.

Sobre todo cuando lo que se pierde duele de verdad, cuando lo que se va, no vuelve.

Y deja un silencio que pesa más que mil palabras.

Hay pérdidas que transforman.

Y hay otras que simplemente nos rompen, y está bien.

No todo se repara.

No todo se entiende.

Lo importante es esto, no estás fallando si sigues dolido, si aún no puedes soltar.

A veces, avanzar se parece más a respirar… que a correr.

Honra tu ritmo.

Honra tu proceso.

Y si puedes… camina, aunque sea con el alma cansada.

No existe persona más admirable, que aquella que surge y evoluciona de una alma rota.

Muchas veces las cosas no salen como queremos, las cosas pasan de la manera necesaria para vivirlas y así poder crecer y aprender.

Aceptar que algo tenía que pasar no significa que no duela, pero resistirse eternamente a lo que fue sólo alarga el sufrimiento, a veces la vida no tiene lógica inmediata, pero con el tiempo nos obliga a mirar atrás con otros ojos.

——————————————

David Manuel Martínez
Psicoterapeuta
Psicoterapia Práctica
Consultas Previa Cita
229-7799859