® Notiver La Noticia En El Momento Que Sucede. Todos los Derechos Reservados

VIVIENDO CON SENTIDO | MI ENERGÍA - “PERCIBIENDO EL OTRO LADO DE LA REALIDAD” O ME VOLVÍ DISTANTE, APRENDÍ A CUIDAR MI ENERGÍA...

Comprendí que no puedo estar disponible para todo ni para todos sin pagar un precio interno. Mi presencia, mi atención y mi tiempo dejaron de ser moneda de cambio para complacer, sostener o justificar lo que ya...

VIVIENDO CON SENTIDO | MI ENERGÍA - “PERCIBIENDO EL OTRO LADO DE LA REALIDAD” O ME VOLVÍ DISTANTE, APRENDÍ A CUIDAR MI ENERGÍA...

DAVID MANUEL MARTÍNEZ PÉREZ
Psicoterapeuta Clínico Certificado en Hellinger Sciencia ®

MI ENERGÍA

“PERCIBIENDO EL OTRO LADO DE LA REALIDAD”

O ME VOLVÍ DISTANTE, APRENDÍ A CUIDAR MI ENERGÍA.

Comprendí que no puedo estar disponible para todo ni para todos sin pagar un precio interno.

Mi presencia, mi atención y mi tiempo dejaron de ser moneda de cambio para complacer, sostener o justificar lo que ya no resuena con quien soy hoy.

Con el tiempo entendí que no todo lo que pide acceso a mi vida lo merece.

Que muchas veces el ruido externo opaca mi claridad interna.

Que dar sin límites no siempre es generosidad, a veces es una forma inconsciente de olvidarme de mí.

Y que quedarse en lugares por costumbre, por pena o por miedo al vacío, es una forma sutil de autoabandono.

Aprender a conservar mi energía no fue una elección egoísta, fue un acto de responsabilidad con mi propia existencia.

Empecé a ver que cada pensamiento, cada palabra, cada espacio compartido, influye en mi equilibrio.

Y elegí priorizar lo que me construye, lo que me refleja desde la verdad, lo que me devuelve a mí mismo sin exigencias ni disfraces.

No es indiferencia, es conciencia.

No es frialdad, es amor propio.

Elijo vínculos que no duelan para sostenerse, palabras que no desgasten para comunicarse, presencias que no demanden para sentirse cerca.

Porque aprendí que estar para los demás no tiene sentido si primero no estoy para mí.

Y en esa elección callada, serena y profunda, recuperé fuerza.

Dejé de explicarme.

Dejé de justificar mi distancia.

Dejé de negociar mi paz por pertenecer.

Hoy entiendo que proteger mi energía es también proteger mi camino.

Porque no vine a complacer.

Vine a habitarme con respeto y veracidad, eso, incomoda a los demás, pero siempre me libera de la complacencia y de la aceptación.

“Cuando ya no supe a quien recurrir, me encontré conmigo mismo y ahí empezó el verdadero entendimiento”

———————————-———————

PERDER NO SIEMPRE SIGNIFICA RETROCEDER

A veces, es la vida cambiando de rumbo sin pedir permiso. Pero aceptar no es fácil.

Sobre todo cuando lo que se pierde duele de verdad, cuando lo que se va, no vuelve. Y deja un silencio que pesa más que mil palabras.

Hay pérdidas que transforman. Y hay otras que simplemente nos rompen, y está bien.

No todo se repara. No todo se entiende.

Lo importante es esto, no estás fallando si sigues dolido, si aún no puedes soltar.

A veces, avanzar se parece más a respirar… que a correr.

Honra tu ritmo. Honra tu proceso.

Y si puedes… camina, aunque sea con el alma cansada.

No existe persona más admirable, que aquella que surge y evoluciona de una alma rota.

Muchas veces las cosas no salen como queremos, las cosas pasan de la manera necesaria para vivirlas y así poder crecer y aprender.

Aceptar que algo tenía que pasar no significa que no duela, pero resistirse eternamente a lo que fue solo alarga el sufrimiento, a veces la vida no tiene lógica inmediata, pero con el tiempo nos obliga a mirar atrás con otros ojos.

——————————————————

TU CASA TU ESPEJO

Tu casa no es sólo un lugar donde vives, es una extensión viva de tu sistema nervioso.

Lo que sucede en tu hogar revela cómo aprendiste a ser cuidado, contenido y atendido en tu infancia.

Y todo lo que hoy toleras en tu casa tiene la misma raíz emocional de aquello que tuviste que tolerar cuando eras niño(a).

La casa refleja el vínculo con la madre, porque ella a nivel biológico y emocional es quien enseña seguridad, regulación, presencia y cuidado básico.

Tu hogar adulto sólo replica esa huella: es tu maternidad interna, sin importar tu género.

Tu casa es un mapa emocional.

Cada rincón muestra cómo hoy te cuidas: cómo gestionas el estrés, cómo te tratas cuando nadie te ve, cómo ordenas tu mundo interno y cómo procesas tus emociones.

Lo que tu hogar puede estar revelando:

• Casa fría → carencia de afecto.

• Casa caótica → falta de estructura emocional.

• Casa impecable y rígida → miedo a equivocarte o exigencia extrema.

• Casa deteriorada o sin arreglos → heridas que nunca se miraron.

• Casa saturada o acumulada → emociones estancadas y duelos pendientes.

El inconsciente no ve objetos, ve símbolos:

• Luz = presencia emocional

• Orden = seguridad interna

• Belleza = autoestima

• Limpieza = claridad mental

• Reparación = autocuidado

• Acumulación = retener el dolor

• Espacios vacíos = zonas emocionales evitadas

Porque tu casa habla el mismo idioma emocional con el que creciste.

Y la manera en que hoy te tratas también se ve ahí:esa voz interna que aparece cuando te exiges, cuando tienes miedo, cuando te equivocas.

Si esa voz es amorosa, tu hogar lo refleja.

Si esa voz es dura, distante o ausente… tu casa también lo muestra.

Pregúntate:

¿Le das mantenimiento a tu vida?

¿Dejas cosas sin resolver?

¿Creas un ambiente de paz o de tensión?

¿Hay espacios que evitas porque “duelen”?

Transformar tu hogar transforma tu identidad.

Cuando reparas, iluminas o embelleces tu espacio, tu sistema nervioso recibe un mensaje profundo:

“Ahora sí soy importante. Ahora sí me cuido. Ahora sí existo para mí”.

Por eso tu casa no es solo una casa.

Es un acto de autovalor.

Hoy lo confieso…

Tuve que exterminar a mi yo del pasado.

En mi defensa solo diré... ¡Que se lo merecía!

——————————————————

David Manuel Martínez

Psicoterapeuta

Psicoterapia Práctica

Consultas Previa Cita: 229-7799959