DAVID MANUEL MARTÍNEZ PÉREZ
PSICOTERAPEUTA CLÍNICO Certificado en Hellinger Sciencia
MÁS DE LO MISMO
“PERCIBIENDO EL OTRO LADO DE LA REALIDAD”
Nunca atraes al amor de tu vida, eso es una fantasía, si tú no has trabajado en tu crecimiento personal reconciliándote con tu pasado, tú vas a atraer al espejo de tus heridas, así comprenderás que tu pareja es el laboratorio de ego, porque aunque digas que buscas amor, lo que en realidad estás buscando es reafirmar e intentar de solucionar, asuntos del pasado en el presente con la persona equivocada.
Por eso cuando alguien te trata bien, te aburres, no te da click pero cuando aparece en tu vida un personaje que te hiere y te lastima física y/o emocionalmente, te enganchas y eso no es amor, es un comportamiento neurótico de dependencia al dolor, hasta que no hagas conscientes tus heridas y las traigas a la luz, te reconcilies con tu pasado y lo deje en paz, de lo contrario vas a seguir llamando destino, a lo que en realidad es más de lo mismo.
“La gente no escucha con los oídos, escucha desde sus heridas”
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DESAPARECIENDO POCO A POCO
Hay personas que ya no desean estar, pero no saben cómo irse.
Entonces se ausentan emocionalmente. Se desconectan.
Dejan de comunicarse, dejan de estar, de insistir, de esperar.
Ya no buscan ni evitan.
Sólo habitan un vínculo que internamente han empezado a soltar.
No siempre es consciente.
Pero su inconsciente ya tomó una decisión: irse sin salir corriendo, romper sin gritar, despedirse sin decir adiós.
Su actitud cambia. Ya no reclama lo que antes dolía, porque ya no espera que cambie.
Ya no intenta acercarse, porque aprendió a encontrar paz en su propia distancia.
Y esa frialdad que el otro siente, no es castigo.
Es una forma de protección: la mente empieza a cerrar el ciclo antes de que el cuerpo lo haga.
Una separación emocional muchas veces precede a la física.
No es maldad, ni venganza.
Es el reflejo de un corazón que se cansó de hablar y eligió el silencio como forma de liberación.
“Ni tu cuerpo, ni tu alma están rotos, están saturados”
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NUNCA PELEES CON UN CERDO… AMBOS SE
ENSUCIAN, PERO ÉL LO DISFRUTA.
Hay personas que viven del conflicto.
Discutir con ellas no te eleva, te arrastra. Tú pierdes la calma, y ellos disfrutan el caos.
No todos los enfrentamientos merecen tu energía. La verdadera sabiduría está en saber cuándo alejarte.
Tu paz vale más que una victoria momentánea.
No estás obligado a cargar a quien eligió no avanzar.
Ayudar no es sacrificarte hasta romperte.
Si alguien no quiere cambiar, crecer o salir del lugar donde está, no es tu deber empujarlo.
El amor no se mide por cuánto te desgastas, sino por cuánto te respetas. No cargues lo que no es tuyo.
Tú también mereces avanzar.
Nunca discutas con un tonto, te baja a su nivel y gana por experiencia.
Quien no quiere entender, no escucha.
Sólo espera para responder. Pelear con personas que no razonan es regalarles tu tiempo y tu paz.
Ellos no buscan verdad, buscan tener razón.
A veces el silencio es el mayor acto de inteligencia. No discutas con quien está decidido a no comprender.
Hay personas que son anclas.
Te detienen mientras juran que te están ayudando.
No toda compañía es crecimiento.
Hay personas que, con palabras dulces, frenan tu avance. Se visten de consejo, pero siembran duda.
Te atan con miedo disfrazado de amor. Cuida a quien escuchas: no todos quieren verte volar.
Algunos sólo desean que no te eleves más alto que ellos.
La boca que trae el chisme, es la misma que lleva lo que tú dijiste.
Quien viene a hablarte mal de otros, pronto hablará mal de ti. El chisme no se queda quieto. Protégete.
Cuidar tus palabras es cuidar tu valor.
No confíes en quien habla demasiado.
La lealtad no hace ruido, se nota en los actos… y sobre todo, en el silencio.
El malestar a veces es señal de que creciste y ya no encajas ahí.
Sentirte incómodo no siempre es malo.
A veces es la vida diciendo:
“Ya creciste, ya no perteneces aquí”
Cambias, maduras, y lo que antes te hacía bien, hoy ya no cabe en tu alma.
No lo veas como pérdida, sino como una oportunidad de dar el siguiente paso.
No hay forma de saber a dónde puedes llegar si no te atreves a ir.
El miedo paraliza, pero también revela.
Lo que hoy te asusta, puede transformarse en tu mayor orgullo.
Si no lo intentas, jamás sabrás de qué estás hecho. La vida no premia al que espera, premia al que se lanza.
Nadie llega lejos sin dar el primer paso.
Recuerda esto: No todo el mundo merece tu energía.
No estás aquí para convencer, cargar, ni salvar a nadie.
Estás aquí para crecer, sanar y avanzar.
Quien no te impulsa, te frena. Y quien no te cuida, no te merece.
La vida es muy corta para vivirla atado.
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