DAVID MANUEL MARTÍNEZ PÉREZ
Psicoterapeuta Clínico Certificado en Hellinger Sciencia ®
EL LADO OSCURO DEL PLACER
“PERCIBIENDO EL OTRO LADO
DE LA REALIDAD”
Dale a un hombre placer y lo harás débil.
Dale comodidad y lo volverás dócil, apagado, sin fuego en la mirada.
El placer constante es el veneno más elegante que existe: entra sin resistencia, te calma, te seduce... y te destruye desde dentro.
Es adictivo porque te hace sentir “bien” sin haber hecho nada para merecerlo.
Y cada vez que eliges el placer por encima del sacrificio, una parte de tu espíritu muere en silencio.
La mayoría de los hombres no están perdidos por falta de oportunidades, sino por exceso de comodidad.
Se han rendido al sofá, al teléfono, a la validación barata y a la gratificación inmediata.
Han olvidado que fueron creados para pelear, para conquistar, para resistir.
El placer adormece la mente, anestesia el alma y debilita el carácter.
Te hace olvidar quién eres y por qué estás aquí.
Te convence de que la calma sin propósito es felicidad, cuando en realidad es estancamiento.
Te vuelve pasivo, inseguro, dependiente del estímulo externo para sentirte vivo.
Y un hombre que necesita placer para sentirse bien es un hombre que ya perdió el control, porque el placer sin propósito no eleva; esclaviza.
Te quita el hambre, la agresividad sagrada que impulsa al hombre a dominar su mundo.
Sin esa tensión, sin esa lucha interna, te vuelves blando, y un hombre blando no puede proteger, no puede liderar, no puede conquistar nada.
Pero dale a un hombre dolor, y verás cómo despierta su verdadera naturaleza.
El dolor no te destruye; te revela.
Te muestra quién eres cuando nadie te aplaude, cuando todo se derrumba, cuando no hay nada que sostener más que tu voluntad.
Dale traición a un hombre, y aprenderá a confiar en sí mismo.
Dale fracaso, y descubrirá su resiliencia.
Dale soledad, y se encontrará con su propósito.
El dolor no es un castigo, es un privilegio reservado para los que están destinados a ser grandes.
Porque cada golpe que recibes te quita debilidad, te arranca la complacencia, te convierte en algo más resistente, más peligroso, más enfocado.
Los hombres no nacen fuertes.
Se construyen en medio del caos, del rechazo y del abandono.
La bestia que hay dentro de ti no se despierta en tiempos de paz, se forja en los días donde todo parece perdido.
El dolor es el martillo, tú eres el acero.
Cada traición, cada pérdida, cada noche sin esperanza es una oportunidad para templarte, para renacer con una armadura más gruesa, una mente más fría y una visión más nítida.
No temas al dolor; agradécelo.
Porque te recuerda que sigues vivo, que todavía puedes luchar, que aún hay algo dentro de ti que no se ha rendido.
Hermano, no fuiste diseñado para la comodidad.
Fuiste hecho para la guerra, para conquistar, para enfrentar lo imposible con el pecho erguido y la mirada firme.
Cada vez que eliges el dolor en lugar del placer, estás reclamando tu poder.
Cada vez que eliges disciplina sobre distracción, estás construyendo tu reino.
Y cuando finalmente mires atrás, entenderás que todo lo que hoy duele era exactamente lo que necesitabas para despertar.
No escapes del dolor, úsalo.
Conviértelo en tu arma.
Porque los hombres verdaderos no huyen del fuego, lo caminan, lo comprenden y lo usan a su favor.
“Cuando entiendes el juego,
no entras en pánico”
——————————————————
LA ELECCIÓN MAS IMPORTANTE:
TU PAREJA
El peor error que un hombre puede cometer es creer que solo hay una mujer destinada para él, que su felicidad y propósito dependen de una sola persona.
Esa mentalidad te convierte en un esclavo emocional, atado a una ilusión que solo limita tu vida y tu crecimiento.
Es la trampa más peligrosa: pensar que sin ella no hay futuro, que sin su presencia no hay sentido.
Pero la verdad es completamente distinta.
El mundo es vasto, está lleno de oportunidades, tanto en relaciones como en la vida misma.
Encadenarte a una sola opción es renunciar a la abundancia que te rodea.
Cuando un hombre pone a una mujer en un pedestal y la convierte en el centro de su universo, pierde automáticamente su poder.
Deja de ser el líder de su vida para convertirse en un seguidor de emociones ajenas.
Su identidad se diluye, su propósito desaparece y su crecimiento se detiene.
Ninguna mujer, por más increíble que parezca, debería definir tu valor ni convertirse en el eje de tu propósito.
Las relaciones, cuando son sanas, deben complementar tu vida, aportar energía y dirección, no convertirse en la columna vertebral de tu existencia.
La clave está en desarrollar tu propio valor, en construirte como un hombre imparable, un hombre que no necesita suplicar por amor ni aferrarse desesperadamente a una sola opción.
El verdadero poder masculino nace de la abundancia interna: de saber que puedes elegir, de entender que tu vida tiene propósito más allá de cualquier relación.
Cuando enfocas tu energía en tu crecimiento, en tu éxito, en dominar tu mente, tu cuerpo y tu espíritu, las opciones nunca faltan.
Las mujeres no se convierten en tu obsesión, se convierten en una consecuencia natural de lo que eres.
No pongas tu felicidad en manos de nadie más.
La dependencia emocional es la prisión más común y la menos visible.
No te limites a una sola posibilidad cuando el mundo entero está lleno de oportunidades esperando por un hombre como tú.
Eleva tus estándares, fortalece tu carácter, conviértete en un hombre de alto valor, y verás que las personas correctas se alinean solas en tu camino.
La diferencia entre el hombre común y el hombre de poder no está en la suerte, sino en la mentalidad con la que enfrentan la vida.
Hermano, entiende algo: no necesitas “la indicada”, necesitas convertirte en “el indicado”.
Porque cuando lo eres, la vida no te pone una sola opción, te pone abundancia.
Y ahí, desde esa posición de fortaleza, eliges lo que realmente mereces.
“Te has dado cuenta que aquellas personas que en un momento eran valiosas e importantes en tu vida, ahora solo están en tus recuerdos”
——————————————————
Psicoterapia Práctica
Manuel David Martínez
Psicoterapeuta
Consultas Previa Cita 229-7799859