DAVID MANUEL MARTÍNEZ PÉREZ
Psicoterapeuta Clínico Certificado en Hellinger Sciencia ®
YO ESTOICO
“PERCIBIENDO EL OTRO LADO DE LA REALIDAD”
Cada persona que permites cerca de tu vida moldea tu espíritu, a veces más que tus propias decisiones.
No por lo que te dicen, sino por lo que normalizan.
Un amigo sin disciplina te enseña a justificar tu pereza.
Un amigo sin dirección te empuja a caminar sin mapa.
Un amigo sin carácter te arrastra a la mediocridad… y todo sin levantar la voz.
La decadencia nunca llega de golpe.
Llega en forma de bromas, “no pasa nada”, “mañana lo haces”, “igual y no es para tanto”.
Pequeñas erosiones.
Pequeños descuidos.
Pequeños conformismos que van limando tu temple.
Por eso los estoicos eran selectivos.
No por soberbia, sino por supervivencia interior.
Entendían que tu círculo es un espejo, y un espejo sucio distorsiona quién eres.
Rodearte de hombres que piensan, que se exigen, que se callan para escuchar, que actúan con honor… te obliga a elevarte.
Te empuja a tu mejor versión sin que te des cuenta.
El círculo correcto no te celebra siempre, pero tampoco te abandona.
Te confronta, te pule, te sostiene.
Y si estás rodeado de almas pequeñas, no esperes que la tuya crezca.
Elegir a quién dejas entrar no es frialdad. Es filosofía aplicada.
Es protección mental. Es destino.
Porque al final…
“No eres sólo lo que haces, sino también a quién decides tener a tu lado mientras lo haces”
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“LA SANGRE SE OLVIDA, PERO EL PAN NUNCA”
“Si los cerdos pudiesen votar, elegirían al que les trae la comida, sin importar cuantos de ellos hayan sido sacrificados antes y así mismo son los hombres criaturas de costumbre, fáciles de domesticar, dispuestas a perdonar la traición si a cambio reciben un beneficio inmediato.
El poder no necesita compasión, necesita estrategia.
El gobernante no triunfa por sus virtudes sino porque entiende la fragilidad y las debilidades de los hombres, su hambre, sus miedos, sus deseos de sentirse protegidos.
El pueblo no pregunta cuánto los han dañado, sólo pregunta ¿Qué y cuánto me darás hoy.
La lealtad humana no está hecha de memoria, sino de conveniencia.
Por eso el líder que controla el alimento, el dinero o la esperanza nunca pierde.
Pudo haber sido verdugo, humillado a su pueblo, pero si vuelve con promesas y recompensas será recibido como salvador.
Esa es la esencia del poder, no convencer con ideales, sino gobernar con la promesa de satisfacer necesidades.
Quien controla lo que otros desean, posee en sus manos sus votos y sus corazones así se apoderan de voluntades.
Recuerda esta verdad:
“Los hombres como los cerdos, no aman a quien los cuida, aman a quien los alimenta, aunque ese mismo lo haya llevado al matadero”.
El político, el rey, el líder lo saben:
“La sangre se olvida, pero el pan nunca”
Por eso si quieres dominar, no busques ser justo, busca ser indispensable” Maquiavelo
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EL SERETO DEL PODER
El poder no cambia a las personas, solo revela lo que siempre estuvo dentro de ellas, el débil utiliza el poder para oprimir, el sabio para servir y esa es la razón por la que tanto se transforman cuando tienen poder sobre otros, no cambiaron simplemente dejaron de ocultarse, entonces surge la gran pregunta, ¿Cómo confiar en alguien que tiene poder?
Maquiavelo respondía esta pregunta con frialdad pero con verdad:
“No escuche sus promesas, observa cómo actúa cuando nadie lo ve, ahí descubrirás si su ambición construye o destruye”.
“El carácter de un hombre es su destino”.
El poder sólo acelera lo que ya está en su alma, por esto el verdadero líder no es el que gobierna por miedo, sino el que inspira respeto inclusive sin trono, sin títulos y sin amenazas.
El líder auténtico es aquel que incluso en la sombra sigue siendo justo, íntegro y capaz de levantar a los demás sin pedir nada a cambio.
Al final el poder no define a la persona, define lo que hace con el poder.
“La gente que solamente desea la felicidad debe considerar que la vida necesita también dosis de amargura, tristeza y de fracaso”.
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SIMBOLISMO Y REALIDAD
Jesús nunca caminó sobre el agua.
Fue completamente simbólico.
El agua representa la emoción y caminar sobre ella significa tener control sobre tus emociones en los momentos más caóticos.
En Mateo 14:30 explica que Pedro sintió miedo y comenzó a hundirse.
No fue el mar el que lo tragó, fue su mente, dominada por el temor.
Cuando las emociones te gobiernan, tu conciencia se hunde en el caos.
Jesús no estaba mostrando un milagro físico.
Estaba enseñando cómo dominar la mente.
El mar es tu inconsciente, y las olas son tus emociones agitadas.
Caminar sobre el agua es mantenerte consciente sobre ellas.
Jesús nunca quiso ser adorado.
Quiso que aprendieras a hacer lo que él hacía: dominar la mente, equilibrar emoción y razón y elevarte por encima del caos.
“El universo es mental”. Todo lo que ves, sientes o piensas nace en la mente divina.
Cuando entiendes eso, dejas de hundirte en el miedo y comienzas a caminar sobre tu propia agua interior.
“La razón por la que tanta gente encuentra que es difícil ser feliz, es porque imaginan siempre al pasado mejor de lo que fue, al presente peor de lo que es y el futuro más complicado de lo que será”.