Texto y fotos: Cony Herrera López/NOTIVER
Ante decenas de personas que se dieron cita en la Fototeca de Veracruz, se hizo la presentación y proyección del documental “El Hombre del Faro”, con una de las etapas más significativas de la vida del guardafaros, Alfredo Cazarín Padilla.
El viernes cuatro de julio, el público pudo conocer la interesante labor que realiza un guardafaros, oficio que lleva a una vida de soledad, desafíos y grandes anécdotas.
Don Alfredo dedicó 17 años de su vida a esta actividad, en Punta Delgada, en el Faro Carranza y del Banco de México; además de Sacrificios, Isla de En medio, Santiaguillo y Roca Partida, conservando historias alegres, chistosas y algunas donde el miedo se hizo presente.
Nació el nueve de enero de 1936 en la ciudad de Veracruz, hijo de Alfredo Cazarín Martínez y Audelia Padilla de Cazarín, de quienes tiene los mejores recuerdos y palabras de amor y agradecimiento.
Alfredo Cazarín Padilla se casó con María Luisa Morales Valdés, actualmente es viudo.
En el documental narrado por él mismo, da a conocer diversos episodios de su vida como guardafaros; sus pensamientos, miedos, los sacrificios de este oficio, entre otros aspectos.
Durante la grabación se puede ver a don Alfredo pensativo, pero también se aprecia feliz por visitar nuevamente el Faro Santiaguillo y por subir al Faro Carranza, después de 68 años de no hacerlo.
En un segmento del documental, se refiere al gran amor que le tenía a su papá y aborda su etapa de comerciante, dentro del mercado Hidalgo.
Cabe mencionar, que por el oficio que desempeñó gran parte de su vida, antes no tenía muchos amigos, pero en los años más recientes esto cambió y ahora está rodeado de personas, que lo aprecian mucho y reconocen su calidad como persona y su simpatía.
El documental que tiene una hora de duración, es una producción de Mar Adentro, a iniciativa de Rafael Blanco.
Durante esta presentación, dio la bienvenida e hizo la presentación de la actividad, la titular de la Fototeca de Veracruz, Ivonne Moreno Uscanga.
Al concluir, don Alfredo una vez más recibió un sin número de felicitaciones.
