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¡REGRESAN A LO QUE QUEDÓ DE SUS HOGARES! - DRAMAS

Bajo el sol y entre el olor a humedad, vecinos de Poza Rica caminan lentamente sobre el lodo endurecido que dejó el desbordamiento del río Cazones. Entre los restos del desastre intentan rescatar algo: una fotografía, un mueble...

¡REGRESAN A LO QUE QUEDÓ DE SUS HOGARES! - DRAMAS

*Tras las inundaciones familias buscan rescatar sus pertenencias entre el lodo y los escombros

Poza Rica, Ver. (AVC).– Bajo el sol y entre el olor a humedad, vecinos de Poza Rica caminan lentamente sobre el lodo endurecido que dejó el desbordamiento del río Cazones.

Entre los restos del desastre intentan rescatar algo: una fotografía, un mueble, una prenda, cualquier recuerdo que haya resistido al agua.

¡QUE TRAGEDIA! - PIDEN AYUDA DAMNIFICADOS
Las intensas lluvias e inundaciones que azotan el norte de Veracruz han cobrado la vida de ocho personas. Entre las víctimas está un elemento de la Policía Municipal de Papantla que perdió la vida mientras intentaba rescatar a una familia atrapada…

En las inmediaciones del centro comercial Soriana, una de las zonas más afectadas por la inundación, hombres, mujeres y niños remueven con palas improvisadas el fango acumulado.

Algunos logran recuperar enseres domésticos o artículos que el río arrastró hasta las calles.

“Estamos buscando entre lo que quedó… hay cosas que pueden servir, pero sobre todo buscamos algo de esperanza”, dice Saurilo García Elías, habitante de Poza Rica, mientras observa los restos del comercio inundado.

“Como en la del 99, esto es una tragedia” Saurilo recuerda la inundación de 1999, cuando también el río Cazones rebasó su cauce y cubrió la ciudad.

“Como en la del 99, esto es una tragedia. La diferencia es que ahora la gente tiene más miedo, porque muchos perdieron todo”, cuenta.

A su alrededor, decenas de personas hacen lo mismo: recogen, ordenan, limpian.

No hay caos, solo cansancio y silencio.

Algunos rescatan artículos empapados, otros simplemente observan lo que fue su casa o su negocio.

“Lo que más duele no es perder las cosas, sino ver cómo el agua se llevó los esfuerzos de toda una vida”, agrega.

Esperando la reconstrucción

Las familias de las colonias cercanas al río aseguran que, aunque el nivel del agua bajó, el panorama sigue siendo desolador.

El lodo cubre pisos y paredes, y la mayoría de las viviendas no tiene electricidad ni agua potable.

“Necesitamos ayuda para limpiar y reconstruir. Queremos volver a empezar, pero solos no podemos”, dice una mujer que intenta rescatar documentos entre el fango.

Pese al dolor, la comunidad se mantiene unida.

Los vecinos comparten comida, agua y ánimo, convencidos de que Poza Rica volverá a levantarse.

“Esto nos va a marcar, pero también nos va a unir. La ciudad tiene corazón, y eso no se lo lleva ninguna corriente”, concluye Saurilo.