*Especialistas alertaron en Xalapa que la violencia política de género persiste en Veracruz y afecta libertad de expresión y participación de mujeres
AVC/Ana Mozo
Xalapa, Ver Durante el conversatorio “Violencia política en razón de género y libertad de expresión”, realizado en el marco del Premio Periodismo de Investigación CEAPP 2025, especialistas coincidieron en que, pese a los avances normativos, la violencia política contra las mujeres sigue manifestándose en Veracruz, afectando su participación pública y el ejercicio de la libertad de expresión.
La psicóloga Araceli González Saavedra, de Equifonía A.C., advirtió que la figura de violencia política en razón de género en México se legisló bajo una tendencia punitiva que hoy muestra limitaciones.
“La forma en cómo se estableció este tipo de violencia en contra de las mujeres está teniendo un efecto negativo en la libertad de expresión y está sirviendo para que esos grupos de poder que no han cambiado y que siguen ahí, estén ahora buscando y censurando, no solo buscándose censurar, sino también censurando a quienes tienen una postura crítica al respecto”, señaló.
Como ejemplos mencionó el caso nacional de Dato Protegido, donde una ciudadana fue obligada a ofrecer 30 días de disculpas públicas por una opinión en redes sociales, así como la censura sufrida por integrantes de Radio Teocelo en Veracruz.
“Así se manifiesta, es un tipo de violencia que en su misma definición no está ofreciendo una alternativa que realmente garantice que no solo haya una participación de las mujeres, sino que también hayan el diseño de políticas que protejan nuestros derechos”.
Experiencias desde el poder judicial y la sociedad civil
Por su parte, la Doctora María Lilia Viveros Ramírez subrayó que la violencia política de género afecta a mujeres en distintos espacios públicos, incluida ella misma durante su paso por el Poder Judicial.
Señaló que se ejerce mediante acciones u omisiones que impiden desarrollar funciones, recurriendo a descalificativos como “histéricas”.
“Todos pudimos haber cometido algún error por ignorancia. El tema es no reproducirla, porque reproducirla perpetúa el sistema. Y si ya lo dije, y si ya me equivoqué, pero ahora sé que eso es violencia política de género, ya no lo usen”, expresó.
Uso abusivo de la figura de violencia política de género
Mayra Sánchez Mora, coordinadora del programa Libertad de Expresión y Género en Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), destacó que la violencia política de género fue una conquista del movimiento feminista que permitió avanzar hacia la paridad, pero alertó sobre su uso desproporcionado.
“Todavía hay mujeres a las que se les ataca con campañas de desprestigio, se divulga información privada para estigmatizarlas con connotación claramente sexista, misógina o se les bloquea el acceso a medios públicos. Al mismo tiempo, vemos que la figura de la violencia política empieza a usarse, lo digo muy cuidadosamente, de manera abusiva. No para protegernos del patriarcado, sino para blindar a ciertas figuras frente al escrutinio público”.
Sánchez Mora señaló que el CIMAC documentó que, solo en Veracruz, se han emitido al menos 86 sentencias contra periodistas y medios de comunicación, algunas arbitrarias, limitando el derecho colectivo a la información.
“Se limita el derecho a informar y no solamente a la periodista en su individualidad, sino que se vulnera el derecho colectivo a la información, a estar informadas e informados”.
El periodista Miguel Valera Hernández destacó que Veracruz es el segundo estado con más registros de sanciones por violencia política de género. Llamó a reflexionar sobre los excesos y a ejercer la libertad de expresión con responsabilidad.
Casos concretos de censura y despido
Se señaló el caso de Arleth Barradas, productora con 22 años en Radio Televisión de Veracruz, censurada y despedida bajo el argumento de “falta de confianza” tras estrenar un documental sobre la selva y el Tren Maya con voces científicas y comunitarias.
Su trabajo fue galardonado en el Premio de Periodismo de Investigación CEAPP.
Coincidieron en que este tipo de represalias constituyen violencia laboral, institucional y política, y recordó que no solo los actores partidistas ejercen este tipo de presión.
“La violencia política no solo proviene de actores partidistas, también la ejercen instituciones públicas, medios estatales que buscan silenciar las voces críticas de las mujeres, como en este caso muy cercano, la voz de Arleth”, señaló Mayra Sánchez.
Retos pendientes en Veracruz
Aunque la legislación reconoce la violencia política de género y existen instancias para denunciarla, persisten los retos para garantizar su cumplimiento y erradicar prácticas que limitan la participación política y la libertad de expresión de las mujeres en el estado.
El conversatorio reunió a Araceli González Saavedra, María Lilia Viveros Ramírez, Mayra Sánchez Mora y Miguel Valera Hernández, bajo la moderación de Cynthia Jazared García Domínguez, en las instalaciones del Hotel Xalapa.