Ce Ce en Veracruz
VERACRUZ, PINTURA Y CAFÉ. ¡Agenda todos los próximos jueves! Pues del 4 de septiembre al 27 de noviembre de 2025, estará disponible el taller de acuarela "Ilustrando memorias de Veracruz a través del café", en el Centro Cultural Atarazanas, de 14:00 a 16:00 horas.
Para mayores informes o registro, acude al callejón Julio S. Montero s/n entre Esteban Morales y Francisco Canal, en el centro histórico de Veracruz (frente a Bachilleres de Veracruz), de 10:00 a 19:00 horas.
No es necesario contar con experiencia previa, va dirigido al público de todas las edades y es GRATUITO. ¡Acompáñame a dibujar nuestro hermoso puerto jarocho!
SONRISAS. Es la exposición fotográfica que podrás recorrer en la USBI de la Universidad Veracruzana (frente a Plaza Mocambo), en Boca del Río, Veracruz; obra de Humberto Tachiquín Benito. Acude de lunes a viernes de 07:30 a 21:00 horas; sábados de 10:00 a 17:00 hrs. Entrada libre.
CINE EN EL TÚNEL. ¿Qué harás el próximo miércoles 3 de septiembre? Vayamos a ver "Perfume de violetas" (2001), dirigida por Maryse Sistach.
La cita es en "El Túnel, café y libros", a las 19:30 horas, en Río Petatlán 143 entre Río Blanco y Río Tehuantepec, Lomas de Río Medio II (cerca de Divertiplaza), en Veracruz, Veracruz. La entrada es gratuita.
DIBUJO CON MODELO EN VIVO. Ahora todos los viernes en Casa Errante de 19:00 a 22:00 horas, practica o aprende a dibujar la figura humana con la modelo Paola San.
Este estudio de arte se encuentra ubicado en Heroico Colegio Militar 8 entre Salvador Díaz Mirón y Miguel Alemán, fraccionamiento Moderno, en el puerto de Veracruz. Para más información envía un mensaje al 2294357709, con el maestro Rubens Medina. ¡Ahí te veo!
HISTORIAS DE MAR. Roberto Rosales Martínez nos comparte otra historia que formará parte de las memorias de Alfredo Casarin Padilla. Aquí, el texto íntegro:
"Sobre la isla, un faro
dentro del faro
un hombre luminoso.
El hombre del faro.
Alfredo Casarín"
"Chaneques
(Parte 2)
Era de noche. A la tenue luz de un quinqué, escribía en la mesa de lo que llamábamos 'la oficina', un pequeño rincón cerca de la escalera de caracol que llevaba a la maquinaria del faro. Todo estaba impecable, como siempre: los acumuladores de gas acetileno alineados, las lámparas brillando con su luz constante, el silencio solo roto por el leve crujir de la estructura metálica bajo el viento.
De pronto, lo escuché.
Algo cayó desde arriba, desde lo alto de la maquinaria.
Un golpe seco al principio, seguido de un sonido que crecía en intensidad, como si algo rodara escalón por escalón. Mi mano se detuvo en el aire.
El ruido era uniforme, metódico, como el de una piedra bajando con firmeza.
El corazón me latió con fuerza.
El sonido se acercaba, cada vez más rápido, como si aquello que caía tuviera prisa por llegar hasta mí. Sin pensarlo, coloqué el quinqué en el piso y me agaché, preparado para interceptar lo que fuera que venía rodando.
El ruido llegó hasta mis pies.
Sentí el aire moverse, una corriente fría que pasó justo entre mis piernas, como si algo invisible hubiera cruzado rozándome.
El sonido continuó unos metros más sobre el piso, arrastrándose con la misma claridad, hasta que, de repente, se detuvo.
Quedé en cuclillas, paralizado.
No había nada. Ni un objeto, ni una sombra, ni siquiera una marca.
Solo el silencio y la luz temblorosa del quinqué reflejándose en las paredes.
Subí lentamente la escalera, revisando cada peldaño, cada rincón de la maquinaria. Nada parecía fuera de lugar.
Desde entonces, cada vez que escucho un ruido sin explicación en la noche, me pregunto si será el viento, la madera dilatándose... o algo más, algo que sigue rodando en la oscuridad, esperando ser visto.
Cosas que ruedan, que susurran, que juegan en la oscuridad".
"Alfredo Casarin Padilla vivió 18 años en diversos faros rodeado por el mar. Ahora es un ser terrestre".
No te pierdas la próxima entrega de las historias del Hombre del faro, en La Cartelera del NOTIVER.
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