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¡LA CARTELERA!

El jueves 13 de noviembre de 2025, acompáñame a la presentación del libro Los malos de la historia: Maximiliano, de Will Fowler. ¿Víctima o villano? Opina y dialoga con el autor. Nos vemos en la planta alta de...

¡LA CARTELERA!

Ce Ce en Veracruz

AVENTURA IMPERIAL.

El jueves 13 de noviembre de 2025, acompáñame a la presentación del libro Los malos de la historia: Maximiliano, de Will Fowler.

¿Víctima o villano? Opina y dialoga con el autor.

Nos vemos en la planta alta de la librería ubicada en Esteban Morales 524, en pleno centro histórico del puerto de Veracruz (a un lado de Bachilleres de Veracruz).

La entrada es gratuita.

¡Ahí los veo!

CUERVOS.

El club de poesía de la librería ubicada en 20 de Noviembre 436 entre Mariano Abasolo y Paso y Troncoso, en el puerto de Veracruz, continúa con el ciclo de lectura a Edgar Allan Poe.

Aunque con una pequeña cooperación, el próximo martes 11 de noviembre de 2025, puedes acudir a las 18:30 horas, para leer y dialogar sobre:

"El entierro prematuro", "Hop-Frog" y "Metzengerstein".

¡Ahí te veo!

HISTORIAS DE MAR.

Roberto Rosales Martínez nos hace llegar otra historia que formará parte de las memorias de Alfredo Casarin Padilla.

Aquí, el texto íntegro:

"Sobre la isla, un faro
dentro del faro
un hombre luminoso.
El hombre del faro".
"Zapotitlán: La moneda de carne”
“El verdadero objetivo de nuestra escala en Zapotitlán, más allá del reabastecimiento oficial, era el trueque”.
“Llegábamos cargados de tesoros modernos para aquella comunidad aislada: tanques de petróleo de 37.5 litros, cartuchos para escopeta, sal, azúcar y otros bienes que para ellos eran de primera necesidad”.
“Con el petróleo fabricaban sus 'brujas' o mecheros, que ahuyentaban la oscuridad de sus noches selváticas”.
“La sal y el azúcar sazonaban y endulzaban una dieta que de otra forma era austera”.
“El patriarca y unos pocos hombres privilegiados poseían escopetas, por lo que los cartuchos eran un bien preciado que suplía a las flechas en la caza, actividad esencial para su supervivencia”.
“Sin embargo, el trueque más impactante, el que definía el carácter de aquel lugar, no se hacía con objetos, sino con personas”.
“El intercambio de nuestros artículos se pagaba con mujeres”.
“Era el patriarca quien, con la frialdad de un subastador, determinaba el precio en petróleo, sal o cartuchos que valía cada mujer”.
“La juventud y la belleza tenían una cotización alta en ese mercado humano”.
“Aquella tribu -asumimos que eran popolucas por la zona- utilizaba el cuerpo de sus mujeres como moneda de cambio. Nunca supe de un intercambio donde un hombre fuera la mercancía”.
“El destino de aquellas mujeres variaba: algunas eran destinadas a servir como objetos sexuales, otras a la servidumbre o a trabajar en algún comercio”.
“Solo unas pocas, las afortunadas, lograron formar una familia con los marinos que las 'adquirieron'”.
“Yo, personalmente, nunca participé en aquel trueque”.
“Mi situación era la de un hombre itinerante; estaba en Veracruz como relevo, a la espera de que un radiograma telegráfico me asignara a cubrir una incapacidad, unas vacaciones o cualquier ausencia en algún faro”.
“Donde hiciera falta un guardafaros, ahí estaba disponible Alfredo Casarín”.
“No tenía un hogar donde llevar a una mujer, ni quería, creo, tener ese precio en mi conciencia”.
“Alfredo Casarin Padilla vivió 18 años en diversos faros rodeado por el mar. Ahora es un ser terrestre”.

Sigue las historias del Hombre del faro en La Cartelera de NOTIVER y colecciona tu ejemplar.

***Si te perdiste una de estas historias, recuerda que puedes adquirir los números anteriores de NOTIVER en Canal esquina Gómez Farías, en pleno centro histórico del puerto de Veracruz (frente al Baluarte de Santiago).