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¡HAY QUE REZAR! - Y CON TODO

Los ciudadanos en general están desencantados con la política, dijo este domingo la Arquidiócesis de Xalapa en su comunicado. Al respecto, señaló que persisten problemas tangibles como...

¡HAY QUE REZAR! - Y CON TODO

* México continúa con problemas graves que las autoridades están tratando de resolver dice la Iglesia Católica
* Desde desempleo, narcotráfico, secuestros, asesinatos, migración, corrupción, educación y servicios de salud deficientes

Por Noemí Valdez
Reportera de Notiver

Los ciudadanos en general están desencantados con la política, dijo este domingo la Arquidiócesis de Xalapa en su comunicado.

Al respecto, señaló que persisten problemas tangibles como: desempleo, narcotráfico, secuestros, asesinatos, migración, corrupción, educación y servicios de salud deficientes; falta de apoyo al campo y pobreza.

Pero también se añaden otros que son evidentes como: ambición de poder, escasa credibilidad de las instituciones políticas y judiciales; salarios estratosféricos de funcionarios y propuestas políticas con falta de resultados.

“La oración confiada y el silencio ofrecen luz suficiente para ver que la difícil situación social y política de México ha provocado un cierto desencanto y poco aprecio por la actividad política. La oración y el silencio dan sensibilidad para ver que México continúa con problemas graves que las autoridades están tratando de resolver”, señaló.

En el documento firmado por el vocero Juan Beristain de los Santos, se señala que casi sin darse cuenta las personas van llenando su vida de cosas, actividades, preocupaciones y otros tantos intereses que no les queda lugar para hacer silencio y oración.

Según esta lógica, siempre habrá algo más urgente que hacer que orar.

Pero ¿cómo y para qué ponerse a orar cuando se tienen tantas cosas en qué ocuparse?

Confiando en que Dios escucha a toda persona que le invoca y porque no es posible vivir la fe y los compromisos para transformar las situaciones adversas de la vida sin orar confiadamente a Dios.

Agrega que Cristo enseñó a orar insistentemente a sus discípulos para hacer presente el reino de Dios en cada etapa de la historia y en cada rincón de la tierra (Lc 11, 1-13).

“La oración confiada y comprometida con las realidades sociales, económicas, culturales y políticas brinda también la luz necesaria para descubrir con profundidad que la vida entera se acoge a la esperanza de mejorar cada problemática si se busca primero valorar la dignidad de cada persona y convertirla en agente y protagonista de su propia historia y del acontecer nacional y estatal."