IGLESIA CATÓLICA
*En México y en Veracruz
*Todo por la “pérdida del sentido de Dios” en la sociedad
Por Noemí Valdez
Reportera de Notiver
La Arquidiócesis de Xalapa, a través de su comunicado dominical, afirmó que aún está lejana la justicia social en México y Veracruz, atribuyendo esta situación a la "pérdida del sentido de Dios" en la sociedad.
El texto, firmado por el padre Juan Beristain de los Santos, Director de la Oficina de Comunicación Social, utiliza la parábola bíblica de la viuda y el juez injusto para enmarcar el Día Mundial de las Misiones y hacer un llamado a la acción.
De acuerdo a la Arquidiócesis, la mujer viuda simboliza al pueblo que sistemáticamente se le ha negado la justicia por parte de sus dirigentes.
Esta falta de justicia se deriva de una pérdida de valores que fomenta el desprecio a la vida humana, el materialismo asfixiante y el modelo de realización equivocado basado en aspiraciones intrascendentes.
“Con esta pobre viuda, hoy es tiempo de buscar y clamar por la justicia, pues ésta no ha llegado a México y Veracruz por la pérdida del sentido de Dios. Esta pérdida esencial conduce al desprecio de la vida del hombre, a una ola de errores que influyen negativamente en la formación de la conciencia y de los valores, al modelo de realización equivocado con metas y aspiraciones intrascendentes, a la cultura consumista y a un materialismo asfixiante de la auténtica dimensión espiritual de la persona” señala el documento.
El comunicado subraya que clamar por la justicia ante la violencia, la inseguridad y la corrupción es reconocer que la raíz de toda deshumanización está en "prescindir de Dios y de su proyecto de salvación".
La Iglesia enfatiza que la tarea fundamental es trabajar por la humanización y restauración del tejido social, convencidos del valor de la vida humana y de la acción redentora de Jesucristo.
“Clamar por la justicia ante la violencia, la inseguridad y la corrupción significa manifestar con mayor claridad la alegría de ser redimidos por Cristo, poder contemplar desde su mirada la redención del mundo y de asumir el compromiso de ser agentes de cambio en el propio contexto existencial. Clamar por la justicia significa reconocer que en la raíz de toda deshumanización, violencia y corrupción está el prescindir de Dios y de su proyecto de salvación. Clamar por la justicia significa la convicción de que por encima del mal que oprime al ser humano está la acción redentora y salvífica de Dios realizada en Jesucristo. De ahí que la tarea fundamental sea trabajar por la humanización y restauración del tejido social”.