AVC/Oscar Martínez
Alamo, Ver.-. En comunidades de Álamo Temapache, familias que perdieron sus casas por las lluvias tras el desborde del Río Pantepec ahora viven entre el olor del petróleo y el agua contaminada, tras el derrame de hidrocarburo en el oleoducto Poza Rica–Madero en ese afluente.
“Primero nos afectó el agua, mira cómo nos dejó la casa, todo abajo. Ahora estamos bajo un árbol porque ya no tenemos casa”, dice Eva Francisco Hernández, vecina de la localidad de Cabella, mientras sostiene a su hija de tres años.

A unos metros, el suelo aún está húmedo por las lluvias recientes y cubierto con manchas oscuras de crudo.
“El agua se contaminó toda, hasta los pozos. No puedo cocinar aquí, el olor es muy fuerte. No podemos hacer lumbre porque está muy cerca del derrame”, explica.
Desde hace varios días, su familia duerme bajo un nylon y cartones. “Nos mojamos con la lluvia. No sé a dónde ir, no tenemos refugio”, agrega con voz cansada.
Petróleos Mexicanos informó que el derrame sobre el río Pantepec fue causado por una fuga en el oleoducto de 30 pulgadas Poza Rica–Madero, y que hasta el momento se han recuperado más de 180 mil litros de hidrocarburo.
En la misma zona, José Salvador Flores, dice que el río que usaban para bañarse, lavar y regar la milpa quedó inservible: “ahora huele tan fuerte que da dolor de cabeza y ganas de vomitar”.
“Nosotros tomábamos de ahí el agua, ahora todo está perdido, los manantiales se echaron a perder. Dormimos sobre hojas de plátano y un pedazo de colchoneta.”
Asegura que el derrame comenzó hace seis días y que las familias afectadas no han recibido información precisa sobre los riesgos.
“Ojalá que las autoridades vengan a ver lo que estamos viviendo.”
