Centenares de mexicanos en Nueva York rindieron tributo el viernes a la Virgen de Guadalupe, patrona de su país, con antiguas danzas, música, flores, oraciones y procesiones, pero sobre todo con una fe inquebrantable en su virgen, desafiando las gélidas temperaturas y el temor a las redadas que ha puesto en marcha la Administración de Donald Trump.
Los fieles asistieron a las procesiones y a la misa celebradas hoy en la Gran Manzana portando imágenes de la virgen o llevándola en su vestimenta, tal y como ocurrió hace 494 años con la tilma del indio Juan Diego, a quien, dice la leyenda, se le apareció la Virgen de Guadalupe en 1531 en el cerro Tepeyac, México.
Los mexicanos portaron banderines y flores y dijeron presente, como cada año, para agradecer a la “Lupita” por un favor concedido, cumplir una promesa o pedir por la paz en el mundo y el bienestar de sus familias, entre otros ruegos.