CON TRADICIÓN DE RECIBIR A DESPLAZADOS,
*Especialistas coinciden en que, antes de tomar una decisión, el gobierno debe evaluar si nuestro país sería el mejor "refugio" para esos menores, así como generar las condiciones para su alojamiento.
CIUDAD DE MEXICO. (Agencias).- México tiene una larga tradición de recibir a personas desplazadas de otras naciones que enfrentan situaciones de guerra o conflictos políticos y, ahora, la presidenta Claudia Sheinbaum abrió la posibilidad de que el país reciba a menores huérfanos por el conflicto armado en Gaza.
"Está muy bien. Si es necesario, por supuesto que sí, México siempre va estar abierto. Habría que ver. Le encargo aquí a la secretaría (de Relaciones Exteriores). Siempre que tenga que ver con asuntos humanitarios, México siempre abrirá las puertas", manifestó Sheinbaum el 11 de agosto.

El maestro en Filosofía Social de la Universidad La Salle, Rafael Ricardo Soler Suástegui, considera que si bien México ha sido históricamente de puertas abiertas para personas refugiadas, es necesario que el gobierno evalúe si nuestro país es el mejor "refugio" para esos menores.
“No veo extraño ni difícil (recibir a niños de Gaza), pero habría que tomar en cuenta algunas cuestiones: si culturalmente es el mejor refugio para esos niños. No sé si habría algún otro país con quien tuvieran mejor cercanía geográfica, cultural, lingüística”.
Rafael Ricardo Soler, profesor en la Universidad La Salle.
En entrevista con Expansión Política, Soler Suástegui explica que es mucho “más fácil” que la persona refugiada -en este caso de Palestina- se adapte a otro país si hay semejanzas culturales, religiosas y lingüísticas, entre otras.
“Si tengo una persona de Honduras que probablemente habla español, que comparte una serie de cuestiones culturales occidentales, la comida y la religión, sería mucho más fácil para esa persona asimilarse a México y sería más sencillo. Es un asunto de carácter práctico. Así, la persona refugiada se adaptaría más o menos rápidamente”, abunda.
Blanca Algarra Alba, maestra en Estudios Internacionales, advierte que no está claro en qué condiciones se establecerían los niños de Gaza en México, pues en otros momentos -como la guerra civil española- las autoridades involucraron a organizaciones civiles para crear las condiciones y los espacios necesarios para recibirlos.
“No queda claro qué grupos de la sociedad civil o quién pueda hacer este proceso (de protección a los niños). Tendría que ser el Estado mexicano, pero no tiene instituciones físicas que se dediquen a la protección de refugiados”.
Blanca Algarra Alba, maestra del Tec de Monterrey.
Algarra Alba coincide en que la eventual recepción de menores palestinos representa un desafío tanto para las autoridades como para los propios beneficiados, por las características tan disímbolas entre Palestina y nuestro país.
La iniciativa
La propuesta de que México reciba a menores huérfanos por el conflicto bélico en la franja de Gaza fue lanzada por el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, después de que, dijo, recibió videos de menores de Palestina pidiéndole ayuda.
"Yo creo que nosotros podemos hacer una acción que no es simbólica. Hay niños y niñas huérfanas en Palestina, deberíamos darles la bienvenida en nuestro país, como lo hizo en su momento el presidente Lázaro Cárdenas", planteó el morenista.
Al ser consultada sobre esta iniciativa, la presidenta Claudia Sheinbaum se dijo dispuesta a revisarla y comisionó a los secretarios de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, y de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, a analizar el planteamiento.
“Tendríamos que revisar si es el caso", añadió Sheinbaum en su conferencia mañanera.
Primera familia palestina en México
Aunque desde el gobierno federal se analiza recibir a niños huérfanos por el conflicto bélico, organizaciones civiles y la Clínica Jurídica para Personas Refugiadas de la Universidad Iberoamericana ya lograron traer a una primera familia palestina a nuestro país.
Se trata de la familia Abed, originaria de la Franja de Gaza, que llegó a México como refugiada huyendo del conflicto en esa región.
En mayo, esta familia compuesta por 18 personas, entre ellos adultos mayores y niños, llegó al país para reunirse con Shadi Abed, quien ya vivía en México desde 2018.
En marzo de 2024, Shadi Abed inició el trámite para traer a su madre, hermanos y sobrinos, con el respaldo de organizaciones civiles.
Su familia llegó a nuestro país después de un año y medio de intentar salir de Gaza, y tras pasar por Egipto y Jordania.
"Gracias México por ayudarnos a salvar la vida", fueron las primeras palabras de la familia al arribar a México.
Fue un proceso tortuoso y complicado
Axel González, abogado en Clínica Jurídica para Personas Refugiadas de la Universidad Iberoamericana, explica que tardaron más de un año para lograr traer a la familia Abed a México, pues durante el proceso para que recibieran refugio encontraron varias trabas y obstáculos.
En entrevista con Expansión Política, González precisa que esas 18 personas –que se encontraban en la franja de Gaza- arribaron bajo la figura de reunificación familiar.
Explica que en nuestro país está reconocida esta figura aunque, para materializarla, se debe seguir un procedimiento de meses ante la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados (Comar).
Una vez que la persona tiene el reconocimiento de refugiado, puede solicitar la reunificación de su familia en México, que implica traerla como refugiada.
“Fue un proceso muy tortuoso y complicado, lleno de barreras legales y materiales. Una vez que se empiezan estos procedimientos ante la Comar la ley exige a los refugiados tener solvencia económica y un vínculo familiar cercado”, explica.
Detalla que el proceso ante la Comar tardó siete meses, pero ocuparon otros cinco meses en lograr evacuar a la familia de Gaza y que llegara a México, pues el Estado mexicano no se compromete a traer a las familias de los refugiados, sino solo reconoce el derecho.
“Es decir, (el Estado mexicano) no les otorga las herramientas para traer a las personas porque no les ayuda económicamente, no paga gastos de vuelos ni hospedajes ni tampoco hace negociaciones con otros Estados para evacuar a las familias. Todo eso lo hicimos por propia cuenta”, señala.
Los 18 integrantes de la familia Abed se encuentran en la Ciudad de México; algunos reciben tratamiento de salud debido a que llegaron con desnutrición.
“Varios integrantes llegaron con desnutrición y acarreando problemas de salud por no tener suficientes alimentos en Gaza y por falta de medicinas. Todas estas situaciones los llevaron a estados de desnutrición y problemas de salud”, alerta.
Esta familia llegó con el apoyo legal de la Clínica Jurídica para Personas Refugiadas de la Universidad Iberoamericana y el respaldo económico –a través de recaudaciones- del Colectivo de Gaza en México.
El abogado Axel González revela que no tiene otro caso relacionado con las personas en Gaza.
