TRAS ESCÁNDALO POR NARCOLAVADO
*Con base en testimonios, se reconstruye los días previos al estallido del escándalo por narcolavado en Intercam Banco. La firma, en cuestión de días, pasó de anunciar aumentos salariales, entre otras prestaciones, a despedir a miles de empleados y congelar cuentas de clientes
CIUDAD DE MÉXICO (Agencias).– Intercam Banco anunció a sus empleados un aumento salarial, también tendrían más dinero en los vales de despensa y, por lo tanto, una mayor cantidad de aguinaldo. Dos semanas después, el júbilo se esfumó cuando el Departamento de Estado reveló una investigación contra la firma mexicana por lavar dinero a cárteles de la droga.
El gobierno de Donald Trump también investigaba a CiBanco y a la casa de Bolsa Vector, de Alfonso Romo, quien fue jefe de la Oficina de la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador.
En Intercam la ola de despidos estaba por comenzar.
Un día después de que el sistema financiero mexicano entró en pánico por los señalamientos criminales, el presidente ejecutivo y director general de Intercam Grupo Financiero, Eduardo García Lecuona, convocó de urgencia a todos sus colaboradores vía Zoom.
Los empleados de las oficinas de Lago Zurich 245, en la Torre Frisco, y los de Río Tiber 67 en la colonia Cuauhtémoc escucharon el mensaje. El empresario se la pasó explicando y resolviendo dudas durante casi dos horas. En general, todo se resumía en una frase: “No se preocupen”.
Al día siguiente de que se publicaron las acusaciones de Estados Unidos todas las operaciones del banco dejaron de funcionar por varias horas. La revelación de la investigación contra Intercam se dio a conocer el 25 de junio último; cinco días después comenzaron los primeros despidos.
El lunes 30 las oficinas de Recursos Humanos de Intercam se fueron llenando poco a poco; los primeros ceses fueron de empleados de recién ingreso.
Ese mismo día las liquidaciones fueron depositadas en sus cuentas, también prestaciones como aguinaldo y prima vacacional, además de otros conceptos como la prima de antigüedad y una indemnización por despido injustificado.
Fuentes consultadas dan cuenta que, a menos de un mes del escándalo, perderían su trabajo cerca de dos mil personas.
La cifra podría ser mayor, dependiendo del avance de las investigaciones. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), hay tres mil 55 empleados en 62 sucursales de Intercam.
“Dijeron que el banco atravesaba por una crisis muy fea y que no era por trabajo, capacidades ni nada, simplemente supervivencia”, relata un empleado que decidió contar su historia, pero que pidió mantenerse en el anonimato para evitar represalias.
“En mi área corrieron a cuatro antes que a nosotros, uno de ellos cumplía tres meses y ya no le renovaron; otros un año y ese mismo día les dieron las gracias”, dice otra persona que fue despedida.
El personal que iba a ser cesado fue convocado a las oficinas de la institución en la colonia Ampliación Granada.
En ese lugar está Plaza Carso, propiedad del empresario Carlos Slim.
El banco pagó el viaje de los empleados que serían despedidos en diferentes aplicaciones de traslados, no quería sumar una arista más al pánico.
Poco a poco los rumores de los despidos comenzaban a materializarse. Los trámites de liquidación tardaron hasta tres horas.
Los de recursos humanos “no se daban abasto con tanto despido”.
En sus rostros había una mezcla de preocupación, pena y, sobre todo, incertidumbre; aún no saben si ellos también formarán parte de la ola de desempleados.
Mientras eso ocurría con los trabajadores, el banco tenía otro problema: comenzaron las solicitudes de cancelación de cuentas y el retiro del dinero invertido.
La gerencia tomó una decisión y en la aplicación móvil de Intercam apareció bloqueada la opción de mover divisas. Las cuentas de los clientes se congelaron.