FEDERACIÓN
CIUDAD DE MEXICO. (Agencias).- Claudia Sheinbaum señaló que el gobierno federal, estados productores y empresarios del sector trabajan coordinadamente para mitigar los efectos económico.
La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó este lunes que la exportación de jitomate mexicano a Estados Unidos no se detendrá, a pesar del nuevo arancel impuesto por el gobierno de ese país, el cual entra en vigor este 14 de julio.
Editor86
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum señaló que el gobierno federal, en conjunto con gobernadores de estados productores y el sector agroalimentario, trabaja para reducir al mínimo los efectos económicos de la medida.
México, proveedor clave del jitomate en EUA
La mandataria subrayó que México es un proveedor fundamental para el abasto de jitomate en Estados Unidos, debido al volumen y la calidad de su producción, particularmente la proveniente de Sinaloa y Sonora.
“Es muy difícil que se deje de exportar a EUA porque no les alcanza con su producción nacional para satisfacer su demanda”, declaró.
Sinaloa, líder en exportación, aporta una proporción significativa del consumo estadounidense, lo que hace que la dependencia del jitomate mexicano sea estratégica.
Coordinación entre gobierno y productores
Por su parte, el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, ha mantenido diálogo constante con productores de jitomate y ganaderos, así como con autoridades estatales, para enfrentar los desafíos que representa el nuevo arancel.
La titular del Poder Ejecutivo federal detalló que en visitas recientes a Sinaloa y Sonora, sostuvo reuniones directas con representantes del sector para evaluar impactos y definir acciones conjuntas.
Sin contramedidas, pero con enfoque en el diálogo
Aunque el gobierno mexicano no ha anunciado contramedidas específicas, Sheinbaum afirmó que se prioriza el diálogo con autoridades estadounidenses y el acompañamiento directo a los productores para evitar afectaciones mayores.
Los términos del arancel no han sido detallados, pero se espera que incidan en costos logísticos y precios finales, por lo que el monitoreo y la gestión diplomática serán clave en las próximas semanas.
“Estamos trabajando de la mano para que haya los menores efectos posibles”, concluyó la mandataria.
