
Por Andrés Timoteo
VERACRUZANA UNIVERSAL
¿Sabían que de las cuatro primeras mujeres periodistas en México una era veracruzana?
Es Esperanza Velázquez Bringas, rioblanquense y pionera en todo: reportera, ministra de justicia y abogada de oficio.
También maestra, escritora, cosmopolita, poliglota y hasta musa del muralista Diego Rivera.
Además siempre fue de izquierda, feminista y revolucionaria.
Le obsesionaba la educación en zonas rurales y proletarias.
Fue también una de las primeras mujeres en integrarse a un gabinete presidencial.
José Vasconcelos, primer secretario de Educación, la reclutó en 1922 como directora del sistema bibliotecario de la misma.
Plutarco Elías Calles la refrendó en el cargo y desde allí cada mes repartió 10 mil libros en todo el país y creó decenas de bibliotecas municipales y comunales.
Al finalizar el sexenio de Elías Calles -del cual fue cronista-, Lázaro Cárdenas la nombró directora de la Biblioteca Nacional, la primera mujer en serlo.
Bueno pues en mayo, el 15 que es Día del Maestro, se cumplieron 45 años de su muerte en 1980 y ni el gobierno estatal con su cantaleta de que con Rocío Nahle "llegaron todas" -risas- y en particular la secretaria de Educación, Claudia Tello, sedicente profesora, y Xóchitl Molina de Cultura, quien ni ha de saber que existió, se acordaron de ella.
Hasta en la Secretaría de la Mujer en Morena nacional la recordaron, pero en la aldea nada.
A la gobernante se le excusa porque no es veracruzana y no sabe de ella -y si lo supiera tampoco le habría importado ya que era periodista y detesta a los de ese oficio-.
Vaya ni el setentero Martín Aguilar la recordó en la Feria del Libro Universitario de la UV pues estaba ocupado maquinando el 'prorrogazo' en la rectoría.
En su faceta de periodista, Esperanza escribió en los diarios El Pueblo, El Heraldo, El Popular y Tierra, Portavoz del Oprimido -los dos últimos de línea socialista-.
También en El Universal al que entró a cuatro años de haber sido fundado y ahí fue la primera mujer en dirigir una sección que se llamó "Lecturas para los niños".
MAESTRA DE LA ENTREVISTA
Ella junto con la duranguense Hermila Galindo Acosta, la michoacana Elvira Vargas Rivera y la coahuilense Magdalena Mondragón Aguirre fueron las primeras mujeres reporteras, como se dijo al inicio, las que abrieron ruta en el oficio para las demás.
A Velázquez la han catalogado desde el siglo pasado como precursora y maestra de la entrevista periodística.
Tiene una obra, "Pensadores y artistas" (1922), que es una compilación de sus entrevistas a personalidades de la cultura, filosofía, deporte y la farándula mexicanas y extranjeras.
Cómo escritora publicó una docena de libros entre los que destacan "Rosa Náutica" (1947), una suerte de autobiografía y crónicas de sus viajes por el mundo -léanlo- y "Lecturas Populares" (1935) con textos suyos y de los principales literatos clásicos y novedosos a principios del siglo XX.
Esperanza nació en Río Blanco, su padre era directivo de la fábrica textil de Río Blanco y a los 11 años le tocó ver la masacre de obreros ordenada por Porfirio Díaz en 1907 lo que la marcó de por vida y la hizo ponerse al lado del proletariado, los pobres y la justicia.
En todos sus libros y ensayos hace referencia a ellos y a la Revolución.
"De nada sirven las revoluciones si sus principios no se graban profundamente en el alma popular. Es preciso que la niñez sepa que los humildes y los proletarios que solo conocen la esclavitud la opresión, tienen derecho a la vida y a sus goces, y que esta idea libertaria flota en el ambiente de todo el mundo", escribió en "Lecturas Populares".
En "Rosa Náutica" narra su percepción de la masacre en Río Blanco.
"Vivíamos en las casas que eran para los altos empleados de aquella fábrica, manejada por ingleses y franceses; casas de ladrillo rojo, como había yo de verlas años después en los distritos fabriles de Inglaterra".
"Al poco tiempo vino la matanza sólo porque los trabajadores reclamaban el derecho de asociarse y pedían un poco más de pan y de consideración. Pasaban (por las calles) plataformas llenas de cadáveres. Entonces surgió en mi la idea, que siempre he puesto en práctica, de servir a los indefensos".
DE MISTRAL A RIVERA
Velázquez fue también de las primeras en pararse en escenarios como Bellas Artes para hablar y abogar por los derechos de las mujeres.
Junto a otras fue impulsora de la causa feminista en el México posrevolucionario.
A instancias de ella, Vasconcelos invitó a la chilena Gabriela Mistral para venir a México en 1922 -¿sabían que ella fue cónsul en el puerto de Veracruz de 1948 a 1950?- con la que conservó una amistad por décadas.
Hay cartas en el Archivo General de la Nación y colecciones privadas sobre sus intercambios epistolares.
En 1928, el pintor Diego Rivera la retrató en el mural titulado "Alfabetización" repartiendo libros de texto a niños y jóvenes indígenas, obreros y afrodescendientes.
Por estas fechas de hace un siglo, Esperanza Velázquez ya brillaba en el escenario nacional, aunque hoy en Veracruz esa mujer universal y pionera en todo es la gran olvidada por los zafios que ostentan cargos públicos.
*Envoyé depuis Paris, France.