
Por Andrés Timoteo
SÍNDROME DEL AJOLOTE
El gabinete estatal es una chunga.
Primero, al hidalguense Ricardo Ahued le armaron una campaña mediática negativa en la que lo apodaron "el conserje de palacio" dando a entender que no hace nada -y le atinaron-, que solo está comisionado para atender temas insignificantes pese a su jerarquía, como la remodelación del palacio de gobierno.
Ahued se quejó y 'disparó' contra varios posibles sospechosos, uno de ellos fue el diputado sureño Esteban Bautista quien regentea el congreso local y al que incluso llegó a enfermar de un cáncer terminal a través de una escribiente en la prensa jalapeña.
También apuntó hacia el senador Manuel Huerta con quien tiene malquerencia desde hace tiempo.
Hace unos años, cuando apenas se rumoraba que el hidalguense iba a entrar a Morena y le darían una candidatura, Huerta, entonces dirigente estatal del partido guinda, dijo burlón que solo lo ocuparían para "asear los baños", ¿lo recuerdan?
Pues desde ahí viene el encono y por eso Ahued culpó a Huerta del apodo "conserje" y la respectiva campaña de denuesto.
Y, ojo, se debe aclarar que los conserjes son casi todos gente buena y trabajadora cuyo oficio no es denigrante, y tienen comparación con esos malandros de la politiquería como Ahued y Huerta.
En la Secretaría de Desarrollo Económico también están a los moquetazos.
El titular, Ernesto Pérez, enfrentó hace unas semanas andanadas de críticas y descalificaciones en algunos espacios opinativos costeados por el subsecretario Eduardo Vega Yunes que lo acusa de improductivo y gris -tampoco miente en eso, risas-.
Fue la respuesta al primer ataque que Pérez Astorga le dirigió al motejado "Tato" Vega acusándolo de negocios y robo de fondos para la Ciudad Industrial "Brujo Paglai" en el puerto de Veracruz.
La tirria entre Pérez y Vega es que el segundo quiere tumbar al primero para ocupar su oficina.
Ahora mismo hay otro ejemplo de los pleitos internos en el gabinete nahlista.
Concretamente en la Secretaría de Educación cuya titular Claudia Tello lleva tiempo siendo cuestionada por actores magisteriales y sindicales por su falta de capacidad para administrar la dependencia y la señalan de incapaz, frívola, ineficiente y desidiosa.
Empero, al interior del edificio de Circuito Presidentes en Jalapa, la reyerta supera a todos los casos anteriores.
El subsecretario David Jiménez, quien se dice apadrinado por José Luis Peña, esposo de la gobernante en turno, lleva meses con una guerra abierta contra su jefa.
Le ha organizado protestas callejeras y 'toma' de instalaciones.
Además, por medio de libelos en la prensa ha augurado su salida especulando que regresará a su curul en el senado tras ser relevada del gabinete por su evidente incapacidad.
Tello ha resistido, pero esta semana le comenzó a devolver los golpes también con gacetillas de prensa.
Lo peculiar del caso son las formas, la secretaria está exasperada con el tipo al que insulta en los textos que manda a publicar -¿los han leído?, todos llevan el mismo estilo y los mismos epítetos-.
Manda a que lo llamen "nerón", cachetón, huachicolero, sin talento, corrupto, ladrón, "Rey Midas", que cobra 'derecho de piso' como los narcos, voraz, depravado, desastroso, arrogante, violento, misógino y otras linduras.
Por supuesto que casi todo lo que dicen esas gacetillas sobre Jiménez es cierto y atinado, pero los términos de los textos/libelos son muy obvios porque rebelan un rencor mayúsculo contra ese ambicioso funcionario que le hace la vida imposible a la jefa.
La lectura integral es que en el gabinete nahlista están a las patadas, andan más ocupados peleándose entre ellos que en trabajar y desquitar los onerosos sueldos -y que lo serán más por el aumento salarial para el 2026-.
Lo que pasa entre los colaboradores de la zacatecana Rocío Nahle es lo que en sicología llaman Síndrome del Ajolote porque estos anfibios casi nunca viven en paz cuando comparten un mismo estanque y proximidad.
Se atacan entre ellos, a mordidas sobre todo, y en los casos extremos se llegan a canibalizar o sea que uno mata y se come al otro.
Ahued, Bautista, Pérez Astorga, Vega Yunes, Tello, Jiménez y Huerta -quien no está en el gabinete pero mete su cuchara- son los ajolotes peleoneros que disputan a mordidas los retazos del poder.
Y son ajolotes libeleros o sea adictos a costear libelos de cierta prensa que se presta al enjuague.
COMO ARJONA
Dice la gobernante estatal que "ni sabía" que se autoasignó un aumento salarial para el año venidero.
"¿Cómo interpretar eso porque ella misma firmó el decreto sobre el Presupuesto de Egresos 2026 enviando al congreso local y que contiene el incremento de sus emolumentos?"
Psicológicamente se hablaría de un problema grave de bipolaridad ya que sus dos personalidades -la que firmó y la que no se enteró que lo hizo- están peleadas y no se hablan entre sí, de ahí el conflicto por la travesura y el desconocimiento de la misma.
Y románticamente se tendría que recurrir a la canción del guatemalteco Ricardo Arjona:
"El problema no es que mientas,/ el problema es que (no) te creo".
Risas.
Se insiste: el gobierno nahlista es una chunga.
Envoyé depuis Paris, France.