Por Andrés Timoteo
SIETE MESES
Hoy 19 de abril se cumplen siete meses de que fue reportada la desaparición del periodista Miguel Ángel Anaya Castillo, editor del diario digital Pánuco Online.
De su paradero no se sabe desde el día 13 de abril, aunque la denuncia formal fue recibida hasta el 19 en la Comisión Estatal de Búsqueda de Desaparecidos (CEB).
A pesar de que las organizaciones Artículo 19 y Comité de Protección a Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) se han pronunciado por el caso y pidieron al gobierno mexicano buscar al colega panuquense, las autoridades en Veracruz han ignorado tales demandas.
De hecho y como ya se ha expresado en este espacio, la Fiscalía General de Justicia no tiene ni ha realizado diligencia alguna para su localización.
A duras penas integraron la carpeta en su oficina regional de la zona norte con sede en Tantoyuca pero la misma está "congelada".
Vaya, ya siete meses y los fiscales ni siquiera han llamado a declarar al alcalde morenista de Pánuco, Oscar Guzmán de Paz quien es el principal sospechoso como autor intelectual del 'levantón' que sufrió Anaya Castillo y su posterior desaparición.
El autor material sería Emmanuel Gallegos, el comandante de la policía municipal.
Ambos presumen una garantía de impunidad patentizada por la misma gobernante en turno, Rocío Nahle.
Al edil Guzmán le queda mes y medio de gestión y se irá campante sin haber respondido por lo que le pasó al periodista Anaya Castillo al que amenazó en al menos cuatro ocasiones.
Por Miguel Ángel no hay pronunciamiento alguno de la Comisión de Protección -risas- a Periodistas ni por los diputados locales que integran la misma comisión en el congreso del estado ni por las otras organizaciones que se dicen representar al gremio veracruzano pero que en realidad están dedicadas a organizar cursillos, poner altares de muertos y galantear a los funcionarios públicos.
Son una nulidad y una vergüenza.
LIBRES O PRÓFUGOS
Cuatro en el primer año del nahlismo.
Primero fueron "La Güicha" y "El Frayo" y ahora será "El Tortillero", los implicados en el asesinato de la periodista papanteca María Elena Ferral que le han ganado el proceso judicial a la Fiscalía de Veracruz y ésta extrañamente no ha impugnado los recursos a su favor.
Luis Ángel De la Cruz Hernández, alias "La Güicha", obtuvo su libertad el 29 de agosto pasado luego de ser amparado por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito.
Los magistrados señalaron que las pruebas acusatorias presentadas por la fiscal cuitlahuista-nahlista Verónica Hernández fueron "de oíadas" e insuficientes para sostener el proceso.
Un mes después, el 25 de septiembre, el juez de la causa concedió prisión domiciliaria al exregidor de Papantla, Efraín Rivera Hernández, apodado "El Frayo", otro de los involucrados en el homicidio de la periodista para esperar su sentencia en un domicilio de la comunidad Agua Dulce.
No solo fue escandalosa esa medida sino que después trascendió que "El Frayo" no se encuentra en el domicilio judicial.
Algunos dicen que se fugó -o mejor dicho le permitieron fugarse- y otros que habita en Poza Rica donde lo han visto departiendo en fiestas y convites.
Lo anterior a pesar de que la medida cautelar le prohibía dejar la dirección registrada judicialmente y le asignaron vigilancia permanente con la policía ministerial.
La fiscal Hernández Giadáns hasta la fecha continúa reacia a informar a los abogados de la familia de Ferral si el exregidor está fugado.
Y ahora María Fernanda Ferral, hija de la periodista asesinada, alertó y repudió que un tercer involucrado en el asesinato de su mamá, Alfredo Ernesto Zavala, apodado "El Tortillero" podría ser liberado también tras haber ganado un amparo federal que inhabilita su vinculación a proceso.
El fallo a su favor sería emitido en la audiencia judicial programada para el viernes 21 de noviembre.
El amparo concedido es igualmente porque la fiscal Hernández no pudo sostener las acusaciones.
Por si fuera poco, el 25 de febrero de este mismo año, un juzgado de distrito con sede en Poza Rica ordenó la liberación de Antonio Zaleta Jiménez, otro implicado, también porque la Fiscalía estatal no logró comprobar su participación en el crimen.
PLAN CON SAÑA
En este año, cuatro de los once involucrados en el ataque contra María Elena Ferral estarían fuera de la cárcel, unos liberados y exonerados, y otros en detención domiciliaria pero que en los hechos andarían prófugos.
Cuatro en un año, el primero del gobierno de Rocío Nahle.
Al parecer la zacatecana cargará con el estigma de la liberación escalonada de los asesinos de la periodista papanteca, asesinada en marzo del 2020, algo previsible porque todo el proceso acusatorio integrado durante el gobierno cuitlahuista fue manoseado, desaseado y con el objetivo de darles impunidad a los señalados.
Fue plan con maña y con saña para que los tipos fueran saliendo de prisión conforme se cayeran las acusaciones en los juzgados federales.
A eso sumen que el verdadero autor intelectual del asesinato, el exalcalde de Coyutla, Basilio Picazo Pérez, sigue prófugo desde el 2020.
Ni lo buscan ni lo buscarán.
*Envoyé depuis Paris, France.
