Por Andrés Timoteo
RETÓRICA FINANCIERA
Para que nadie extrañe a la exdiputada Josefina Gamboa en el congreso local, ayer el que armó el cachimbeo fue el priista Héctor Yunes Landa pues le manoteó al poblano Miguel Reyes y hasta dicen que también amenazó con cachetear a un empleado legislativo que intentó desalojarlo.
La señora Gamboa los mordía, acuérdense.
El secretario estatal de Finanzas no solo se negó a responder las preguntas de los legisladores de oposición sino que se burló de la panista Indira Rosales al sugerirle que le pidiera a sus asesores le explicaran el entuerto de los seguros contra daños catastróficos que canceló.
La sugirió 'corta de entendederas' -o "pendeja" para ser claridosos, no es ofensa sino la interpretación que todos hicieron-.
Curtido en la labia de los funcionarios mentirosos, Yunes Landa pescó al vuelo la ofensa y la aprovechó para hacer el desmán.
Esa fue la nota del día, no las finanzas estatales que fueron la nimiedad.
Reyes Hernández, a quien desde su etapa estudiantil y sobre todo a su paso por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le apodan "El Ratón Miguelón" -deduzcan el motivo- únicamente dio cifras alegres para maquillar el desbarajuste financiero.
En este contexto, hace unos días, la gobernante Rocío Nahle anunció que fue pagado el 42 por ciento de la deuda que se tenía con la Secretaría de Hacienda y la mitad de la que arrastraba con el ISSSTE.
Más de 30 mil millones de pesos de sopetón.
¿No les suena a demasiada belleza?
Es raro en lo socialmente prioritario porque la zacatecana prefirió enviar el dinero a la federación en lugar de comprar medicamentos para los niños o surtir las farmacias de los hospitales públicos, reparar caminos y carreteras, disponer de fondos para la zona norte destruida por las inundaciones, pagar a los trabajadores magisteriales, sanitarios y otros que han salido a las calles para reclamar su dinero pendiente.
Raro también en lo financiero.
Expertos en economía pública dudan que sea algo cierto.
Hasta la fecha, la única garantía de esa deuda pagada es la palabra de Nahle y el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum, todo de saliva, no hay un solo documento exhibido que lo compruebe.
Los mismos acuciosos en el tema financiero acotan que el pregón de las deudas pagadas no es nuevo pues fue usado por los antecesores de la zacatecana.
En el 2019, Cuitláhuac García también dijo lo mismo, que en apenas el primer año de gobierno había liquidado más del 20 por ciento de la deuda pública y todo resulto falso.
Al contrario, durante su sexenio endeudo más al estado.
Hay dos versiones en el trasfondo de este tópico, la política y la financiera.
Los analistas políticos sostienen que el anuncio alegre dado por Nahle fue ante la proximidad de su informe de gobierno y por la carencia de resultados serios en casi todas las áreas de la administración estatal.
Algo rimbombante tenía que presumir.
Y la versión de los financieristas es que se trata de retórica para preparar el terreno a fin de justificar nuevos préstamos en un plazo inmediato.
Se busca crear artificialmente la percepción de que las finanzas estatales están mejor que nunca, libres de buena parte de su deuda y así tener manos libres para más endeudamiento.
Según los trascendidos, hay tal escasez de dinero en la tesorería estatal que a partir del 2026 se comenzarán a tramitar créditos refaccionarios de hasta 20 mil millones de pesos por año.
Nahle no puede hacer tal negociación sin recibir el aluvión de críticas por comprometer más a Veracruz y por eso se presume el pago de miles de millones para dar la apariencia de que hay tela para cargar nuevos empréstitos.
Javier Duarte y Cuitláhuac García hicieron lo mismo pese a que la entidad se ahogaba en préstamos impagados y acumulados, y ahora la zacatecana va con esa misma receta.
Entonces, eso de la deuda pagada con el SAT y el ISSSTE sería mera retórica tramposa.
LAS "POCAHONTAS"
A propósito de la chunga en el parlamento, ¿denunciará la panista Rosales San Román al poblano Reyes por violencia de género dado que la 'pendejeó'?
Ya ven que en la legislatura pasada esa fue la tónica de varias diputadas contra los funcionarios cuitlahuistas que también les prodigaron descalificaciones y picardías, entre ellos Roberto Ramos, de salud, y Patrocinio Cisneros de Gobierno.
Ayer al menos no se defendió la yunista del "Miguelón".
Y el episodio hizo recordar los tiempos del alemanismo, concretamente a aquella comparecencia de diciembre del 2002 cuando el entonces procurador de Justicia, Pericles Namorado, tras ser cuestionado y acorralado por la diputada perredista Yazmín Copete, le dijo "vieja pendeja".
No se lo espetó directamente sino que lo comentó a un auxiliar pero como no cerraron el micrófono pues todos oyeron la frase.
Entonces, Copete Zapot se le plantó y lo evidenció.
Es decir, no dejó pasar el agravio como sí lo hizo Rosales.
Algunos sarcásticos dirán que si bien ambas se parecen físicamente -a las dos las han comparado con un personaje de las películas de Walt Disney- no tienen las mismas agallas para defenderse de los misóginos que las ridiculizan en público. Risas.
*Envoyé depuis Paris, France.
