Por Andrés Timoteo
¿QUE NO PACTABA?
Lo que hoy se padece es herencia del pasado, una frase es más cierta que nunca. Solo hagan una breve reseña de lo que dejaron pactado quienes encabezaron los últimos tres sexenios gubernamentales en Veracruz: la fidelidad dejó imperante a Los Zetas, el duartismo al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el cuitlahuismo al Grupo Sombra o Mafia Veracruzana.
Al yunismo, que apenas duró dos años, no le dio tiempo en entronizar a una organización criminal ni tampoco de combatir a las que estaban. Entonces, lo que hoy pone en aprietos a la gobernante en turno, Rocío Nahle es el legado delictivo que le dejó Cuitláhuac García.
De los seis o siete cárteles que operan a sus anchas en la entidad, el CJNG y el Grupo Sombra son los más empoderados. Y la última organización criminal está avanzando en el control de plazas y acciones delictivas debido a la inercia de crecimiento que le permitió el cuitlahuato y que se aceleró con el incipiente nahlismo.
Claro, lo anterior tampoco significa que la administración nahlista haya pactado ya con esos criminales -al menos no se tiene certeza todavía-, pero en nada ayuda a la zacatecana sus escaramuzas verbales para restarle responsabilidad en los actos delictivos como cuando trató de exculparlos de la muerte de la profesora Irma Hernández en Álamo Temapache y acusó a una cardiopatía para minimizar la culpa a quienes la secuestraron y torturaron.
Pero regresando al tema, el exgobernador Cuitláhuac García al igual que sus antecesores también pactó con el crimen organizado, se benefició financieramente con su expansión y permitió que se adueñaran de territorios enteros. Él y sus colaboradores.
La confirmación de lo que siempre se especuló vino en un reportaje de la periodista Anabel Hernández difundido la semana pasada en su 'podcats' Narcosistema titulado "Funcionario de Sheinbaum, vinculado en infamia en Veracruz" ( https://goo.su/pVwxAS ) en el que detalla solo uno de varios casos de la colusión de anterior gobernante con el narcotráfico.
Anabel Hernández llama a García Jiménez "el padrino de Grupo Sombra" y critica la incongruencia de la presidenta Claudia Sheinbaum para incorporarlo a su gabinete y específicamente en el Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenagas) cuando tiene nexos con una de las bandas dedicadas al 'huachicoleo'.
Según el reportaje, Luis Aarón Morales Gómez, apodado “Capitán” y líder de una célula dedicada al adiestramiento de sicarios y tráfico de armas, sobornó directamente con 1.5 millones de pesos a García para que lo dejara usar un campo de entrenamiento en beneficio del Grupo Sombra.
Lo que expone la periodista no es algo nuevo -como ella misma lo dice- pues el informe sobre nexos del gobierno cuitlahuista con los carteles del narcotráfico se supieron desde desde el 2022 cuando el grupo de 'hackers'-activistas llamado Guacamaya Leaks reveló el contenido de miles de archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En ellos hay reportes de inteligencia sobre el crecimiento del Grupo Sombra y otros cárteles bajo el gobierno de García Jiménez, y concretamente del pacto de Morales Gómez y García Jiménez.
En aquel momento, el propio mandatario y su gente negaron y minimizaron la filtración de Guacamaya Leak alegando que "ellos no pactaban" con el crimen organizado, que "eso era con los del pasado". ¿Qué no pactaba? Ajá. Ahora Cuitláhuac García guarda un silencio monacal respecto al reportaje de Anabel Hernández. Lleva cinco días de mutis, no asoma la cara, ¿por qué será?
LOS 'NARCO-JOTCHOS'
"El tiempo esclarece todo y a todos acomoda en su lugar", dijo el geómatra Tales de Mileto hace 2 mil 600 años. Hoy en Veracruz le dan la razón al pensador griego con el maridaje del cuitlahuismo con el Grupo Sombra que aterroriza al norte veracruzano.
No fue el único con el que pactó, hay indicios de más pactos con otros carteles. Un sobrino del exsecretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros confesó en un video, en marzo del 2022, que su tío le encargó operar la consolidación del CJNG en el sur del estado desde el inicio sexenal.
Y el periodista Ricardo Ravelo también desde el 2022 publicó que el cuitlahuismo recibió y protegió a José Gil Caro, sobrino de Rafael Caro Quintero y capo del Cartel de Caborca para que operara en municipios de Costa Esmeralda, también al norte.
( https://goo.su/PWGp ).
Por cierto, ¿se acuerdan de los enfrentamientos del CJNG con policías estatales en la región de Tierra Blanca por allá de marzo del 2019, a cuatro meses de iniciado el sexenio anterior?
Fue cuando Cuitláhuac García acudió a "supervisar el operativo" que según era para combatir al cartel jaliscience y difundió fotografías comiendo 'hot dogs' en un puesto callejero junto con Cisneros. Pues ahora se sabe la verdadera historia: eran los primeros acercamientos con la organización criminal para lograr un acuerdo.
Tras la faramalla de enfrentarlos se fue a comer unos 'narco-jotchos' como para agasajarse con la gastronomía local -siempre fue siútico en gustos culinarios- mientras se cocinaba el pacto inconfesable. Bien lo dijo Tales de Mileto: "el tiempo esclarece todo".
*Envoyé depuis Paris, France.
