Por Andrés Timoteo
MIEDO A LA "Z"
El 'cuatroteísmo' está preocupado y busca afanosamente descalificar y desincentivar la marcha a la que están convocando jóvenes de la llamada Generación Z para el próximo sábado 15 de noviembre.
Funcionarios, legisladores, líderes partidistas y voceros oficiales y oficiosos quieren ligar dicha movilización con los partidos de oposición y la ideología de derecha.
No han podido y la ola crece.
Hasta hace unas semanas, la Generación Z en México se creía inexistente y con una lejana posibilidad para convocar, organizar y realizar la resistencia ciudadana frente al poder.
A la distancia se veían las insurrecciones juveniles en países orientales como Nepal, Tailandia, Bangladesh y Filipinas.
Sin embargo, el asesinado del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, perpetrado por un cartel del narcotráfico el pasado primero de noviembre y las condiciones políticas que lo facilitaron -indiferencia y abandono del gobierno de Claudia Sheinbaum, y la presunta colusión de la administración estatal que encabeza el morenista Alfredo Ramírez Bedolla- detonaron su surgimiento.
La juventud madura actual ya ha salido a las calles en marchas pioneras aunque modestas y muy regionales -Michoacán y la Ciudad de México-, pero promete una manifestación multitudinaria y nacional para el sábado.
La convocatoria corre, como debe de ser, en las redes sociales, la meca de la comunicación entre los que nacieron ya en plena era digital, de los años noventa hasta la década pasada.
Ahora mismo se antoja como la insurrección local y renovada de la Primavera Árabe (2010-202) que hizo caer gobiernos en el Medio Oriente musulmán y la intentona local del Movimiento "#YoSoy132" contra el priismo y la candidatura presidencial del priista Enrique Peña Nieto.
Hace quince años que no se veía una agitación juvenil así.
En el 2014 se movilizó algún sector estudiantil por la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa pero la causa se la apropiaron los políticos de oposición y entonces perdió al esencia al convertirse en bandera partidista.
¿Quiénes fueron los políticos de oposición que sacaron raja partidista con Ayotzinapa?
Pues Andrés Manuel López Obrador y los del partido Morena.
Y más antes, ¿quiénes aplaudían y encomiaban al Movimiento "#YoSoy132"?
Los mismos.
Apenas llegaron al poder, los morenistas se volvieron en contra de los jóvenes a los que hoy intentan descalificar y denostar.
No es gratuito porque lo guindas le tienen un miedo puntual por lo que representan:
fuerza contestataria, intrepidez y osadía, y porque particularmente la Generación Z está compuesta por el 25 por ciento de la población económicamente activa del país.
En decir, no son sólo estudiantes soñadores sino gente en el mercado laboral, pensante y actuante que los puede poner en jaque.
Y les aterroriza más al ver lo que recientemente hicieron en Nepal, por ejemplo, donde tumbaron al gobierno del primer ministro Khadga Prasad Oli.
Fue tal su furia que incendiaron sedes gubernamentales y domicilios particulares de los poderosos.
La casa de Prasad Oli fue quemada con su esposa adentro.
Por eso los 'cuatroteros' están apanicados.
RELOJ A FAVOR
Los propagandistas del régimen han minimizado las movilizaciones previas de la Generación Z y auguran una convocatoria exigua para el sábado.
Y, claro, harán lo que puedan usando el aparato estatal para obstaculizarla, pero no lo van a lograr.
Tal vez no sea apoteósica la marcha sabatina, pero lo que les sobra a los jóvenes es tiempo para hacer otras y tiempo para irritarse aún más.
Si esa movilización no es multitudinaria tampoco significará que ahí se extinga el enojo popular.
Recuerden que una de sus principales exigencias es la revocación de mandato para Sheinbaum y demás gobernantes fallidos -las otras son contra la corrupción y los nexos del poder político con el crimen organizado-.
Hay el instrumento constitucional para ello y el tiempo suficiente, hasta el 2027
La Generación Z tiene todo para crecer y madurar.
El reloj le juega a favor mientras que a los morenistas les juega en contra.
Al régimen guinda no le ha funcionado difamar y acotar al movimiento porque no hay líderes notorios ni protocolarios.
Por más que algunos se adjudiquen encabezar la organización de las movilizaciones nadie es dueño de la Generación Z ni existen voceros plenipotenciarios.
El valor de esa masa social es el anonimato y su manejo escurridizo en las redes sociales, y eso la hace inasible -que no se le puede asir- para que los poderosos la amenacen o coaccionen.
¿CANDELA EN VERACRUZ?
¿Y en Veracruz veremos pronto a la Generación Z movilizada?
Las condiciones de corrupción, violencia por el crimen permitido e ineficacia gubernamental están más que dadas.
Y, ¡oh coincidencia!, el mismo sábado, día de la marcha, es cuando la zacatecana Rocío Nahle -para la que ya muchos piden aplicar la revocación de mandato en el 2027- envía su primer informe de gobierno al congreso local.
La Generación Z jarocha tendrá otros quince días para prepararle un susto porque ella tendrá su parafernalia el 30 en el zócalo jalapeño.
O sea, ya el caldo está en la olla y solo falta que le arrimen candela.
*Envoyé depuis Paris, France.
